Oscar Javier Forero Coronel

martes, 23 de mayo de 2017

Manual para no ser confundido como CHAVISTA


Por: Luigino Bracci Roa

No use prendas de color ROJO. Ni siquiera zarcillos, pulseras o lápiz labial. No importa cuán bien le queden, cuán bonitas sean, no importa que sea el único pantalón que le levanta el pompis o la franela que mejor resalte sus bíceps: si es rojo, es CHAVISTA. No las use. Y si usted usa una camisa roja por fuera, es DOBLEMENTE CHAVISTA porque se está vistiendo como ministro en jornada sabatina, mereciéndose el doble de coñazos.

Si usted es calvo y pelón, ES CHAVISTA. Usted está imitando el look de Héctor Rodríguez o Pedro Carvajalino, y nosotros no vamos a permitirlo. ¡CHAVISTA!

Todo aquel que use boinas, es CHAVISTA. No importa el color. No importa que usted las use porque se crea hipster. SI USA BOINA, ES CHAVISTA.

Si usted es gordito y rechoncho como Hermann Escarrá, es CHAVISTA. Y si es gordo desparramado como Juan Barreto, es DOBLEMENTE CHAVISTA.

Todo aquel que use bigote es CHAVISTA. Las explicaciones sobran.

Todo aquel que use pantalones de tubito y colores tuki al estilo de Miguel Ángel Pérez Pirela, ES CHAVISTA. ¡Cayendo y corriendo contra él!

Cualquier mujer que tenga el cabello ensortijado está imitando a Iris Varela. Por tanto, ES CHAVISTA.

Si usted usa bufandas palestinas, ES CHAVISTA. A nosotros nos cuesta diferenciarlas de las bufandas normales, así que asumiremos que, si usted se pone CUALQUIER tipo de bufanda, usted es CHAVISTA.

Si usted usa una franela con cualquiera de estos personajes, ES CHAVISTA: Chávez, Fidel, el Che, Frida Kahlo, Martin Luther King, Alí Primera, Simón Bolívar (seamos sinceros: ¿cuándo ha visto usted a un digno opositor usando franelas de Bolívar?), Antonio José de Sucre, el Negro Primero, Guaicaipuro, Reverón y en general cualquier personaje histórico y artista popular latinoamericano. Todos ellos son CHAVISTAS.

Si usa franelas de The Beatles o John Lennon, usted es CHAVISTA. Nada más chavista que un cantante hippie que soñaba con un mundo sin guerras, fronteras ni propiedades, repitiendo el discursito madurista de la paz. ¿Quién coño se cree?

Si usted es un rockero pelúo al estilo Paul Gillman, ES CHAVISTA. Los únicos rockeros que admitimos hoy deben tener un look emo mezclado con Coldplay, como La Vida Boheme. Aunque desde que se pusieron a hacer discos con Pepe Mujica, se volvieron sospechosos de chavistas. ¡MOSCA CON UNA VAINA!

Toda aquella persona que use bolsitas ecológicas para supermercado, o que clasifique la basura para poder reciclarla ES CHAVISTA. No lo olviden: todo ecologista ES CHAVISTA. Le sale tunda.

Si tiene perritos, es de la MISIÓN NEVADO. Por tanto, ES CHAVISTA. Le sale tunda a usted y a su condenado perro.

Cualquier persona que use los morrales tricolores o vinotinto que da el Ministerio de Educación, ES CHAVISTA. 

Niño con Canaimita es CHAVISTA. Y quien los defienda diciendo “¡pero es sólo un niño!”, también es CHAVISTA.

Todo árabe es CHAVISTA, comenzando con los que trabajan en la tienda de shawarmas del centro comercial, sin importar que casi todos sean colombianos. 

Todo chino es CHAVISTA. Los del restaurant chino, ¡prepárense! Iremos por ustedes.

Todo reguetonero es CHAVISTA. Excepto si les gusta Nacho, ese sí es permitido. 

Todo negro salsero es CHAVISTA. Allí no hay discusión alguna.

Todo mototaxista es CHAVISTA. El acceso al centro comercial sólo les será permitido por 10 minutos diarios para entregar su respectiva encomienda e irse. POR CHAVISTA.

Si va a usar cualquier tipo de prenda de vestir con la bandera de Venezuela, recuerde que debe colocársela AL REVÉS. Si usted usa cualquier bandera en el sentido amarillo-azul-rojo, USTED ES CHAVISTA. Atento también al número de estrellas.

Si usted es empleado público, automáticamente es CHAVISTA. Si usted carga una loncherita de almuerzo pajúa y un carnetcito colgando del cuello, ES CHAVISTA. Es posible que usted trabaje en una empresa privada, pero para acelerar la caída del régimen y en cumplimiendo del proverbio betancurista “acoñacea primero y averigua después”, asumiremos que, si usted carga carnet colgado del cuello, es porque trabaja en un ministerio y ES CHAVISTA. Después de darle su respectiva paliza, leeremos el carnet a ver.

Sabemos que TODOS en este país corremos el riesgo de ser señalados de CHAVISTAS, por lo que esperamos que, con un estricto cumplimiento de estas normas, se minimice que usted sea golpeado, acoñaceado, rociado con gasolina, incinerado y expuesto al escarnio público por nuestros inteligentes y pacíficos luchadores por la libertad y la paz. 
¡Comuníquese y publíquese!

lunes, 22 de mayo de 2017

"La situación está lista y cuando EE.UU. lo desee va a comenzar la guerra en Venezuela"


Dividir el mundo en dos zonas: una estable para sus aliados y otra inmersa en el caos de una guerra sin fin. Parece algo absurdo, pero esa es la estrategia de EE.UU. para dominar el mundo, según opina Thierry Meyssan, periodista y activista político francés. Y ahora le toca el turno a Venezuela: "La situación ya está lista, cuando EE.UU. lo desee va a comenzar la guerra", advierte el analista. ¿Pero se puede resistir en esta situación? La respuesta es sí. Lo cuenta en Entrevista, de RT.

Thierry Meyssan argumenta en esta entrevista su particular lectura geopolítica de las actuales tensiones en Venezuela, aportando datos históricos recientes que apoyan su tesis: Estados Unidos está intentando sembrar el caos en el país, por la vía de incentivar la oposición al gobierno y, en última instancia, una guerra civil. 

Para entender las raíces y el sentido estratégico global del momento, este analista se remonta a principios de este siglo: "En el 2004 varios expertos del Pentágono explicaron que, en lo sucesivo, EE.UU. iba a librar guerras para dividir el mundo en dos zonas. Parecía una metodología muy rara, pero consistía en mantener una zona estable para EE.UU. y sus aliados e incluso algunos enemigos como China, Rusia y la India…y otra zona donde no hubiera gobierno estable ni desarrollo, sino el caos. Cuando escribieron eso, no se sabía hacia donde iban. Explicaban que querían garantizar que ningún estado pudiera ser una amenaza para EE.UU, que nadie pudiera desarrollar un poderío que amenazara su hegemonía mundial. Incluso publicaron un mapa donde se veía que había que destruir todo el Medio Oriente"

En cuanto a América Latina -precisa Meyssan- explicaron que sólo Brasil, Argentina y México debían ser Estados estables…y el resto debía ser destruido"

Pero, ¿por qué precisamente ahora? Hemos querido saber qué tiene de particular este momento político para resultar idóneo para una supuesta intervención de este tipo. La respuesta de Meyssan no es demasiado precisa al respecto, pero su intuición no le anuncia nada bueno: "No sé por qué generan esas acciones ahora, pero está claro que EE.UU. hace que la situación hierva poco a poco. Cuando vengo acá, me doy cuenta de que la situación ya está lista, que cuando EE.UU. lo desee, va a comenzar la guerra aquí, en Venezuela".

Antecedentes históricos de la 'guerra de perros'

Meyssan considera, como puede verse, que Estados Unidos opera en el exterior mediante una estrategia militar destructiva que funciona en base a un mecanismo de desestabilización interna en los países considerados enemigos. Y encuentra ejemplos en la historia reciente que ejemplifican ese particular modus operandi: "Cuando estudiamos lo que pasó en Ucrania, en Siria o en Libia, es exactamente la misma metodología; siempre comienza exactamente igual: se acusa al gobierno de cometer crímenes horribles (…) luego envían al país unas fuerzas especiales, unos francotiradores, que se colocan en los techos durante una manifestación, con el objetivo de disparar tanto contra los manifestantes como contra la policía (…). Eso crea una confusión enorme, y cada bando está convencido de que  fue el otro el que le disparó, y ese es el comienzo de un enfrentamiento interno".

