Oscar Javier Forero Coronel

jueves, 30 de marzo de 2017

Administración de divisas y nuevo DICOM: ¿Funcionará?

Por: Oscar Javier Forero (*)

Recientemente el ciudadano Presidente de la República Nicolás Maduro Moros anunció, durante el cierre de la Expo Venezuela, la modificación del sistema de asignación de divisas por una nueva modalidad de DICOM que, por lo poco que se dijo, se regirá mediante mecanismos de funcionamiento semejantes a éste, es decir por medio de una tasa de cambio flotante de acuerdo a la oferta y la demanda. El primer mandatario nacional manifestó que ha decidido activar a partir de la próxima semana un nuevo modelo de DICOM “que permita perfeccionar y construir a mediano plazo, con éxito temprano de corto plazo, un sistema de acceso a las divisas de todos los sectores productivos y de todos los venezolanos[1],como una forma para fortalecer nuestro signo monetario, ofrecer una mayor oferta de divisas y derrotar al denominado dólar paralelo, para ello, pidió el apoyo “en todas las formas posibles del empresariado nacional (…) Vamos a derrotar al dólar criminal de Miami, tenemos que vencerlo” fueron las palabras del Jefe de Estado[2].

Sin embargo, es conveniente analizar, aún cuando no se han dado mayores detalles sobre este nuevo modelo, algunos puntos en especifico que sin duda alguna garantizarían el éxito de la medida, más cuando la impresión es que el sistema de administración de divisas que ha venido funcionando no cumple su papel y se encuentra rodeado de procesos administrativos y financieros oscuros que solo han contribuido a fortalecer la divisa paralela, por tal razón, era perentorio incluir en la agenda presidencial el tema cambiario, tomando en cuenta las implicaciones negativas que éste ha venido trayendo a la economía venezolana, aún cuando el dólar paralelo se ha reducido con respecto a semanas anteriores[3].

Algunos analistas incluso afectos al gobierno esperaban el anuncio de la eliminación del control de cambio vigente desde el año 2003, consideran que a la fecha no ha habido ningún tipo de control que frene la fuga de capitales, mientras el tipo de cambio en el mercado está prácticamente dominado por el dólar paralelo[4] (con muy contadas excepciones, cada vez menos). Pero, más allá de posturas de orden ideológico, proponer esta medida no es del todo valedera: Una liberación del mercado lo único que podría hacer es terminar de vaciar las pocas divisas con las que cuenta la República, trayendo un sin fin de problemas a nivel de pagos internos y externos que seria aprovechado por quienes atentan contra la estabilidad del país.

Dando como descartada esta opción y tomando en cuenta el anuncio del Ejecutivo nacional, de tan solo “modificar” el funcionamiento del DICOM, se pierde una oportunidad de oro para ofrecerle soluciones concretas al país, en especial a aquellos que con razón o no se encuentran descontentos o anonadados ante semejante crisis que pareciera no tener fin. Esto obliga a decir, que más que modificar el sistema de asignación de divisas lo que nos urge es tomar diversas acciones que realmente, más allá del discurso, neutralicen el efecto funesto del dólar paralelo, que bien vale la pena mencionar es más que la polémica página dolartoday.com.

Una de estas acciones es UNIFICAR el sistema de otorgamiento de dólares para frenar el inmenso y desconocido pero palpable desangre que día a día sufren las arcas y los bolsillos de los venezolanos. Sin ánimos de ser simplista o de minimizar otros factores que juegan un papel importante dentro del engranaje de afectación a nuestro bolívar (como el papel que juegan las casas de cambio colombianas o la extraña medición de nuestro riesgo país), es imperioso argumentar que la unificación en la tasa de cambio es el primer paso que debe dar el gobierno nacional para sacar al país de la crisis. Mientras que exista un sistema múltiple de cambio de divisas, mientras estemos viviendo la crisis contemporánea más compleja de nuestro país, mientras sea un absoluto misterio la asignación de divisas, mientras empresas ligadas al Estado y privadas (como la Polar) efectúen descarados fraudes cambiarios y mientras funcionarios públicos de dudosa procedencia moral sigan al frente del manejo de las divisas que ingresan al país, esta crisis no se solucionará, ni aún teniendo el barril de petroleo por encima de los 100 dólares.

Resulta inconcebible dentro de toda racionalidad que en un momento en el cual los ingresos petroleros han mermado[5], las reservas internacionales se vienen a pique[6], las finanzas dentro de PDVSA, principal proveedor de dólares, no se encuentran en su mejor momento[7], y existe una crisis que amenaza tangiblemente con desbancar a la izquierda del poder[8], sigamos subsidiando a esa pequeña pero poderosa élite que no solo disfruta recurrentemente del acceso a la divisa norteamericana, no solo se encargan de alimentar el mercado paralelo[9] con ganancias que rondan el 30.000 %, sino que prácticamente se la regalan por medio de un subsidio que representa una puñalada al corazón de la patria.

La otra acción obligante a tomar, si se quiere ser realmente eficaz en el proceso de administración de divisas, es castigar a quien haya que castigar. Pretender crear nuevos mecanismos de compra y venta de divisas con los mismos oscuros procedimientos y los mismos enviciados funcionarios, de ministros para abajo, es una ingenuidad del tamaño del desfalco que se le hizo a la nación. Tomar acciones al respecto es más que necesario, entro otras muchas razones mejoraría la percepción del venezolano de a píe y sentaría un precedente histórico semejante a la destitución de la corrompida y “autónoma” nómina mayor de Petróleos de Venezuela en el año 2002 y haría pagar la crisis a quienes realmente debieron pagarla desde el primer momento que está implosionó y no como ha venido ocurriendo a la fecha que las atrocidades cometidas en contra del tesoro nacional[10] las está padeciendo inaceptablemente el pueblo.

A diferencia de lo que generalmente se dice, el principal problema de nuestra economía no es lo financiero, ni la tan mencionada poca recepción de divisas. La baja en los precios del petroleo ha afectado no solo a Venezuela, sino a los más de 20 países que a diario exportan este commodity[11], algunos cartelizados dentro de la OPEP y otros de manera individual. Naciones como Arabia Saudita, Catar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, poseen economías mucho más dependientes del petroleo, con desiertos enteros donde es prácticamente imposible producir[12]; por su parte otras repúblicas como Iraq, Libia, Nigeria, Iran y Argelia, están siendo víctimas de cruentas guerras civiles, bloqueos económicos y financieros por parte de las potencias hegemónicas[13].