Ese método [conocido popularmente como 'guerra de perros'] fue utilizado por primera vez en Yugoslavia –continúa narrando Meyssan–. Allí lograron provocar una guerra civil que partió ese país en 7 pedazos".
A continuación, este periodista y activista político, explica con detalle el resto del proceso al que se somete a los gobiernos 'atacados': "Una vez que hacen esto, comienzan a acusar al gobierno de las muertes, y lo hacen ante la comisión de Derechos Humanos de Ginebra. Ese Consejo se transforma rápidamente en un tribunal de acusación, que milagrosamente consigue varios testigos que vienen a dar su testimonio… pero son falsos testigos. Eso es muy fácil de conseguir: falsos testigos. Sus testimonios se avalan y se envía esa información  al Consejo de Seguridad [de la ONU], que queda horrorizado y autoriza el uso de la fuerza contra ese 'terrible gobierno que acaba de matar a su población'. Simultáneamente se envían al país una fuerzas especiales que atacan símbolos del estado". En Siria, por ejemplo, atacaron estatuas del presidente Háfez Al Assad, que es el padre de la Siria moderna".

Extrapolando la explicación al presente momento crítico en Venezuela, hace su propia predicción: "Aquí me imagino que atacarán estatuas de Hugo Chavez, quemarán la bandera…elementos que no tienen valor militar". Se trata, según comenta el propio Meyssan, de una "guerra simbólica".Y concluye: "Entonces se utilizan los medios internacionales para explicar que es una revolución". 

Bases militares cerca de Venezuela

Están previstas para el próximo mes de noviembre unas maniobras militares militares en la triple frontera de Perú, Colombia y Brasil, con el apoyo de EE.UU., a tan solo 700 kilómetros de la frontera Venezuela.

"Para llevar a cabo operaciones militares como éstas –comenta Meyssan al hilo de su propia tesis de la desestabilización interna–, EE.UU. necesita rodear al país que van a atacar o al menos tener una base militar en la frontera del país. En Libia utilizaron a Egipto; en el caso de Siria, utilizaron casi todos los estados aledaños: Turquía, Líbano, Irak y Jordania…no estaban en Israel oficialmente… pero Israel también. Si van a atacar a Venezuela, sin duda van a utilizar a un estado o a varios estados fronterizos de Venezuela. Sin duda los estados mencionados, pero también Guyana, que también puede servir como base importante para generar el desorden". También se refirió a las bases militares estadounidenses en Colombia, indicando que si EEUU las mantiene allí "no lo hace porque son lindos los colombianos: lo hace porque está preparando un ataque contra Venezuela". 

'Fake News' y videos falsos

Para ilustrar la dimensión informativa en la estrategia estadounidense, Meyssan se remonta a la invasión de Libia: "Cuando EEUU atacó al gobierno libio, el ataque ocurrió un viernes a la hora de la salida de la oración, a las 19:30 de la tarde. Así, a las 23:00 de la noche, 'Skynews', que tiene también una programación en árabe, envió imágenes donde se veían rebeldes en la Plaza  Verde, en el corazón de Tripoli. En ese momento era imposible salir a la calle, porque había muchos bombardeos; nadie podía circular en vehículo por la ciudad. Entonces…¿cómo podrían llegar allí? Cuando vi esas imágenes me dije: todo está perdido. Yo estaba a varios centenares de metros de esa Plaza Verde, pero me di cuenta de que todo eso era mentira. Los mercenarios (algunos de los cuales eran libios, pero muy pocos) llegaron a la Plaza Verde 3 días y medio después. Pero las imágenes ya estaban disponibles porque fueron filmadas en estudios al aire libre en Qatar.
Con respecto Venezuela, Meyssan dice: "Imagínese cuales serían aquí las consecuencias si de repente vieran por televisión que hay enemigos que están llegando al centro de Caracas y se les dijera que…bueno, que se perdió la guerra...".

Hacia el final de la entrevista, cuyo visionado completo les recomendamos encarecidamente, este analista comparte con nosotros sus predicciones sobre el proceso que está teniendo lugar en suelo venezolano, en especial sobre la oposición: "Todas estas oposiciones están cometiendo un error. Los movimientos opositores, ya sea aquí en Venezuela como en el mundo árabe, serán todos destruidos, tal y como habrán permitido la destrucción de los gobiernos a los que se oponen. Porque Estados Unidos se burla de ellos más que de los gobiernos".

Tomado de: https://actualidad.rt.com/programas/entrevista/239088-eeuu-guerra-venezuela-thierry-meyssan-siria


A propósito del "eficiente" modelo de Santos: Cartagena, dos ciudades




"La mitad de sus calles permanecen destruidas o sin pavimentar; el 90 por ciento de las viviendas, es decir, 221.815, están asentadas en barrios de estratos bajos o subnormales; el 65 por ciento de la población es pobre; el 18 por ciento habita barrios subnormales".

Entre la plazoleta de la India Catalina y el baluarte de San Pedro Mártir, el corazón de la Ciudad Heroica,  se encuentra uno de los puntos de mayor crisis de movilidad y ocupación de espacio público en Colombia. En las cuatro bocas se parquean decenas de mototaxistas en busca de pasajeros. Sobre los andenes y plazoletas hay vendedores de minutos que despachan en unas mesas pequeñas  y se cruzan con otros que ofrecen guarapo y arepas de queso; chanceros y loteros, butifarreros, carros de avenas frías y chicha, culebreros y vendedores de agua en bolsa. Este alboroto se mezcla con el bullicio de los ayudantes de los buses, que anuncian a todo pulmón viajes hacia Crespo, El Laguito, El Socorro, Olaya y El Pozón.

Pocos se imaginan que esa barahúnda está a poca distancia de una de las zonas más costosas y exclusivas del país: la ciudad amurallada, con una estética colonial mágica y donde el metro cuadrado puede superar los 15 millones de pesos y es el centro de encuentro del jet set nacional e internacional. Sin embargo, ese improvisado mercado muestra el choque de dos Cartagenas que van por caminos distintos. Una que avanza a todo vapor impulsada por el boom de la construcción, el turismo, la industria, las operaciones portuarias y el comercio. La otra es la de la mayoría de los cartageneros, que durante décadas ha vivido en la pobreza sin que sus sucesivas clases políticas hayan sido capaces de mejorar esa triste realidad. La ciudad que tanto enamora a los colombianos es un espejismo. La verdadera Cartagena está por construirse: la mitad de sus calles permanecen destruidas o sin pavimentar; el 90 por ciento de las viviendas, es decir, 221.815, están asentadas en barrios de estratos bajos o subnormales; el 65 por ciento de la población es pobre; el 18 por ciento habita barrios subnormales y los indicadores de seguridad, medioambiente, movilidad y educación de todo el Distrito, según María Claudia Peñas, directora del programa Cartagena cómo vamos, están en cuidados intensivos.

Por eso, cada vez más voces consideran que se requiere con urgencia que toda la clase empresarial y política, necesariamente con la participación del gobierno nacional, defina un norte claro que permita que esas dos ciudades se integren y que la riqueza que allí se genera beneficie a todos los cartageneros.
Muchas voces consultadas por SEMANA consideran que el primer frente por encarar es el del cambio climático. La semana pasada más de 40 barrios, y en especial la zona amurallada, se inundaron por las fuertes lluvias y mareas que azotaron la bahía. El fenómeno se ha repetido tanto, que El Universal hizo un llamado editorial para pedirles a las autoridades poner en marcha soluciones, que a decir verdad, están planeadas hace 30 años y se aplazan sistemáticamente. Esto, porque la entidad creada para ello se dedicó a ejecutar obras que nada tienen que ver con el mantenimiento y cuidado de los caños, lagunas y ciénagas. Incluso hoy, la invasión de estas áreas sigue porque no está claro el papel que deben cumplir la institucionalidad ambiental y la portuaria.

El segundo gran frente está en reducir la pobreza. “De las diez ciudades más grandes de Colombia, Cartagena es la que tiene los mayores índices de pobreza, concentrada en gran medida en personas de color. Pero mientras que los barrios exclusivos y la zona industrial de Mamonal tengan completos sus servicios públicos y equipamientos, todo seguirá sin problema, pues los barrios pobres son un problema estético, que como Chambacú, es mejor alejarlos o esconderlos”, dice un alto funcionario del Estado que conoce a fondo la ciudad.