En Venezuela se presentan variables que obviamente influyen en el desenvolvimiento de la crisis: el poseer un sector industrial estéril, dependiente y peor aún, consumidor de la renta petrolera[14], junto a ataques sumamente perjudiciales contra la moneda como los que se realizan en las ciudades de Cúcuta y Miami[15] hacen de la situación venezolana algo especial, pese a ello se debe entender que el ataque a la moneda venezolana en las condiciones actuales, con la irracionalidad actual (específicamente desde 2013 en adelante) es más que una causa una consecuencia de errores, debilidades y complacencias que a lo interno han ocurrido y paulatinamente siguen misteriosamente ocurriendo[16].

Como ya se ha dicho, es innegable que la disminución en el precio del barril de petroleo afecta en mayor o menor medida a los países exportadores, pero más allá de estas afectaciones que podrían considerarse como normales, hay un fenómeno que no se ha visto (por lo menos con estas características) en otras latitudes. Ningún país de los mencionados anteriormente presentan caídas tan abruptas en su PIB[17], tampoco niveles de inflación que alcanzan la estratosfera[18], o procesos que mezclan desabastecimiento por un lado con sobreoferta de productos que llenan anaqueles en supermercados a precios incomprables, en una verdadera mezcolanza que viola hasta las leyes más básicas de la economía.

Según cifras de la OPEP, durante diciembre de 2016, Venezuela produjo un promedio de 2,021 millones de barriles de petroleo por día[19], a un precio de venta de 45 dólares por barril[20], este valor garantiza un ingreso diario, tan solo por la venta de petroleo, de 90,9 millones de US$, si tomamos en cuenta el costo de producción estimado por el Deutsche Bank en 20 dólares para el petroleo extraído en Venezuela[21], arroja una ganancia neta diaria de 50,5 millones de US$, superior a los promedios de ganancia diaria de los primeros tres años de la Revolución, donde el precio del barril de crudo tuvo una media cercana a los 17 dólares[22] y su costo de extracción se mantuvo en 3 dólares por barril[23].

Con estos niveles de valorización del barril de petroleo y con el margen de ganancia que duplica el costo de producción nuestro país no debería, bajo niveles óptimos de administración de recursos, sufrir las penurias que se vienen padeciendo desde hace cerca de tres años con sectores tan estratégicos como el alimenticio y el farmacéutico. Es también menester reconocer el inmenso y múltiple esfuerzo que a través de planes y proyectos han venido desarrollando algunos sectores del Ejecutivo Nacional con debilidades y vulnerabilidad pero que ofrecen una respuesta que apacigua la presión social y el accionar que podrían aprovechar quienes juegan a la catástrofe[24]. No obstante así como se reconoce este esfuerzo también se repudia el desfalco descarado que poderes económicos y políticos vienen haciendo en contra de la necesidad del pueblo y de la propia Revolución, aún cuando buena parte de estos grupos manifiestan su “lealtad” al proyecto político Socialista.

Aunado a ello, es importante hacer mención y memoria que entre diciembre de 2002 y febrero de 2003 Venezuela padeció uno de los paros generales más largos de la historia del planeta[25], más de 60 días de inmovilidad absoluta de las actividades petroleras y con posteriores meses que resultaron muy costosos para reactivar la producción, disminución en absoluto de las divisas que ingresaron al país, salida intempestiva de cerca de 19 mil millones de dólares, paralización al 100% en empresas de alimentos, medicinas y demás bienes y servicios[26]. Sin embargo durante esta compleja etapa que atentó de manera clara y directa con la necesidad del pueblo poniendo en jaque a la Revolución Bolivariana, cuando esta aún se encontraba bastante incipiente en experiencia y en poder político, no generó las falencias que en este momento 15 años después se han generado, por el correcto manejo de la crisis y por el correcto uso de las divisas destinadas a importar productos prioritarios como alimentos y medicinas, cosa que no ocurre en la actualidad, más por la permisividad y complacencia del Estado venezolano que por “virtudes” contrarevolucionarias del sector privado. De no ser así empresas amañadas en procesos de fraudes cambiarios no seguirían obteniendo ingestas divisas preferenciales aún cuando el propio Presidente de la República a ordenado infinidad de veces, de manera pública, cerrar el chorro de dólares[27].

En conclusión, mientras que no se elimine la dualidad cambiaria, mientras se siga subsidiando la corrupción y mientras se continúe entregando torpemente divisas a quienes no solo generaron la crisis, sino que la alimentan y mantienen con sus precios exorbitantes, el panorama económico no mejorará, el mercado paralelo continuará al alza, el desabastecimiento se mantendrá y el óxido que corroe y desgasta el proyecto político bolivariano seguirá avanzando sin anuncio, medida o acción que definitivamente como tantas veces se ha prometido, le detenga.


(*) Economista e Investigador.
Twitter: @Oscar_forero83
Sugerencias y comentarios: Oscarjforero83@hotmail.com


Referencias:

2.- Ibidem.
11.http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151208_economia_caida_precio_petroleo_ganadores_perdedores_egn
12.- Para ello basta solo con tomar un mapa y observar los extensos desiertos que componen la geografía de estos países.
24.- Una de estas medidas son los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP)




miércoles, 29 de marzo de 2017

Hay tres veces más celulares que inodoros en África

Niñas y niños recolectan agua de un canal en el sistema de irrigación de Magwe en el sur de Matabeleland, Zimbabwe. 
Crédito: Busani Bafana/IPS.

Por Busani Bafana
El agua y el saneamiento son clave para mantener un buen estado de salud y para el bienestar económico. Sin embargo, el agua y el saneamiento siguen al margen de las prioridades de desarrollo de África, donde su elevado costo y las malas políticas hacen que millones de personas carezcan de agua por cañería y de inodoros.
A pesar de ser signatario de varios acuerdos para garantizar la seguridad hídrica, este continente simplemente no puede pagar la infraestructura necesaria para que todas las personas gocen de ese derecho, explicó el especialista Mike Muller.
África subsahariana utiliza menos de cinco por ciento de sus recursos hídricos, pero el costo de llevar el servicio por cañería a toda la ciudadanía puede resultar prohibitivo, indicó Muller, de la Universidad Witwatersand, en Sudáfrica.

“El suministro de agua doméstico es una prioridad política en África y el saneamiento se ha vuelto más importante, pero los servicios cuestan dinero”, precisó.
El Consejo Mundial de Agua (WWC, en inglés), fundado en 1996 con más 300 miembros que abogan por la seguridad hídrica, señala que el mundo deberá destinar unos 650.000 millones de dólares al año desde ahora a 2030 para construir la infraestructura necesaria para garantizar la seguridad hídrica universal.
Problemas hídricos todavía son corrientes
Este continente todavía está lejos de gozar de los retornos de sus inversiones en el sector hídrico. Por ejemplo, tiene más ciudadanos con teléfonos móviles que personas con acceso a agua limpia y retretes con saneamiento.
Un informe de 2016 publicado por Afrobarometer, una red panafricana de investigación que estudió el acceso a los servicios básicos y la infraestructura en 35 países africanos, concluyó que solo 30 por ciento de los africanos tenían acceso a inodoros y solo 63 por ciento al agua por cañería, pero 93 de ellos tenían servicio de telefonía móvil.
Los gobiernos deben invertir en proyectos hídricos que provean de agua potable a toda la ciudadanía en un mundo donde 800 millones de personas no tienen acceso a ella y donde las enfermedades derivadas del agua contaminada dejan 3,5 millones de personas muertas al año, indicó el WWC en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra este martes 22 bajo el lema: “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?”.
El WWC alertó que la inseguridad hídrica le cuesta a la economía mundial unos 500.000 millones de dólares al año.
“Los líderes del mundo se dieron cuenta de que el saneamiento es fundamental para la salud pública, pero debemos actuar ahora para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) seis, “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos para 2030”, recordó el presidente del WWC, Benedito Braga.
“Necesitamos un compromiso al más alto nivel para garantizar la disponibilidad de recursos de agua limpia en cada pueblo y ciudad del mundo”, acotó.
La falta de acceso al agua, alertó Braga, puede contribuir al hambre, a la guerra y a la migración sin control e irregular.
“El agua es un ingrediente esencial para el desarrollo social y económico en todos los sectores; asegura que haya suficientes alimentos para todos, provee suficientes suministros de energía estable y asegura el mercado y la estabilidad industrial entre otros beneficios”, indicó.
El mundo no pudo cumplir con la meta de saneamiento para 2015 y quedaron 2.400 millones de personas sin el servicio y la necesidad de invertir en agua y saneamiento, lo que según el WWC dejó alrededor de 4,3 dólares de retorno por cada dólar invertido, al reducir los costos de la salud, precisó.

Riqueza de aguas residuales
ONU Agua recuerda que las aguas residuales son una fuente sin explotar si se tratan adecuadamente.
Estas son “una combinación de efluentes domésticos compuestos por aguas negras (heces, orina y lodos fecales) y aguas grises (del baño y la cocina), además del agua de establecimientos comerciales y efluentes de instituciones y de la industria y la agricultura”, según la ONU.
De acuerdo con el cuarto Informe del Desarrollo Mundial de Agua, actualmente solo 20 por ciento de las aguas servidas son tratadas como corresponde, y eso depende principalmente del ingreso de cada país.
Eso significa que la capacidad de tratamiento es 70 por ciento de las aguas residuales generales en los países de altos ingresos, en comparación con solo ocho por ciento en los de bajos ingresos, según el informe analítico de ONU Agua, Gestión de Aguas Residuales.
“Se necesita de un cambio de paradigma en la política de agua en el mundo no solo para prevenir más daños a los ecosistemas sensibles y al ambiente acuático, sino también para subrayar de que las aguas residuales son un recurso (en términos de agua y también de nutrientes para su uso agrícola), cuya efectiva gestión es esencial para la seguridad futura del agua”, indicó ONU Agua.
Muller precisó que África no puede concentrarse en las aguas residuales sin garantizar primero un servicio de agua potable adecuado.
“El foco en las aguas residuales refleja los deseos del mundo rico de reducir la contaminación, proteger el ambiente y vender tecnología”, observó Muller.
“Hay grandes ciudades y pueblos, donde el agua ‘usada’ se trata y se reutiliza, en otros, los agricultores periurbanos buscan las aguas no tratadas porque son un valioso fertilizante”, explicó.

“Pero en lugares sin suministro de agua adecuado o sin alcantarillado para llevarse las aguas residuales, su tratamiento todavía no es una prioridad, pues sin suministro de agua potable no pueden haber aguas residuales”, precisó.
Según el WWC, alrededor de 90 por ciento de las aguas servidas del mundo se vierten sin tratar al ambiente. Más de 923 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 2.400 millones no tienen saneamiento adecuado.
“Casi 40 por ciento de la población mundial ya padece la escasez hídrica, la que podría aumentar a las dos terceras partes de la misma para 2025. Además, alrededor de 700 millones de personas viven en zonas urbanas sin retretes seguros”, indicó el Consejo.
Las aguas servidas pueden ser una fuente de líquido vital en tiempos de sequía, en especial para la industria y la agricultura, de nutrientes para el suelo, para la agricultura, acondicionador de suelos y fuente de energía.
Algunas impurezas en las aguas residuales son útiles como fertilizantes orgánicos. Con el tratamiento adecuado, también pueden servir para las pasturas del ganado.
“Lograr avances en materia de agua potable es un éxito temporal si no se atienden otros elementos como el saneamiento y la gestión de aguas residuales, en especial en zonas urbanas”, dijo Clever Mafuta, coordinador de GRID-Arendal, a IPS.
“El agua residual termina en fuentes usadas para beber, y si no se la gestiona bien, se pierden los logros en el suministro de agua potable”, añadió Mafuta, cuya organización con sede en Noruega colabora con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
La ONU estima que solo África subsahariana pierde 40.000 millones de horas por año recolectando agua, un año entero de trabajo de la población de Francia.
La Visión de Agua de África para 2025, lanzada por agencias de la ONU y órganos regionales africanos en 2000, identificó al clima extremo y a la variabilidad de las lluvias, la inapropiada gobernanza, los acuerdos institucionales en la gestión de las cuencas y el financiamiento insostenible de las inversiones en agua y saneamiento como amenazas a la escasez de agua en este continente.
Los ministros africanos de área adoptaron la Declaración sobre Saneamiento e Higiene de Ngor, en mayo de 2015 en Senegal, comprometiéndose a ofrecer acceso al saneamiento y eliminar la defecación al aire libre para 2030. Peor es un objetivo todavía lejano.
El Consejo de Ministros Africanos sobre Agua desarrolló un sistema de monitoreo e información para el sector de agua y saneamiento.
El secretario ejecutivo, Canisius Kanangire, lo consideró un paso importante para asegurar la gestión efectiva y eficiente de los recursos hídricos del continente y el suministro de un acceso adecuado e igualitario al agua y el saneamiento para todos.
Traducido por Verónica Firme

La esclavitud no es cosa del pasado

Jóvenes en Colombia son víctimas de explotación sexual. Crédito: UNICEF/Donna DeCesare.