El tercero está en mejorar el equipamiento urbano, especialmente de vías, andenes, parques.  Por ejemplo, después de diez años, el sistema de transporte masivo Transcaribe aún no arranca y ha tenido tantos problemas que entre 2004 y 2007 solo se construyó un kilómetro. Entre la India Catalina y la estatua del general Santander, a la entrada de Bocagrande, está el primer tramo. Sin embargo, las dos estaciones permanecen cerradas.

El alcalde Dionisio Vélez dijo a SEMANA que Cartagena será otra cuando Transcaribe comience a rodar en julio o agosto de 2015. Para ese entonces, el proyecto cumplirá una década en obra y habrá superado en tres veces su costo inicial de 250.000 millones de pesos.

A los problemas que ha generado la demora de Transcaribe se suman otros de movilidad. Todo ese boom inmobiliario y turístico hacia la zona norte tiene estrangulados los barrios de Bocagrande, Manga y el centro histórico. Ese fue un crecimiento desordenado porque las curadurías urbanas, en su afán de otorgar licencias de construcción, solo se detenían a consultar si el proyecto cumplía la norma, sin importar la realidad de las escasas vías para los nuevos residentes.

La entrada a Bocagrande tiene horas en que la movilidad es tan lenta que se vuelve un infierno en temporada de vacaciones. El barrio Crespo, donde está el aeropuerto Rafael Núñez y es paso obligado hacia Barranquilla, colapsó hace más de cinco años. Y el paso por el mercado de Bazurto, por la avenida Pedro de Heredia o la avenida del Lago son cuellos de botella que los conductores no pueden evadir porque no hay otra vía para entrar o salir de la ciudad.

Durante tres décadas se han aplazado proyectos como la Quinta Avenida del barrio Manga, que conectaría por la orilla del caño de las Quintas con el centro, hacia el Castillo de San Felipe y los barrios de la zona norte; de la vía perimetral de la Ciénaga de la Virgen, cuyo objetivo es impedir la invasión de la ciénaga y descongestionar el suroriente de la ciudad, solo se construyeron 3,5 kilómetros de los 11 proyectados. Esas obras quedarán en el limbo pues no están incluidas en el cupo de endeudamiento por 250.000 millones de pesos autorizado por el Concejo Distrital para obras en la ciudad. Por supuesto hay otras más prioritarias como escuelas, hospitales y vías en los barrios.

Un cuarto frente es la educación, que sufre un gran déficit. El panorama es escalofriante según las cifras del programa Cartagena cómo vamos. El 45 por ciento de los jóvenes entre los 15 y 16 años no cursan los grados 10 y 11, y terminarán engrosando las filas de los trabajadores informales o de las inatajables pandillas, que en los últimos dos años pasaron de 62 a 82. Entre 2011 y 2013 dejaron de matricularse 23.000 estudiantes en las escuelas públicas y en las pruebas Saber, el 83 por ciento de los estudiantes de noveno grado obtuvo una calificación de insuficiente.

Otro mundo

En la otra cara de esa ciudad, en la Cartagena próspera e idílica, siguen llegando inversionistas que encuentran grandes oportunidades para hacer negocios e impulsar el desarrollo de la otra ciudad. Los economistas Aaron Espinosa y Jorge Campos, de la Universidad Tecnológica, encontraron en una investigación que entre 1996 y 2007 la inversión extranjera directa se acercó a 1.200 millones de dólares, sin mencionar toda la inversión nacional o los 4.500 millones de dólares que se están invirtiendo en la nueva refinería de Ecopetrol.

El rápido crecimiento de la ciudad ha estado acompañado por la incapacidad de las administraciones para hacer las obras y programas sociales que se requieren, en parte, porque el recaudo de impuestos es insignificante. Entre 1994 y 2010 la base catastral pasó de 96.000 a 209.000 predios, y hoy existen 237.000. Lo increíble es que solo 635, es decir, el 0,30 por ciento de todos, tiene un avalúo catastral superior a 1.000 millones de pesos, algo que contrasta con la realidad de las cifras y del mismo mercado.
Solo en el centro histórico hay entre 1.350 y 1.500 predios, muchos de los cuales se venden hoy a más de 10 millones de pesos el metro cuadrado. Y es más inverosímil pensar que en Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, Manga y hacia La Boquilla, donde se han construido cientos de edificios, estén tan devaluados catastralmente.

Este panorama, como es lógico, se ve reflejado en el bajo recaudo de impuesto predial, que en 2013 fue de 125.000 millones de pesos, más 60.000 millones de vigencias vencidas, pues históricamente solo el 45 por ciento de los contribuyentes lo paga sabiendo que las amnistías tributarias siempre vendrán. La actual administración plantea hacer una actualización catastral y subir los impuestos. De hecho, expertos consultados por SEMANA consideran que el predial debería ser como mínimo cinco veces lo recaudado.

La ausencia de una cultura tributaria ha permitido que la brecha entre las dos ciudades se amplíe cada vez más. Así como las zonas residenciales de estrato alto se expanden a toda velocidad, en los estratos bajos el déficit de viviendas es cada vez mayor. En la ciudad cada año nacen 2.745 nuevos hogares y el déficit cuantitativo y cualitativo –según el programa Cartagena Cómo Vamos–, es de 67.636 viviendas. 

Esas dos ciudades chocan en las playas, atestadas de vendedores ambulantes que ante sus precarias condiciones y sus pocas oportunidades laborales o de formación, tienen que salir al rebusque. Esa realidad rebasa cualquier control policivo.

Por lo pronto el alcalde y sus secretarios afirman que en lo que les queda de mandato buscarán poner la casa en orden. Pero más que eso, se requiere con urgencia un bloque que trabaje por el futuro de Cartagena y no por mantener las diferencias politiqueras del pasado. Que acerque a la ciudad a las ideas por las que murieron sus mártires hace 200 años. De lo contrario, La Heroica seguirá siendo un fantástico destino turístico con el que sueñan millones de colombianos, un mito que sirve para inspirar canciones como Cartagena, la fantástica, de Carlos Vives, que tanto suena hoy en las emisoras y ‘picós’ de la ciudad. 


Tomado de:  http://www.semana.com/nacion/articulo/cartagena-dos-ciudades/406343-3

viernes, 19 de mayo de 2017

Lea la candente e incómoda entrevista que le hace periodista de la BBC a Julio Borges.

El periodista Stephen Sackur de la BBC le hace una entrevista a Julio Borges donde lo desenmascara en torno a las verdaderas intenciones de las protestas "pacificas" que viene llevando a cabo la oposición en contra de la estabilidad del país. De igual forma le encara sobre los nexos que tanto él como su partido político Primero Justicia tiene con organizaciones norteamericanas.

Lea la entrevista completa:

Stephen Sackur: Bienvenidos a HARDtalk, soy Stephen Sackur. Cada día parece que Venezuela se acerca al caos político y económico. Protestas masivas anti-gubernamentales han sacudido al país. Casi 40 personas han muerto como parte de los enfrentamientos en la calle con los agentes armados de Maduro. Las tiendas carecen de alimentos, y los hospitales de medicamentos. Algo, al parecer, tiene que suceder.

Mi invitado hoy es Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional,
controlada por la oposición. ¿Podemos decir que la revolución chavista
y socialista se está muriendo?

Julio Borges, en Caracas, bienvenido a HARDtalk.

- JB. Gracias Stephen,

S.S Hemos visto más de 40 días de protestas masivas. Hemos visto
enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes armados de
Maduro y vemos las víctimas civiles, muchos heridos y unas 40
personas, muchas de ellos muy jóvenes, ahora muertos. ¿Cuánto
tiempo puede durar esta situación?

- JB. Bueno, escuche. No es solo 45 días. Hemos estado luchando
18 años Y 45 días. Y estamos luchando por la democracia en
Venezuela. Y esa es la razón por la cual la gente está en la calle,
realizando manifestaciones enormes, no solo en Caracas pero en
toda Venezuela. Lamentablemente la respuesta del Gobierno ha
sido la represión. Ayer dos personas fueron asesinadas, muy
jóvenes, de 16 y 33 años de edad. Cada día tenemos esta misma
rutina de represión y violencia, y es muy importante que usted
sepa que estamos luchando en las calles simplemente por la
democracia, simplemente tratando de construir un camino
democrático, para tratar de conseguir elecciones libres en
Venezuela, elecciones que están incluidas en nuestra Constitución
pero que Maduro niega al pueblo, negando el derecho a votar en
elecciones, de modo que solo tenemos las calles como el espacio
para luchar por los derechos democráticos en Venezuela.

SS. Sí, pero como líder político responsable (naturalmente eres el
Presidente de la AN y uno de los líderes del partido Primera Justicia), no
tiene usted alguna responsabilidad, cuando ves el derramamiento de
sangre, y – como usted destaca – el hecho de que muchas las víctimas
son estudiantes y gente muy joven, no tiene una responsabilidad para
decirles a los manifestantes de su Partido y más allá, que esto ya es
suficiente, el derramamiento de sangre y el costo es demasiado alto.

- JB. Si pero nuestra responsabilidad, Stephen, es traer la
democracia, la paz y la libertad al país. Estamos viviendo en una
Venezuela que es igual a una mala copia de Cuba; no hay
derechos en Venezuela, no hay comida, no hay medicinas, no hay
oportunidades. Miles tras miles de jóvenes se están saliendo de
Venezuela para buscar un futuro en otros países. No solo se trata
de un conflicto político en Venezuela, sino un enfrentamiento vital,
existencial y de valores. Si vemos la gente participando en las
marchas en la calle, vemos todo tipo de persona; jóvenes, viejos,
políticos, activistas, desempleados, todo tipo. Así que es todo el
pueblo contra Maduro; no es una mera confrontación política.

SS. ¿Sí, pero verdaderamente piensa que estas protestas van a sacar a
Maduro del poder? Ese es el reclamo de los manifestantes – ‘tiene que
irse Maduro’, dicen los manifestantes; pero no existe la menor muestra
de que Maduro se vaya a alguna parte.

- JB. Estamos luchando por una serie de valores, no tenemos
tiempo y no tenemos otra manera para luchar por la libertad, la
justicia, la democracia. Tiene que recordar, Stephen, que todo lo
que está sucediendo tiene su origen en un golpe de Estado
realizado por Maduro contra el Parlamento. Casi logró anular al
Parlamento, pero todo el mundo salió a las calles para defender a
la democracia, defender la separación de poderes, el sistema de
controles y equilibrios, defender su derecho al voto, el derecho a
una economía libre; de allí que tenemos una lucha muy profunda
en Venezuela, un Gobierno que no tiene la menor intención de
abrir el camino hacia una agenda democrática, así que para el
pueblo venezolano no existe otro camino que luchar en las calles,
y el pueblo está dispuesto a luchar por su país.

SS. Pero los venezolanos también tienen un sentido de la historia, y
ellos recuerdan que en 2014, cientos de miles de personas salieron a
las calles para tratar de sacarle del poder, con el reclamo de que esas
elecciones habían sido fraudulentas. En ese entonces, Maduro encaró a
los manifestantes y ganó esa batalla. Luego podemos recordar los
eventos del año pasado, cuando usted y muchos de sus compañeros
llamaron a la celebración de un referéndum revocatorio, y creyeron que
podrían hacer caer de rodillas a Maduro, pero una vez más el
Presidente perduró, y yo les digo una vez más que existe la misma
señal de que esta vez, también, Maduro perdurará.

- JB. Sí, pero tenemos algo de ventaja. La comunidad internacional
tiene una idea muy clara de que el Gobierno de Maduro es una
dictadura, y que el pueblo venezolano tiene una posición muy
fuerte, no es una minoría sino una mayoría enorme. Casi el 80 o
85% del pueblo tiene la certeza que Maduro debe estar fuera del
poder, ya que perpetró un golpe de Estado en Venezuela.

SS. Pero Julio Borges, usted sabe que en la democracia uno no
gestiona el Gobierno a base de encuestas sino por elecciones. No
olvidemos que Nicolás Maduro, le guste o no, tiene un mandato
electoral, ganó la elección presidencial luego de que Chávez muriera en
2013, y su mandato está previsto que dure hasta finales de 2018: ese
es el mandato.

- J.B Pero mire, uno tiene que gobernar de acuerdo a la
Constitución, y la Constitución dice que el año pasado deberíamos
haber celebrado elecciones de gobernadores, y Maduro no quiso
realizar esas elecciones. Debimos tener un referéndum
revocatorio y Maduro lo impidió; debimos tener elecciones
regionales y Maduro lo impidió. Así que no puede haber una
Constitución para Nicolás Maduro, y ninguna Constitución para el
pueblo venezolano. Ese es el eje central del problema. En
Venezuela no tenemos ningún tipo de Constitución, solo la
voluntad de Maduro, y él decide si tenemos elecciones o no en
Venezuela. Esto no es justo, esto no es democracia. Y estamos
luchando precisamente por un camino democrático en Venezuela.
Estamos luchando para traer la Constitución a la vida política,
mientras que Maduro está luchando fuera del marco de la
Constitución, nosotros estamos luchando dentro de la
Constitución. Esta es una diferencia enorme. Nosotros llamamos a
la democracia, Maduro llama a la violencia.

SS. Bueno, pero Maduro dice que usted (y lo ha identificado a usted,
Julio Borges, en particular), es el autor intelectual de los golpes; que
lo que realmente quiere es un golpe, y debo decir que, leyendo
algunos de sus comentarios recientemente, unos de sus comentarios
dice: “es hora que los hombre de verde, es decir, las Fuerzas
armadas, rompan su silencio”. ¿Esta Ud. sugiriendo, implícitamente,
que quiere ver una situación en la que los cuerpos de seguridad
venezolanos, y las Fuerzas Armadas en particular, rehúsen a
obedecer órdenes?

- JB. Lo que estamos pidiendo a las Fuerzas Armadas en
Venezuela es precisamente que ayuden al pueblo venezolano, no
a la oposición, sino al pueblo, para asegurar el orden
constitucional y democrático en Venezuela.

SS. Perdóname, pero las Fuerzas Armadas en Venezuela deben
seguir las órdenes del Comandante en Jefe, el Presidente del país.
Yo no entiendo como puede ser constitucional sugerir que usted
quiere ver un motín entre todas las Fuerzas Armadas de Venezuela,
como usted sugiere que debería pasar.

- JB. No, porque existe una diferencia enorme entre un
Comandante en Jefe actuando como el jefe del Gobierno
venezolano y Maduro, que actúa y emite ordenes a las Fuerzas
Armadas como jefe de un partido político. Lo que no queremos es
una Fuerza Armada con colores políticos, que forme parte de un
Partido político, ese es el problema verdadero. Queremos una
Fuerza Armada constitucional e independiente. Ese es el eje del
problema. No hacemos un llamamiento para unas Fuerzas
Armadas opositoras, sino para unas Fuerzas Armadas que
respondan a las instituciones democráticas en Venezuela y no a
los partidos políticos; el que ha demostrado su color político en
Venezuela ha sido Maduro.

SS. Una pregunta muy simple, sí o no. ¿Estás llamando que las
Fuerzas Armadas en las calles, las mismas Fuerzas que han
controlado las manifestaciones callejeras, abriendo fuego a veces
contra los manifestantes, estás pidiendo que esas Fuerzas Armadas
se nieguen a seguir ordenes?

- JB. Absolutamente sí. Creo que cada guardia que esté
quebrantando los Derechos Humanos en Venezuela debe pensar
con su conciencia, no hay manera en que un Gobierno no
democrático pueda dar órdenes contra la gente, especialmente
cuando las protestas se están realizando de manera tan pacífica,
simplemente pidiendo elecciones en Venezuela.
Es completamente desproporcional que los jóvenes que están
manifestando por una solución pacifica, que sería un voto,
enfrenten la represión del Gobierno contra los DD.HH, incluso
procesando a estos jóvenes en la jurisdicción de las Fuerzas
Armadas, algo que es contrario a la Constitución y contrario a los
DD.HH. Así que tenemos que llamar a la conciencia, y luchar por
una solución que respete a los DD.HH en Venezuela y no por la
represión.