Por Baher Kamal

Por más de 400 años, más de 15 millones de hombres, mujeres, niñas y niños fueron víctimas del comercio de esclavos, uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad que no ha terminado, solo cambió de forma con las 21 millones de personas que actualmente sufren trabajos forzados y explotación extrema.

Las víctimas del tráfico de personas se encuentran en 106 de 193 países, indicó el Informe Mundial sobre Tráfico de Personas, publicado en diciembre de 2016 y realizado por encargo de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Muchas de ellas se encuentran en zonas de conflicto, donde los responsables permanecen impunes, y las mujeres, las niñas y los niños son mayoría.

Las consecuencias de la esclavitud son eternas y el mundo todavía tiene que superar el problema del racismo. Algunas formas de esclavitud se abolieron, pero aparecieron otras, como la trata y el tráfico de personas y el trabajo forzado y la servidumbre por deuda.

A todo eso se agrega el impacto específico que esas formas de esclavitud tienen en millones de mujeres y niñas, víctimas de explotación sexual y de otras formas de esclavitud.

De hecho, millones de mujeres y niñas se venden para que sirvan de esclavas sexuales, señala el estudio realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Además, 79 por ciento de las víctimas de tráfico registradas son mujeres y menores de edad. De 2012 a 2014, la UNODC estima que se detectaron más de 500 flujos diferentes de tráfico, y que los países de Europa occidental identificaron víctimas de 137 nacionalidades distintas, lo que muestra que es un problema extendido a escala mundial.

La explotación sexual y el trabajo forzado son las formas más comunes de esclavitud moderna, pero también hay personas obligadas a mendigar, a contraer matrimonios por conveniencia, a defraudar por beneficios sociales, a producir pornografía, a aceptar la extracción de sus órganos vitales, entre otras más.

El foro mundial estima que el valor de ese mercado ascendió a unos 32.000 millones de dólares en 2005, que podrían haberse duplicado o hasta triplicado a juzgar por la ola de personas obligadas a migrar por la creciente pobreza generada por el cambio climático y la mayor desigualdad, además de por los conflictos armados en distintas partes del mundo.

La organización de derechos humanos estadounidense Human Rights First denunció que la trata y el tráfico humano es un “gran negocio”.

Deja unos 150.000 millones de dólares de ganancia a los delincuentes, precisó, en base a datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Estas son las ganancias según la forma de esclavitud:
– 99.000 millones de dólares, la explotación sexual comercial;
– 34.000 millones de dólares, la construcción, la manufactura, la minería y los servicios;
– 9.000 millones de dólares, la agricultura, que incluye silvicultura y pesca;
– 8.000 millones de dólares se ahorran al año los particulares que contratan trabajadoras domésticas en condiciones de trabajo forzado.

Si bien 22 por ciento de las víctimas de trata y tráfico sufren explotación sexual, esa actividad concentra 66 por ciento de las ganancias globales que genera la esclavitud, observó Human Rights First.

Además, la organización estima que los 100.000 dólares generados, en promedio, cada año por una mujer en situación de servidumbre sexual, son seis veces más que los 21.800 dólares que en promedio genera cada víctima de tráfico y trata, según datos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Los estudios de la OSCE muestran que la explotación sexual puede tener una rentabilidad de entre 100 a 1.000 por ciento, mientras un trabajador esclavo puede producir más de 50 por ciento de ganancia aun en los mercados menos rentables, como el trabajo agrícola en India.

La dimensión del problema llevó a la ONU a declarar el 25 de marzo como el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos, una forma de recordar a las personas que sufrieron y murieron por el brutal sistema de esclavitud , pero también para generar conciencia sobre los peligros actuales.

“No tenemos que olvidar nunca ese capítulo oscuro de la historia de la humanidad”, subrayó el secretario general António Guterres el 24 de este mes frente a la Asamblea General.

“Siempre tenemos que recordar el papel desempeñado por muchos de nuestros países, incluido el mío, Portugal, en provocar la mayor migración forzada de la historia y en robar a tantos millones de personas su dignidad y a menudo también sus vidas”, subrayó.

El presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, pidió la protección de los derechos humanos y terminar con el racismo, la xenofobia y las formas modernas de esclavitud, como trata y tráfico humano, trabajo forzado y trabajo infantil.

Las consecuencias de la esclavitud no terminaron con su abolición, subrayó, y además de recordar las negativas, destacó los aportes de los descendientes de esclavos a la creación de las actuales sociedades multiculturales.

El 21 de este mes, el foro mundial conmemoró el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial bajo el lema “El sesgo racista y la incitación al odio, en particular, en el contexto de la migración”.

La caracterización racial y étnica se define como “el recurso de los agentes de las fuerzas del orden, de seguridad y de control fronterizo a criterios basados en la raza, el color de la piel, la ascendencia o el origen nacional o étnico para someter a personas a registros detallados, controles de identidad e investigaciones, o para determinar si realizan actividades delictivas”, señala un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos por el relator especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas de intolerancia.

“Los refugiados y los migrantes son objeto de controles basados en perfiles raciales y en la incitación al odio”, como se puede leer en la página oficial del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.

“En la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, aprobada en septiembre de 2016, los Estados Miembros de las Naciones Unidas condenaron enérgicamente los actos y las manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra los refugiados y los migrantes, y se comprometieron a tomar medidas para combatir esas aptitudes y comportamientos, especialmente los delitos motivados por prejuicios, el discurso de odio y la violencia racial”, agrega.