SS. Ok, pero el problema que tiene Ud. es que tiene un historial –
como Maduro y aquellos en el Gobierno frecuentemente recuerdan –
que apoyó al intento de golpe militar contra Hugo Chávez en 2002. Y
sabemos, gracias a las informaciones publicadas en Wikileaks en los
años posteriores, que su Partido tiene vínculos con los EE.UU, y que
miles, si no millones de dólares, fueron canalizados a su Partido a
través de ONGs financiadas por los EE.UU. Y por tanto, hay muchos
dentro del régimen que dicen que Ud. es solo un agente de los
EE.UU, de la potencia imperial.

- JB. Todo eso es propaganda, y existe una manera muy fácil de
comprobarlo: vayamos a un proceso electoral para que el pueblo
decida si soy un agente de la potencia imperialista, o si represento
a algún tipo de liderazgo en Venezuela. Es muy fácil comprobar
que tenemos que dejar al pueblo decidir, a través del voto, qué
tipo de futuro quieren para Venezuela. Y yo estoy completamente
seguro que el movimiento político que hemos creado con tantos
jóvenes líderes, es ahora mismo la opción y el futuro que
Venezuela quiere para una Venezuela moderna. Es muy fácil:
dejen que el pueblo vote, y dejen que decidan qué tipo de
Venezuela quieren. El que rechaza esta opción es Maduro.

SS. El 5 de mayo, creo, usted sostuvo un encuentro con Vicepresidente
[de EE.UU] Mike Pence y también con el Asesor de Seguridad Nacional,
HR McMaster. ¿Usted pidió a esos dos señores ayuda estadounidense,
y pidió usted que fueran más allá de sanciones contra individuos, y pidió
la aplicación de sanciones económicas contra el país como entidad?

- JB. Por supuesto que no. Imposible. Estamos construyendo en
toda América, pero sobre todo en América Latina, un tipo de grupo
o equipo de países que podrían ayudar a Venezuela en esta crisis.
Hemos hablado con los presidentes de Panamá, Perú, Argentina,
Brasil, Chile, México y todos ellos tienen muchas inquietudes
sobre Venezuela, y la razón es que Venezuela ya no es solamente
un problema local, sino un problema regional. Estamos pidiendo el
apoyo de la comunidad internacional y de la comunidad
latinoamericana para traer y construir una agenda democrática
aquí en Venezuela, y el objetivo principal de esta agenda es dejar
que el pueblo vote. Es muy claro, solo el voto puede traer una
solución.

SS. Pero el problema es que, a lo largo de esta entrevista, usted ha
estado hablando como si la oposición estuviera unida, y la oposición
está muy lejos de estar unida. Existen 21 partidos políticos. Por ejemplo
usted, como individuo, tiene un historial de divisiones y disputas con
dirigentes opositores, y francamente, gran parte del tiempo, la oposición
venezolana ha estado luchando entre ella misma, como ratas en un
saco. ¿Por qué la gente en el exterior, sin hablar de los venezolanos,
tomaría en serio esta propuesta de que, si se celebraran elecciones, y si
ustedes lograran ganarlas, ustedes podrían gobernar de manera
coherente, puesto que están tan divididos?

- JB. Perdona Stephen, pero eso no es cierto. Yo soy el Presidente
del Parlamento, y Presidente de un Parlamento que incluye 14
partidos políticos dentro de su coalición, y estamos muy orgullosos
de lo que hemos construido como unidad. No ha habido una sola
elección en la que hayamos presentado más de un candidato
presidencial. Solo se han dado elecciones con dos candidatos: un
candidato de la oposición y otro del Gobierno. Tenemos una
plataforma única, con un solo mensaje en la campaña. Tenemos
un sistema de reglas para la elección a través del referéndum y
elecciones primarias y una sola posición.

SS. Sí, entiendo que solo presentan un candidato contra Maduro e
insisten en que tienen un solo mensaje, que es que debería haber
elecciones y que Maduro ha de salir, pero eso no es suficiente. Me ha
estado diciendo que el pueblo venezolano está sufriendo, que las
tiendas están vacías, los hospitales no tienen fármacos, que el sistema
económico está roto, y sin embargo cuando veo lo que estas
proponiendo, no estás comunicando al pueblo venezolano cómo se
podría resolver la crisis que están viviendo. No tienes una plataforma
coherente, y muchos de vuestros partidos tienen visiones muy distintas
de lo que ustedes harían con el actual sistema chavista y socialista.

- JB. Mire, Stephen, lo que estamos viviendo en Venezuela es una
tragedia, no se trata de un Gobierno malo, como ocurre en los
demás países. Estamos viviendo una autentica tragedia. El pueblo
está muriendo, pasando hambre, sin medicinas, en las calles
rebuscando comida de la basura, mientras que vivimos en uno de
los países más ricos del mundo. Lo que tenemos en Venezuela es
un problema “pre-ideológico”, tenemos que luchar no por políticas
innovadoras, sino por la democracia, un gobierno civil, la
separación de poderes, frenos y equilibrios, el orden de la ley... y
en cada una de estos principios estamos muy unidos, no solo
como oposición, sino como un pueblo, como venezolanos, así que
no existen problemas en este sentido. Estamos viviendo una
tragedia de tal escala que tenemos mucho en común.

SS. Con todo el respeto, yo he estado en Venezuela, como debe saber,
he hablado con todo tipo de personas en distintas partes del país, con
distintas condiciones económicas, desde el suburbio muy acomodado
donde usted vive, hasta los barrios más pobres, donde los chavistas
más leales y radicales viven. La impresión que yo tuve es que mucha
gente se siente muy enajenada con respecto a Maduro, pero que aún
existe un núcleo central que apoya el socialismo y a la Revolución
Bolivariana, y a mí me parece que si ustedes logran sacar a Maduro
corren el riesgo de desencadenar un conflicto civil, e incluso una guerra
civil en Venezuela ¿Está usted dispuesto a arriesgarse esa posibilidad?

- JB. Yo no estoy de acuerdo con esa imagen. Porque primero, los
chavistas viven en algunas de las partes más ricas de la ciudad.

SS. Yo no estoy hablando sobre los miembros del Gobierno, sino de la
gente común, algunos de los cuales creen que es gracias a Hugo
Chávez que pueden tener una casa, un empleo y una existencia
económica mejor de la que tenían antes cuando su clase, Sr. Borges,
estaba en el poder en Venezuela en los años 80 y a principios de los 90.

- JB. Bueno en ese entonces yo tenía solo 20 años, perdón. Pero lo
que puedo decir es que ahora, esta gente sabe que Maduro ha
destrozado lo que había conseguido Chávez, y ahora mismo, las
bases chavistas y pro-Maduro solo conforman un 10 o 12% de la
población, y nosotros sabemos que podemos tener un futuro
Gobierno que incluya a esas personas en una nueva Venezuela;
una Venezuela unida. Así que yo no veo los problemas y las
razones para una posible confrontación, ya que no existe una
posición simétrica entre las dos partes, sino una situación casi
unánime: la oposición contra Maduro. Estamos hablando de un
90% de la población que está en contra Maduro, no de la mitad de
la población, así que no veo ningún riesgo de seguir con un
camino democrático y muy inclusivo (en eso tiene la razón), un
discurso político muy inclusivo para unificar todo el país.

SS. Déjeme hacerle una pregunta personal. Usted tiene cuatros hijos
jóvenes, usted sabe lo que está ocurriendo en su país hoy día; uno de
los líderes opositores más reconocidos, Leopoldo López, después del
último periodo de protestas masivas, fue acusado de incitación y
sentenciado a 14 años en la cárcel; usted ha sido atacado con una
tubería de metal, ha sido agredido el mes pasado, y le han lanzado
gases lacrimógenos; es muy probable que, considerando lo que Maduro
ha dicho sobre usted personalmente en los últimos días, termine
durante mucho tiempo en la cárcel, tal vez en una cárcel militar. ¿Está
usted preparado para eso?

- JB. Bueno, estoy preparado para luchar por lo que creemos en
Venezuela. Creo en la lucha por los valores que hacen de la
democracia algo fuerte, espléndido y grande para Venezuela y
cada uno de nosotros asume ese riesgo. Ayer dos muchachos
jóvenes murieron, y probablemente no estaban preparados para
eso, pero tenemos que pensar de manera positiva en Venezuela.
Todos los venezolanos saben, están conscientes del hecho de
que están luchando por algo, y tienen que hacer todo lo posible
para recuperar el país para cada uno de nosotros. Tenemos que
luchar con eso en mente.

SS. Hay una cosa que usted y el Sr. Maduro comparten y eso es la
necesidad de incluir a todos, usted ha hablado sobre eso, y Maduro en
los últimos días ha dicho que necesitan arrancar el diálogo. Tiene esta
idea de una Asamblea Constituyente para desarrollar un nuevo marco
constitucional y quiere que ustedes, como oposición, se unan a ese
diálogo. ¿Está usted dispuesto a hacer eso, ya que usted ha dicho que
"No" en múltiples ocasiones en el pasado?

- JB. Pero usted debe saber que esta propuesta de Maduro es un
autentico fraude. No será una Constitución, no será ratificada por
el pueblo, es algo parecido al congreso de Mussolini, del fascismo,
en el que los miembros fueron nombrados por sectores, y no
directamente por el pueblo, así que es un verdadero fraude, es
una copia del modelo de Cuba.

SS. Bueno, Julio Borges, tenemos que cerrar la entrevista aquí, pero
muchas gracias por acompañarme hoy en HARDtalk.

Tomado de: http://www.bbc.co.uk/programmes/p052nsxd

Los Gochos...


lunes, 15 de mayo de 2017

Crisis en Venezuela: ¿hasta cuándo puede aguantar su economía?




A continuación les presentó un trabajo periodístico realizado por el diario especializado en economía PULSO de Chile, donde tuve la oportunidad de ser entrevistado y compartir espacio con reconocidos personajes como Luís Vicente León.

 

¿Qué pasa? La crisis política, social y económica se ha agudizado en la nación liderada por Nicolás Maduro, acentuando un clima de preocupación por el futuro del país petrolero.

•¿Hasta cuándo puede aguantar? Según los expertos, al ser un país productor de petróleo todavía hay espacio y no se ha tocado fondo.

• ¿Qué consecuencias tiene? Solo se proyectan números peores para 2017, una caída impresionante de la producción y las importantaciones, mientras la inflación escalará sobre el 1.000%.


El estallido social y el elevado nivel de violencia que se ha visto las últimas semanas, han acentuado el clima de preocupación sobre el futuro de la nación al mando de Nicolás Maduro. En medio del caos, la escasez ahonda el desequilibrio como signo de las problemáticas del país petrolero, con una inflación por el cielo, un creciente déficit y una dualidad cambiara que parecen no acabar.

Sin embargo, al precio actual todavía hay mucho espacio en las cuentas fiscales para seguir haciendo transferencias y sustentando desde el cuerpo militar hasta la maquinaria del gobierno, con un déficit que debe estar cerca del 17% del PIB.

“La única deuda que van a seguir pagando es la extranjera, porque Venezuela tiene activos en el exterior pero la interna va a ser un default”, aseguró el experto del MIT.

En este sentido destaca PDVSA que en lo que va del año los CDS a cinco años cayeron 3,87% cerrando en 4.124 puntos el viernes, mientras que la tasa del bono de la estatal petrolera a diciembre de 2027 retrocedió
hasta 38,04%. 

Vicios monetarios 

Obviando el problema de gobernabilidad que hoy padece Caracas, la dualidad cambiaria juega un papel fundamental en la crisis. “Como parte de un proceso casi inédito en el mundo, en la ciudad de Cúcuta se determina el valor del bolívar venezolano, algo que debería hacer el banco central, pero que asumieron un conjunto de casas de cambio que de manera ilegal funcionan desde el lado colombiano y determinan el valor con respecto a cualquier divisa internacional”, comentó el economista Oscar Forero. En lo que va del año, la moneda venezolana ha caído a históricos: 99,5% a 5.100 por dólar en el mercado paralelo. Mientras que el dólar negro se ha apreciado sobre el 60% superando la barrera de los 5.000 bolívares, 510 veces por encima del tipo de cambio protegido (Dipro).

A juicios de los expertos, hay muchas soluciones para mejorar la oferta de bienes a partir de la unificación del tipo de cambio. De lo contrario, lo que se viene es sombrío: la demora de una nueva tasa de cambiaria con dos subastas semanales y dos aumentos salariales en lo que va del año, solo podrían traer como consecuencia más desabastecimiento e inflación.

“Se están dando las condiciones para una guerra civil”, explicó Forero por un conflicto que se está volcando bastante violento donde ambas partes no permiten alguien que piense diferente. “la situación preocupa mucho”, agregó.

Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, empresa de investigación de mercado con más de 25 años en Venezuela, dijo a PULSO que la información estadística en el país es muy complicada, porque el generador de la data convencional (el banco central), se niega a publicarla. “La información que nosotros producimos es directa por encuestas o por proyecciones”, señaló. Consultado por la revelación de cifras respondió que solo se presentan en privado a sus clientes.

“Puedes tocar cualquier variable económica y te das cuenta de la grave crisis que atraviesa el país, todo como consecuencia de un modelo económico que no funciona”, dijo por su lado el economista y asesor político Miguel Velarde.

Más del 95% de las exportaciones que se realizan en Venezuela provienen del crudo, cuyo dueño hoy es el Estado. “Va a ser difícil pensar en que la solución pase solo por lo económico, las protestas y la convulsión social no es solo porque la gente tiene hambre, sino también porque tiene sed de libertad”, señaló Velarde.

Solo se proyectan números peores para 2017, una caída impresionante de la producción y las importaciones que representan menos del 30% de lo que se ejecutaba en 2012, y una pérdida de confianza tanto de consumidores como de inversionistas en su peor nivel histórico. Con esto se conjuga una crisis fuerte que explica la caída del PIB el año pasado cercano al 10% y que para este año se espera una baja adicional de otro hasta -6%.

En conclusión, según León, “es un mito decir que las crisis económicas tumban a los gobiernos y que explotan al país, eso no es así”, si tu miras el caso cubano, Zimbabue y la crisis brutal de África, “los gobiernos siguen ahí. El único resultado es la gente emigrando”.

Acá el enlace: http://diariopulso.pressreader.com/pulso/20170515/textview

domingo, 14 de mayo de 2017

Swinger político entre Colombia y Venezuela.

 Por: Wilson Rodríguez

La inocultable y grave crisis económica, social, política y de gobernabilidad en la República Bolivariana de Venezuela requiere una solución basada en la unidad y mutua colaboración de nuestros pueblos. Yo, sin saber mucho de política, pero abierto a todas las alternativas pacíficas y de unidad, creo que la propuesta swinger puede ser una buena experiencia.

Los encuentros swinger son una revolucionaria práctica que se empezó a popularizar en la década de los 70s. Se trata básicamente de encuentros casuales o programados entre parejas (o grupos) para hacer intercambios de pareja y tener algún tipo de relación sexual (pueden ser desde simplemente observar a otra pareja teniendo relaciones hasta una relación sexual colectiva). Estas experiencias, si son de mutuo acuerdo (como debe ser) fortalecen (en la mayoría de los casos) las relaciones establecidas con la pareja permanente y estrechan los lazos de amistad entre los participantes. No se trata de tener relaciones paralelas o varias parejas, pues los intercambios son puntuales y definidos para un determinado espacio-tiempo. Lo que propongo es algo similar. Pequeños, francos, inocentes, enrriquecedores y satisfactorios intercambios puntuales entre nuestras diversas expresiones y personalidades políticas de Colombia y Venezuela.

Según parece, en Venezuela el problema es el presidente Maduro, pues la principal consigna de la oposición es que él debe salir de Miraflores, ¡pero ya! El tipo baila mientras el país está en crisis, hace cadenas aburridas e interminables de obligatoria transmisión por radio y televisión en las que no dice nada nuevo. En Cambio el presidente Santos habla muy poco y dice cosas muy puntuales en sus cadenas. Podríamos empezar el intercambio, por ejemplo con los jefes de Estado.

¿Qué tal si por una semana o dos intercambiamos presidentes? Que en Miraflores, en vez de un autobusero esté un Nobel de Paz y que en la Casa de Nariño en vez de un delfín esté (aunque sea por una vez) un hombre salido del pueblo

Empecemos imaginando qué haría el Nobel. Como parece ser la regla ahora, el Nobel de Paz se dedicaría a hacer la guerra para mantener la paz… así, Santos, desde Miraflores lanzaría su grito de guerra (¿o de paz?): “…no vamos a tolerar que los desmanes de unos desadaptados afecten la tranquilidad y mucho menos que queden impunes”, militarizaría Caracas con 50.000 (cincuenta mil) efectivos del ejército para repeler contundentemente las manifestaciones de la oposición, tal y como lo hizo el 30 de agosto de 2013 en el marco del Paro Nacional Agrario (el mismo que según él no existía).