Todos los países, no solo Estados Unidos y los europeos, suscriben de forma sistemática esa y muchas otras declaraciones, tratados y convenciones, ¿pero realmente están comprometidos a honrarlas? ¿Cuándo?

Traducido por Verónica Firme



lunes, 27 de marzo de 2017

Histórico: El 97,9% de un municipio colombiano vota en contra de la minería y echa a una multinacional canadiense


Foto: Votación en Cajamarca en la consulta popular sobre el proyecto de minería La Colosa.
Con una abrumadora mayoría del 97,9 por ciento de los votos, los habitantes de la población de Cajamarca, en el departamento del Tolima, votaron en contra de la minería, personificado en este caso en el proyecto de oro La Colosa, el cual viene siendo adelantado desde hace 10 años por la multinacional AngloGold Ashanti, con un potencial de 28 millones de onzas de oro en el cerro La Guala.

A la pregunta de si ¿Está usted de acuerdo, Sí o No, con que en el municipio de Cajamarca se ejecuten proyectos y actividades mineras?, 6.165 personas de las 6.296 que votaron dijeron que No, mientras que solo 76 dieron un voto afirmativo, con un censo electoral de 16.312 personas.

Jorge Enrique Cardozo, director de Cortolima, aseguró que la explotación minera sería “altamente inconveniente”, pues se ejecutaría en la cuenca alta del río Coello, donde existen 176 nacimientos de agua.
Otra posición tenían los 130 integrantes de la Asociación para la Promoción de la Minería Responsable (Aprominca) encabezados por Fernando Hernández, quien consideraban que el no a la explotación minera les viola el derecho al trabajo.

 
¿ES APLICABLE A LA COLOSA?

Carlos Hernando Enciso, gerente de Asuntos Corporativos de AngloGold, aclaró que los efectos de la consulta “son a futuro y no retroactivos”.

“El Consejo de Estado, en sentencia emitida en diciembre pasado, adujo que deben respetarse los derechos adquiridos de las empresas que han venido desarrollando actividades con sus respectivos permisos”, afirmó Enciso.

El viceministro de Minas, Carlos Cante, sostuvo antes de la consulta de hoy no es solamente sobre explotación de oro, sino que los ciudadanos del municipio deben analizar, en caso de que gane el no, “cuánto les va a costar, de ahí en adelante, conseguir la arena, el ladrillo, el balastro y todo lo que requieren para sus vías y edificaciones”.
ALCANCES
El Centro de Estudios Jurídicos y Sociales (Dejusticia) hizo algunas precisiones sobre el alcance de la consulta popular y su impacto sobre los proyectos mineros en curso. Aseguró que la decisión que toma la ciudadanía en una consulta popular “es vinculante y obligatoria” y agregó que la ley establece de forma clara que si la votación en la consulta supera el umbral (un tercio del Censo), la decisión que obtenga la mitad más uno de los votos válidos debe respetarse y materializarse.

Pero el viceministro Cante sostuvo que “no hay claridad del efecto vinculante” de la consulta de hoy. “Cuando hay una decisión política, las comunidades deben ser conscientes de que los inversionistas pueden avanzar jurídicamente”, afirmó el funcionario.

La votación, de iniciativa ciudadana y organizada por la Registraduría, se realizó entre las 8 a. m. y las 4 p. m., y para que fuera valida debían participar la tercera parte del Censo Electoral, o sea, 5.438 ciudadanos. De ellos se requería que la mitad más uno votará por el sí o por no.


TRES REPAROS AMBIENTALES
Cambiar vocación agrícola

Quienes estaban en contra de la explotación decían que se removerían suelos que tienen elementos conocidos como andisoles, que permiten un óptimo aprovechamiento agrícola. Para algunos, Cajamarca es llamada la despensa del centro del país.

Escombros de la mina
Según un estudio del London Mining Network, hay alta probabilidad de que esos residuos “contengan sulfuros, que emitirían aguas ácidas que a su vez disolverían metales pesados tóxicos”. A los expertos les preocupa el drenaje ácido que favorece la movilización de elementos tóxicos como arsénico, mercurio, cadmio, plomo y bario.

Posibilidad de sequías

Una de las quejas es la falta de datos en términos de recarga de acuíferos y aguas subterráneas porque, en cuanto a cambio climático, hacia el futuro, se podrían presentar episodios de sequías y la posibilidad de déficit de aguas.

jueves, 23 de marzo de 2017

Hay cada vez menos millonarios latinoamericanos en el mundo

La cantidad de magnates latinoamericanos con más de 1.000 millones de dólares en el mundo cayó de 101 en 2015 a 68 en 2016, según la revista financiera Forbes.

Para Facundo Sonatti, periodista especializado en negocios y colaborador de Forbes Argentina y La Nación, una de las razones que explican menor presencia latinoamericana en el ránking son las devaluaciones de las monedas regionales y la subida del dólar.

"Además los sectores vinculados al petróleo tuvieron un mal año, eso hizo que muchos cayeran. Si su patrimonio quedó por debajo de los 1.000 millones de dólares, desaparecieron de la lista", explicó.

Las 68 fortunas acumularon un valor de 297.500 millones de dólares, unos 117.500 millones menos que en la edición anterior. Según explicó el especialista, Brasil es el país que aporta más millonarios latinoamericanos a la lista, cerca de 40. Lo sigue México muy por detrás con menos de 20, luego Chile y Argentina.

Un mexicano y dos brasileños encabezan la lista regional. "Carlos Slim, quien llegó a ser el hombre adinerado del mundo, viene cayendo sistemáticamente. Esto tiene que ver con cómo la legislación mexicana pone límites a su monopolio en telecomunicaciones. Además el avance de la tecnología implica inversiones que hacen que su rentabilidad caiga. De todos modos se mantiene como el hombre más rico de la región", indicó.

En el segundo puesto aparece Jorge Paulo Lemann. "Su caso es particular porque invierte por fuera de América Latina. Una de sus mayores apuestas es Burger King, Estados Unidos. Una de sus estrategias principales, copiada por otros empresarios, es reestructurar los costos de las compañías que compra para hacerlas más eficientes y ganar más dinero. Empieza siempre por reducir los gastos más insólitos, como no comprar más lapiceras, reducir las resmas de papel a la mitad o hacer que los ejecutivos viajen en aviones de línea en vez de privados", indicó el periodista.