Mandaría al ESMAD a controlar cualquier asomo de manifestación pública de masas en su contra y metería preso a cuanto terrorista se deje capturar en flagrancia; y para los que logren evadirse: allanamientos sin orden judicial, tal y como lo contempla el nuevo Código de Policía de Colombia. La policía estaría en libertad de repeler las protestas con armas letales y accionarlas sin previo aviso contra cualquier ciudadano, podría golpear periodistas que cubran las golpizas que le propinen a quien se deje agarrar. Obviamente los presos estarían sometidos a régimen penitenciario especial, hacinados, sin servicios de salud óptimos y sin comunicación con el exterior. O ¿Cuántos de los más de nueve mil quinientos (9.500) Presos Políticos y Prisioneros de Guerra que hay en Colombia están tan gordos y sanos como Leopoldo López, o se la pasan mandando mensajes por Tuiter?

Otra cosa que seguramente haría Santos sería atacar a sus enemigos en suelo extranjero. Así, infiltraría agentes de inteligencia y mandaría un ataque sobre seguro con bombardeos aéreos contra los campamentos de paramilitares que, desde Colombia, participan en el proceso de desestabilización de Venezuela. Esto lo haría, obviamente sin consulta, acuerdo o autorización del presidente del país hermano, tal como lo hizo cuando atacó tierra ecuatoriana para dar de baja a Raúl Reyes en 2008, (como buen Nobel de Paz, aunque cuando lo hizo era apenas Ministro de la Defensa y cumplía órdenes de su comandante en jefe Álvaro Uribe Vélez).

En materia económica, privatizaría todo lo que pueda durante su mandato (por eso los encuentros swinger tienen un espacio definido en el tiempo, para evitar abusos de confianza y otros inconvenientes). Empezaría por entregar la explotación del petróleo venezolano a las transnacionales. Impulsaría la utilización de las mejores tierras para la gran agroindustria (biocombustible) en vez de sembrar comida. Haría de la salud, la educación, las telecomunicaciones y demás servicios públicos un gran negocio donde se cobrarían tarifas impagables a todo el que quiera acceder a cualquier derecho en esta materia. Así, ya la gente no moriría por falta de medicinas, sino por falta de atención, tal y como ocurre en Colombia cuando dejan morir a los enfermos en la puerta de clínicas y hospitales si no están afiliados a una EPS o no tienen plata (porque eso es más humano y democrático). Aumentaría la edad y las semanas de cotización para pensionarse. Favorecería la producción a gran escala en cabeza de unos pocos para arruinar al pequeño productor y fortalecer el negocio de importación. En esto último no cambiarían las cosas fundamentalmente, pero es que los encuentros swinger tampoco son para hacer solamente cosas fuera de lo común y desconocidas en la relación estable.

Para finalizar Santos pactaría con la oposición un acuerdo político para terminar la confrontación, garantizar participación política en la vida nacional, liberar a los presos, hacer algunas reformas y simplemente no cumpliría, como hizo con los campesinos en 2013 y está haciendo ahora con las FARC-EP. 

Ahora imaginemos a Maduro en Bogotá. Lo primero que haría sería ponerse a manejar un Transmilenio, para recordar su época de autobusero y se pondría a bailar salsa en el Portal de Las Américas. Todo sería trasmitido por cadena nacional. Luego se inventaría cualquier pendejada, como por ejemplo una Gran Misión Vivienda Colombia porque le parecerían muy pocas las casas que entregó el ex vicepresidente Vargas Lleras (por cierto: ¿al fin cuántas serían?) y se impondría la meta de por lo menos un millón.  

Aumentaría el salario mínimo un 40%. Diría cosas de  dictador, como por ejemplo que la salud y la educación no pueden ser un negocio y que el Estado debería garantizar gratuitamente el acceso a estos derechos para todos los ciudadanos. Mandaría a dotar a todos los estudiantes, desde la primaria hasta la universidad de tabletas y computadoras portátiles las cuales llamaría Macarenas y Macarenítas. Mandaría a desalojar de Colombia a los militares gringos y la DEA. Entregaría créditos a los pequeños y medianos productores empezando por los campesinos de las ZRC. Hablaría de una tal Democracia Participativa y Protagónica (cosas de dictadores). Bajaría el precio de los combustibles y organizaría un plan de abastecimiento general de alimentos con un promedio de 20 productos a un precio menor de 10.000 pesos y lo peor: se entregarían directamente en las comunidades. Aunque es justo decir que la mayoría de estas aberrantes y antidemocráticas medidas fueron tomadas por el anterior dictador venezolano, Hugo Chávez, el actual las ha mantenido contra viento y marea.

Obviamente estas medidas y las otras que pudiera tomar generarían una tremenda crisis humanitaria en Colombia, pero esta sí sería visibilizada por todos los medios de comunicación (no como hoy en Colombia, donde asesinan en promedio 3 dirigentes sociales por semana, mueren niños de hambre y hay casi diez mil (10.000) presos por razones políticas pero nadie dice nada al respecto).

Frente a la crisis generada, el feroz dictador Maduro mandaría a la policía armada con chalecos antibalas, gases lacrimógenos y armas no letales para que repriman brutalmente a los pacíficos manifestantes que se resguardan detrás de fortificadas barricadas, armados con bombas molotov, revólveres, pistolas, escopetas y fusiles. En caso de capturas por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, les darían comida en las estaciones de policía y al otro día los dejaría ir, previo compromiso de no volverlo a hacer. Si llegasen a judicializar a algunos, los tratarían bajo las normas básicas del respeto a los derechos humanos. Llamaría a la oposición a una mesa de diálogo para buscar un acuerdo. Ojo, en el caso colombiano la oposición no está representada en el uribismo, como pretenden hacer creer los grandes medios de comunicación, sino en la izquierda, tanto la legal como la armada. Maduro buscaría incluso el apoyo del Papa si así se lo exigen sus detractores, con tal de llegar a una solución concertada a la crisis. Cedería ante la mayoría de sus demandas, sobre todo las económicas sin pedir a cambio mayor cosa: solo que dejen de bloquear calles, quemar cauchos, destruir instalaciones públicas, atacar hospitales y centros educativos… en fin, los exhortaría a dejar la violencia como expresión de la lucha política.

En caso de que le quede grande gobernar y negociar con la oposición, como le está pasando en Venezuela, seguro se le ocurriría salirse de la OEA, la cual, por cierto nació durante los sangrientos hechos del 9 de abril de 1948 en Bogotá. Convocaría una Asamblea Nacional Constituyente para que los ciudadanos y sus organizaciones políticas y gremiales discutan cómo dar solución a la crisis… cosas de dictadores.

Creo que en términos generales intercambiar presidentes sería muy provechoso y satisfactorio para nuestros países. En Venezuela se controlarían los desmanes y en Colombia el gobierno cedería un poco en beneficio de las grandes mayorías. Pero, como estas propuestas swinger pueden parecer un poco atrevidas para nuestras conservadoras sociedades, podríamos empezar con experiencias más moderadas, así como lo hacen las parejas más tímidas que empiezan con un baile pegadito, una caricia o un beso. Llevar las cosas poco a poco para ver cómo se siente e ir evaluando la experiencia. En el caso swinger-político, serían intercambios de pequeñas expresiones políticas. 

Yo, particularmente que he visto las protestas estudiantiles en ambos países y he visto también la actitud de las fuerzas del orden; debo confesar que la idea de ver cómo se comportarían ambos en un intercambio swinger me produce una curiosidad morbosa.
Intercambio de movimientos estudiantiles. 

Que el Movimiento Estudiantil Venezolano vaya a Colombia a protestar allá. Que destruyan las instalaciones físicas de las universidades del Estado a ver cómo les va con los estudiantes de estratos 1, 2 y 3 que con tanto esfuerzo van a colegios y universidades públicas con la ilusión de ser profesionales algún día. Que se mantengan en la calle hasta que caiga el rrrrrégimen de Santos y que se enfrenten al ESMAD. Que lo hagan con la perseverancia y la fuerza que tienen en Venezuela y que le enseñen a esos mediocres estudiantes colombianos para qué es que debe existir un Movimiento Estudiantil: derrocar gobiernos en vez de dedicarse a luchar por educación gratuita y de calidad para todos. Que CNN, RCN, NTN24 y Caracol denuncien (ahí sí con mayor razón) la brutal represión contra la protesta estudiantil.