Para Sonatti, el tercer caso, el de Joseph Safra, es "curioso". "El banco que lleva su nombre se ubica dentro de los 10 más grandes de Brasil, en un país con tres años de recesión. Safra lleva adelante un negocio rentable en un rubro muy complicado por el contexto, como es el financiero. Sin embargo casi duplicó su fortuna en tres años, algo asombroso como mínimo", concluyó.

Exportaciones no tradicionales se han duplicado en el primer trimestre del año


Durante el primer trimestre de 2017, las exportaciones no tradicionales de Venezuela se han duplicado en comparación con el mismo período de 2016, así lo indicó este miércoles Arnoldo García, presidente de la Asociación Nacional de Graniteros y vocero del Motor Exportación dentro del Consejo Nacional de Economía, reseñó AVN.

"Esto hay que verlo como una alternativa real del país para empezar a generar divisas por una vía distinta al tema monoproductor de petróleo", afirmó García en entrevista en el programa Al aire, que transmite Venezolana de Televisión

El presidente de la Asociación Nacional de Graniteros indicó que en los tres primeros meses del año se exportaron 961 toneladas métricas de cacao a Holanda, Italia y Japón; 332 toneladas de lingotes de aluminio se destinaron a Estados Unidos; 99 toneladas de madera a Puerto Rico e Israel; 131 toneladas de productos químicos se enviaron a Colombia, y 376 toneladas de carbón vegetal a Emiratos Árabes, España e Italia.

Asimismo, se exportaron 56 toneladas de pescado congelado a Asia; 1.000 toneladas de piel de bovino a China e Italia; 25 toneladas de artículos plásticos y placa cerámica a Estados Unidos, Eslovenia, Panamá y República Dominicana; 115 toneladas de granito a Colombia y Rusia, y 4.000 toneladas métricas de cabilla a Canadá.

García destacó el estímulo que representa para las empresas la modificación del convenio Convenio Cambiario N° 34, que contempla que los exportadores podrán retener y administrar hasta 80% del ingreso que perciben en divisas producto de su actividad económica, para atender gastos o pagos que deban realizar; y reportar el 20% restante al Banco Central de Venezuela (BCV).

También se refirió al 60% de avance que se ha logrado la simplificación de trámites por parte del Ministerio para el Comercio Exterior y la Inversión Internacional, y la labor del Banco de Comercio Exterior para promocionar la oferta exportable venezolana.

Con respecto a la Expo Venezuela Potencia 2017, que se realizará del 23 al 26 de marzo en el Poliedro de Caracas, García recordó que en esta vitrina participarán más de 400 empresas venezolanas que cubren las expectativas del mercado interno y abarcan las áreas de los 15 Motores de la Agenda Económica Bolivariana

Según cifras oficiales Colombia tiene 285 mil nuevos indigentes en las calles.


Las cifras de la pobreza en Colombia presentadas el miércoles por el Dane muestran resultados contradictorios. Según la pobreza monetaria, el fenómeno aumentó por primera vez, en 14 años. Según el Índice de Pobreza Multidimensional, el fenómeno siguió bajando.

En la primera medición, la pobreza se incrementó de 27,8 a 28 por ciento, y hay 229.000 pobres más.
Un indicador que mide el ingreso en valores mensuales por persona y que define la llamada línea de pobreza, donde si se está por encima se supera la pobreza y por debajo se considera pobre. Para el año pasado, ese valor es de 241.673 pesos al mes.
En la segunda, que evalúa cinco dimensiones en los hogares colombianos (vivienda, salud, educación, trabajo, juventud y niñez), se redujo de 20,2 a 17,8 por ciento, y hay un millón de pobres menos.

Así mismo, los resultados muestran que la indigencia o pobreza extrema aumentó de 7,9 a 8,5 por ciento de la población, es decir que hay 285.000 personas más que en el 2015 cuyos ingresos no alcanzan para conseguir los nutrientes básicos. Aquí, la línea de pobreza se ubicó sobre los 114.692 pesos.

Entre tanto, la desigualdad de los ingresos tuvo una pequeña reducción. El coeficiente de Gini pasó de 0,522 a 0,517. Entre más cercano a cero, hay más igualdad, y entre más cercano a 1, más desigualdad.

(Además: Unas 4,6 millones de personas han salido de la pobreza en seis años)

Las razones de las divergencias entre las mediciones de pobreza obedecen a que los aumentos récord de los precios de la canasta familiar hicieron que la pobreza monetaria subiera, mientras que la otra manera de medir –la multidimensional– fue afectada para bien en el ámbito nacional por avances en la disminución de barreras de acceso a los servicios de salud y aumento en el número de años promedio de educación, según lo revelado ayer por el Dane.

En este mismo sentido, la entidad explicó que “la pobreza multidimensional en Colombia ha mantenido una tendencia decreciente desde el 2010: pasó de 30,4 por ciento al inicio de la década a 17,8 por ciento en el 2016”.

Lo anterior significa que el país pasó de tener 13’719.000 personas en condición de pobreza multidimensional en el 2010 a 8’586.000 en el 2016, lo que equivale a una reducción de 5’133.000 personas en ese periodo.

“Esto nos coloca en el panorama donde queríamos estar, y es satisfactorio decir que las metas que nos pusimos de 5 millones de personas que salieran de la pobreza multidimensional ya se cumplieron antes de terminar el periodo, y la meta de reducción de desigualdad se cumplió también antes. El gran esfuerzo es mantener esa tendencia”, dijo el presidente Juan Manuel Santos.

Para el director (e) de Prosperidad Social, Nemesio Roys, las cifras presentadas en lo que tiene que ver con el Índice de Pobreza Multidimensional evidencia que la política social ha contribuido a la superación de la pobreza de manera integral.
Mientras que en pobreza monetaria coincide en afirmar que ese incremento se dio como consecuencia del impacto de la inflación.

(También: Pese a logros, Colombia está entre los diez más desiguales: Banco Mundial)

“No obstante, este indicador disminuyó para los centros poblados y rurales dispersos, pasando de 40,3 a 38,6 por ciento, lo que significa una reducción del 1,7 por ciento”, explicó Roys.

Así mismo, el funcionario destacó que el aumento del presupuesto en 1,1 billones de pesos para el sector de la superación de la pobreza, la inclusión social y la reconciliación ratifica la prioridad puesta en términos de política social, y que esta adición permitirá darles continuidad a programas y proyectos que ya han demostrado su eficacia y acogida en la población participante y beneficiaria.
¿Cómo se había bajado la pobreza hasta el 2015?
Nemesio Roys, director (e) de Prosperidad Social, dijo que en estos logros ha sido clave el enfoque que se les ha dado a los programas que tiene el Estado para superación de la pobreza, donde hay unos muy básicos, como otros de transferencias monetarias como ‘Más familias en acción’, que complementa el ingreso de los hogares, pero está condicionado a que los niños estén en el sistema educativo y asistan a unos controles de crecimiento para darles acceso a salud.

Agregó que las acciones no solo se pueden limitar a subsidios, sino que deben trascender las soluciones estructurales, de largo plazo y autosostenibles, por lo que cuentan con la inclusión productiva para que las familias sean capaces de producir su propio ingreso y solventar sus necesidades.
El director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería, Eduardo Sarmiento, dice que el principal factor que influyó en la reducción de la pobreza fue el alto crecimiento económico de comienzos de la administración Santos, que se debió en buena medida a la revaluación del tipo de cambio y al éxito del modelo de minería y de petróleo.

(Además: 'En el campo solo queda uno de cada cinco trabajadores': director de la OIT)

Mientras que Cecilia López, pese a reconocer los avances que ha tenido Colombia, dice que tener aún más de un 12 por ciento de pobreza es muy alto, que la indigencia se resiste a bajar más (que debería ser una meta clara del país) y que, por otro lado, la desigualdad sigue siendo una de las más altas en el mundo.
Los retos pendientes para lograr más avancesNemesio Roys, director (e) de Prosperidad Social, dijo que para evitar que las familias que han superado la pobreza vuelvan a caer en ella, debe haber acompañamiento permanente –a través de la Red Unidas– y mantenerla en un régimen de transición donde sigue por un tiempo limitado en los programas hasta que se garantice que ya no está en la clase emergente, sino más cerca de la media consolidada.

Frente a la indigencia, sostiene que el gran reto para la atención de esta población es que esta arranque en los entes territoriales, más en alcaldías, para iniciar con el tratamiento en la fase inicial y luego entre Prosperidad Social con sus programas, y el tercer reto es el del posconflicto, que para Roys es muy importante, pues la pobreza en las zonas rurales es tres veces mayor que en las urbanas. “El posconflicto nos va a dejar llegar a donde antes no podíamos, y eso nos va a permitir reducir esa pobreza rural tan grande, pero de una manera articulada”, explicó.


Mientras que la exministra Cecilia López manifiesta que Colombia tiene que hacer un replanteamiento de su política social porque, pese a los avances, la proporción de personas vulnerables y con riesgo de volver a caer en la pobreza es del 36 por ciento, lo que indica que la responsabilidad del país no son solo los pobres, que al sumarlos son casi el 70 por ciento de la población, luego dice que llegó el momento de replantear, de mirar el contenido social de la política económica y de volver a las políticas sociales universales.


Para Eduardo Sarmiento, lo que se necesita hacia adelante no es tanto seguir reduciendo la pobreza, cuyos resultados ya se consolidarían, sino buscar una mejoría de la distribución del ingreso y que los que tienen menos reciban más aumentos de bienestar que el promedio.


Tomado de: http://www.eltiempo.com/economia/sectores/razones-de-los-resultados-sobre-pobreza-en-colombia-70414

FIDEL CASTRO: El revolucionario de tiempos difíciles

Por: RENAN  VEGA  CANTOR 

Fácil es ser revolucionarios en tiempos fáciles. Lo que no resulta fácil,  es  ser  revolucionarios  en  tiempos  difíciles”.
Fidel Castro


Era el primero de enero de 1994 y la Habana y toda Cuba parecía caerse a pedazos, en pleno Período Especial, como resultado del impacto directo que la desaparición de la Unión Soviética y el llamado bloque socialista de Europa oriental había tenido sobre el comercio y la economía cubanas. Yo había llegado hacia ocho días a la isla por primera vez y pude contemplar en forma directa las carencias, la falta de alimentos (se generalizó el arroz con frijol como comida cotidiana), las tiendas oficiales estaban completamente vacías como si el país estuviera en guerra (y en realidad soportaba un tipo especial de guerra de baja intensidad, presionada por los Estados Unidos, para que Cuba se plegara ante el imperio y la gusanera de Miami). No había transporte, por falta de petróleo, y empezó a utilizarse en forma masiva la bicicleta.  

Los pocos carros y motos Urales (por su procedencia soviética) que circulaban por las calles de La Habana iban siempre atestados y gran parte de gente se desplazaba a pie y de esa forma recorría grandes trayectos. Las cosas no iban mejor en el interior del país, como lo pude constatar en un viaje que hice a la ciudad de Santa Clara, para participar en un Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana. En el recorrido de 250 kilómetros parecía que transitáramos por un desierto, puesto que en el trayecto nos encontramos con uno o dos carros nada más.

La situación se notaba más crítica al recorrer las calles de La Habana Vieja, con gran parte de sus construcciones a punto de irse al suelo y la gente deambulando todo el día en busca de algo que pudiera aliviar su dura existencia. Además, se racionaba la luz eléctrica durante varias horas por día, puesto que era necesario ahorrar hasta la última gota de petróleo.

A pesar de esas carencias, me llamo poderosamente la atención que hombres y mujeres utilizaran la palabra compañero o compañera para hablar con los demás. Un vocablo que hoy, más de veinte años después, casi ha desaparecido en el lenguaje que se usa en la isla, como resultado del impacto avasallador del turismo. Hoy ya no se dice compañero sino señor, como muestra de un gran cambio simbólico en la vida cotidiana de la gente.

También me impactó positivamente que las escuelas siguieran funcionando  y  que los niños llevaran sus uniformes limpios y no se viera ni un solo niño mendigando en las calles y que los cines proyectaran películas y estuvieran siempre concurridos y se presentaran producciones como ‘Fresa y Chocolate’,  que se estrenó por esos días y que tuve la oportunidad de ver en el cine Yara de la Habana.