Que el Movimiento Estudiantil Colombiano vaya a Venezuela. Para ver que los futuros profesionales, en vez de destruir bibliotecas con volúmenes incunables lean historia. Que reclamen mayor calidad en la educación que ya es gratuita y universal en vez de pedir que se cierren las misiones educativas que brindan a los más pobres la oportunidad de graduarse. Que generen desde las universidades ciencia para el desarrollo de la producción sustentable en vez de salir a quemar carros. Que cuenten con el patrocinio político, logístico y financiero nacional e internacional que tienen los estudiantes venezolanos para el desarrollo de su activismo político. 

Intercambio de fuerza pública.

Que el ESMAD vaya a Venezuela. Que esos valientes hombres y mujeres, quienes lucen unas imponentes armaduras sin mayor identificación, que han recibido entrenamiento especializado antidisturbios al punto de ser maestros en golpear niños de 15 años hasta matarlos a punta de físico garrote salgan a controlar las manifestaciones en Venezuela. Que lleguen, en nombre del orden público disparando, no solamente gases lacrimógenos y perdigones, sino balas con armas de fuego. Que allanen universidades y reduzcan por la fuerza las manifestaciones de inconformidad. Que despejen las vías y que así, muy legal y democráticamente reestablezcan la necesaria calma y el derecho a la movilidad de la mayoría de cuidadanos.

Que la PNB y la GNB vayan a reprimir las manifestaciones en Colombia. Que lleguen sin armas letales y sin mayor entrenamiento antidisturbios (porque en Venezuela, desde que el chavismo asumió el poder, no se había visto la represión contra las manifestaciones, salvo el 12 y 13 de abril de 2002 cuando Carmona Estanga dio golpe de estado a Chávez). Que mantengan una prudente y pasiva distancia mientras la gente bloquea las vías y visibiliza sus demandas (porque para eso son los bloqueos, no para atracar a los transeúntes). Que si la protesta se torna violenta, sigan manteniendo la distancia e intenten dispersar la manifestación con gases lacrimógenos y luego se retiren.

Intercambio de burguesía.

Que vaya la burguesía colombiana a Venezuela para que creen industria. No importaría que al igual que la venezolana explotaran a los trabajadores, porque al fin y al cabo eso hace la burguesía, pero que en vez de desangrar a la nación llevándose los dólares, que apalanquen la producción un poco, atiendan parte de la demanda nacional y exporten el resto, o todo si quieren, así aportarían con divisas al PIB.

Que vaya la burguesía venezolana a Colombia a ver si allá el Estado les va a dar divisas a precio preferencial para que importen lo que deberían producir. (Acá es importante aclarar algo: la burguesía no produce nada, ni en Colombia ni en Venezuela ni en ningún país del mundo. Quienes producen son los obreros).

Intercambio de oposición política, aclarando que en Colombia la oposición no es el uribismo sino la izquierda, tanto la legal como la alzada en armas.

Que vaya la oposición venezolana a hacer oposición en Colombia. Que llamen a derrocar el gobierno constitucional, que promuevan paros y golpes de estado. Que desconozcan los resultados de las elecciones que pierdan y griten fraude. Que intenten acercarse a una tanqueta a ver si allá los dejan voltearla y meterle candela. Que sus alcaldes y gobernadores encabecen los bloqueos de vías. Que griten dictadura a los cuatro vientos para ver cómo les va y cuánto tiempo les dura la fiesta. Que tengan que enfrentar a los grupos paramilitares que en complicidad con los organismos de seguridad del Estado asesinan y desaparecen a civiles opositores al régimen. Seguro que en menos de un mes, los que logren escapar de la muerte serán puestos tras las rejas.

Que vaya la oposición colombiana a hacer oposición en Venezuela. Que se les permita organizarse y reunirse tranquilamente en cualquier lugar del territorio nacional para dar a conocer y proyectar sus propuestas políticas. Que todos los medios de comunicación nacionales e internacionales hagan eco a sus ideas y sus denuncias. Que se puedan movilizar tranquilamente a cualquier lugar sin temor a ser asesinados. Que se les garantice el derecho a opinar diferente y eso no sea sinónimo de condena a muerte. 

Y ya entrados en gastos, sería bueno también aplicar otras prácticas de las artes amatorias en la política de nuestros países. Por ejemplo el exhibicionismo y el voyerismo como expresiones de satisfacción por medio de otros sentidos. A mí, por ejemplo me gustaría ver qué hace la oposición armada venezolana si actuara en Colombia, aclarando que en Colombia la oposición armada no son los paramilitares sino las guerrillas, y que en Venezuela ya se empieza a configurar una oposición armada que antes, (desde Chávez hasta hace muy poco) no existía.

Me gustaría ver a la oposición armada venezolana en Colombia decretando paros armados (como el que están adelantando de hecho en Táchira y Mérida); disparando contra los efectivos policiales y militares escudándose tras las manifestaciones civiles; intimidando, robando y asesinando a los ciudadanos que quedan atrapados tras las barricadas que instalan; almacenando material explosivo, armas y municiones en sus casas, pero que asuman las consecuencias de sus actos en vez de salir a llorar ante la comunidad internacional con el cuento de que son perseguidos políticos y se asuman como alzados en armas. Seguro que al enfrentar un ejército armado hasta los dientes, entrenado y fogueado en combate, inmisericorde, experto en guerra irregular, torturas y desapariciones se les acabarían rapidito los bríos que muestran en Venezuela.

Me gustaría ver a la oposición armada colombiana reclamando todos los días por la libertad de sus prisioneros de guerra y los demás presos políticos, empezando por Simón Trinidad. Ver a sus comandantes convocando y encabezando marchas con la consigna de derrocar al régimen.

Sería bueno que el señor Almagro también espíe morbosamente la intimidad de otros gobiernos… que se orgasme exhibiendo las fosas comunes, con la tortura, asesinato y desaparición de luchadores populares, estudiantes y periodistas en México o Colombia. Que en la apacible soledad de su interior se sienta un ser omnipresente al que ningún detalle se le escapa, por ejemplo, frente a los crímenes perpetrados contra el pueblo Mapuche en Chile y Argentina; el Golpe de Estado en Brasil y los retrocesos en materia de libertades democráticas y sociales en ese país; los masivos despidos en Argentina, donde además el demócrata Macri sacó del aire a TeleSur antes de que el dictador Maduro hiciera lo mismo con CNN.

Tal vez las nuestras sociedades no están preparadas para tan poco convencionales prácticas sexuales, y seguramente mi propuesta no tendrá eco, mucho menos aplicada a la política. Entonces, para gentes y políticos más recatados y conservadores, propongo que por lo menos recompongamos nuestras relaciones dentro de los parámetros establecidos en la democracia liberal que se supone rige nuestras naciones. Respetémonos, dialoguemos, lleguemos a consensos y acuerdos teniendo como  objetivo central y común la Paz, el progreso y la felicidad. No utilicemos la violencia para imponer nuestra voluntad sobre los argumentos del otro (o la otra, como casi siempre ocurre entre las parejas). En últimas, con swinger o monogamia, tanto en parejas como en política es pertinente recordar a John Lennon: “All you need is love”.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Colombia: Dólar bajará en el mediano plazo influenciado por el lucrativo negocio del narcotráfico.


 El dólar cerró ayer a $2.959 continuando con la tendencia alcista de las últimas semanas. A pesar de que se ha pretendido que la causa del alza se debe a los bajos precios del petróleo, no hay evidencia de que haya una relación entre ambos.

De acuerdo con Armando Montenegro, “esta tendencia a la devaluación del peso se debe a que están entrando millones de dólares para invertir en TES”. Pero puede ser que esta tendencia no dure. Las tasas de interés están aumentando en Estados Unidos, mientras que en Colombia tienden a bajar. Ello puede ahuyentar a los inversionistas extranjeros.

En todo caso la tendencia al mediano plazo será a la baja en el precio de la divisa, porque el mar de coca equivale a un océano de dólares que hay que legalizar. Aunque parte del dinero se queda afuera, es mucho lo que entra al país.

Mientras exista el narcotráfico vamos a sufrir de la enfermedad holandesa, cuando entran tantos dólares por esta actividad que el dólar cae, el peso se revalúa y desaparece la rentabilidad de las exportaciones legales.