En el exterior no se daba un peso por la continuidad de la Revolución y los “cubanologos”  -esa insoportable ralea de “especialistas” sobre Cuba y Fidel,  generalmente de derecha y de extrema derecha-  no dudaban en su caída,  lo que discutían era cuánto tiempo iba a durar.  Algunos decían  -al comenzar 1994-  que no llegaba al final de ese año…  

En apariencia tenían la razón,  si se consideraba la situación internacional  (con el triunfo de la derecha y la contrarrevolución a nivel mundial),  en la que se destacaba la desaparición de la URSS, y más cerca la derrota de los sandinistas en Nicaragua, así como la entrada en vigor del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),  que empezó a funcionar en forma oficial,  precisamente, el primero de enero de 1994.  En el plano internacional lo que se imponía era el neoliberalismo puro y duro,  adoptado por los nuevos países que se desprendieron de la antigua URSS  y  en Europa oriental,  estando a la orden del día la apertura incondicional de los países a la dominación imperialista,  camuflada ahora con el nombre de ‘globalización’.  Esto en América Latina quería decir ALCA (Alianza de Libre Comercio de las Américas) un proyecto de vocación expansionista para el continente americano que Bill Clinton,  presidente de los Estados Unidos,  anunció en enero de 1994,  en el que se convocó a todos los países del continente,  con la única excepción de Cuba.  

A este panorama internacional, absolutamente desfavorable para Cuba, se sumaba su crítica situación interna,  que se palpaba a flor de piel.  No podía ser de otra forma, ya que el comercio cubano cayó de 8.200 millones de dólares a fines de la década de 1980,  a  2.200  tras la disolución de la URSS,  y  en 1993,  cuando hasta ahora empezaba a impulsarse el turismo,  éste representaba un magro ingreso anual de 250 millones de dólares.  Ese primero de enero de 1994,  cuando se cumplían los 35 años de la Revolución Cubana el ambiente era de desesperanza,  de temor,  de incertidumbre entre los habitantes de Cuba.  

Ese día en un apartamento en La Habana del Este,  donde me alojaba,  en horas de la noche prendí el televisor,  justo en el momento en que en la ciudad de Santiago se realizaba un acto conmemorativo y en el que hablaba Fidel Castro.  Puse atención al discurso  y  quedé impactado por su contenido,  pero especialmente por una afirmación que desde entonces me retumba en la cabeza,  cuando con convicción,  el líder de la Revolución Cubana afirmó:  “Fácil es ser revolucionarios en tiempos fáciles.  Lo que no resulta fácil  es ser revolucionarios en tiempos difíciles. Los que aquí nos reunimos somos revolucionarios de tiempos difíciles”...

Esta afirmación resume muy bien el carácter de Fidel Castro Ruz: un revolucionario a carta cabal,  un revolucionario de tiempos difíciles.  Y que más tiempos difíciles que los que a él le tocó vivir  y  sortear desde la década de 1950,  cuando dirigió un proceso auténtico y original,  que rompió con el capitalismo  y  el imperialismo,  y  planteó un modelo socialista para un país de América Latina.  

Tiempos difíciles como los que afrontó en medio de un criminal y cincuentenario bloqueo económico, político y cultural por parte de la primera potencia mundial y se sigue manifestando en la actualidad. Tiempos difíciles como los planteados por la Perestroika en la Unión Soviética de Gorbachov, cuando Fidel avizoró que de allí no iba a salir nada bueno y se negó a secundar esa política suicida. Tiempos difíciles como los del Periodo Especial,  en donde Cuba,  sola  y  aislada,  sin recursos energéticos, soportó el primer caso de Pico de Petróleo registrado en el siglo XX,  y  ese pequeño país,  en medio de terribles dificultades, logró sobrevivir. Tiempos difíciles en que cayeron sucesivamente los diversos estados autodenominados socialistas,  y  gran parte de sus antiguos dirigentes  (como los de la nomenclatura soviética) se pasaron,  con más pena que gloria,  al bando de los capitalistas  y  neoliberales.  Tiempos difíciles en los que,  después de 1989,  intelectuales conversos  y  políticos pragmáticos,  pedían que Cuba abandonara su idea de independencia y dignidad,  y  se plegara en forma incondicional a los designios del imperialismo y del capitalismo,  y  Fidel no abjuró de sus convicciones y se mantuvo en ellas hasta su muerte física.

Para ser revolucionario de tiempos difíciles se requiere coraje, convicción, dignidad, enfrentar los retos aunque se pueda perder, no claudicar ante el primer obstáculo, no plegarse a las corrientes dominantes y no renunciar al antiimperialismo y al anticapitalismo.  Eso lo hizo Fidel,  al tiempo que se convirtió en la voz actualizada de los viejos y nuevos problemas que genera el capitalismo.

Al respecto se recuerdan sus palabras en la Cumbre de Rio de Janeiro, en 1992,  cuando en medio de la tecnocracia ambiental y el “capitalismo verde”, fue el único que planteó sin tapujos la responsabilidad del capitalismo en la destrucción ambiental,  y  en hundir en la pobreza a los países del Tercer Mundo.  Son también notables sus apreciaciones sobre la crisis civilizatoria que ha generado el capitalismo,  y  los peligros que eso entraña para el futuro de la humanidad,  así como sus denuncias sobre el carácter destructivo del armamento moderno,  impulsado por países imperialistas y sus empresas multinacionales.  

Fidel Castro siguió siendo revolucionario,  aunque en el mundo entero gran parte de los que alguna vez se declararon revolucionarios  (“los revolucionarios de tiempos fáciles”)  lo hayan dejado de ser,  por plegarse al capitalismo  y  disfrutar de algunas de sus migajas.  Mantuvo su dignidad hasta el final,  sin renunciar a la independencia y a la soberanía, con los costos que eso supone.  Por esto mismo,  luego de su muerte física,  gran parte de esos conversos (como Mario Vargas Llosa) no han ocultado su antipatía por un personaje que no abjuró de sus convicciones ni se plegó ante el imperialismo.  

En el fondo les duele que puedan seguir existiendo este tipo de revolucionarios,  de tiempos difíciles,  que nadan contra la corriente,  y  que son ejemplo de una ética insobornable  y  de una honradez sin mácula,  como lo dijo el mismo Fidel en ese discurso del primero de enero de 1994:  “Los hombres de la Revolución podrían cometer errores,  pero los hombres de la Revolución jamás traicionarían sus principios,  los hombres de la Revolución serían honrados,  los hombres de la Revolución jamás abandonarían las ideas por las cuales tanto había luchado nuestra generación y las generaciones que nos precedieron”.