Oscar Javier Forero Coronel

jueves, 21 de julio de 2016

Inflación: La espiral que desató la Ley de Precios Justos. (Parte II).


El modelo inflacionario venezolano, lo podemos resumir como un fenómeno altamente inducido, basado en la especulación, el libre mercado, la usura y la excesiva presencia de intermediarios; tal como se definió detalladamente en el anterior artículo de mi autoría, denominado “Inflación: El modelo inducido venezolano. (Parte I)”, disponible en http://www.aporrea.org/actualidad/a208258.html.

Para ésta segunda parte trataré el tema de los vacios, las dudas y los errores que posee la Ley Orgánica de Precios Justos  (L.O.P.J) y que han desatado la actual espiral inflacionaria que nos ha llevado, junto al contrabando, la fuga de divisas y la carencia en la toma de decisiones, nada más y nada menos que al campo de la hiperinflación.

La actual Ley Orgánica de Precios Justos, publicada en Gaceta Oficial Nº 40.340 de fecha 23 de enero de 2014 y reformada según Gaceta Oficial N° 6.156 extraordinaria de fecha 19 de noviembre de 2014 (1), fue aprobada vía habilitante por parte del Presidente de la República, dentro del conjunto de leyes que serian, según el propio Jefe de Estado el “punto de partida de una nueva etapa en la que debemos, por la vía de una estrategia productiva, integral, diversificada, de carácter socialista. Desde que amanezca el 1º de enero de 2015, arrancar una ofensiva definitiva de resolución, de problemas fundamentales, de nudos, de retardos en los procesos económicos(2), sin embargo e inverso a lo que se proyectaba realizar sucedió todo lo contrario: después de año y medio de promulgada, la situación económica del país ha retrocedido de forma dramática, con tendencia a agudizarse y con una clara carencia de propuestas que solucionen o por lo menos frenen el galopante avance de la crisis. Los errores políticos se pagan muy caro, sólo que en este caso, los únicos que han pagado las pifias de la Vicepresidencia para el Área económica ha sido el pueblo. Esperamos que algún día den la cara los verdaderos responsables.

El preámbulo de la Ley Orgánica de Precios Justos denota que “Con el supremo compromiso y voluntad de lograr la mayor eficacia política y calidad revolucionaria en la construcción del socialismo (…)”, por su parte el artículo 1º, sostiene que tiene por objeto “(…) asegurar el desarrollo armónico, justo, equitativo, productivo y soberano de la economía nacional, a través de la determinación de precios justos de bienes y servicios, mediante el análisis de las estructuras de costos, la fijación del porcentaje máximo de ganancia y la fiscalización efectiva de la actividad económica y comercial, a fin de proteger los ingresos de todas las ciudadanas y ciudadanos, y muy especialmente el salario de las trabajadoras y los trabajadores (…)”. Pero, desde una perspectiva socialista como claramente se propone la Ley: ¿A qué se le llama desarrollo armónico?, ¿Qué define el precio de un producto?, y ¿Qué es el precio justo?, veamos:

El desarrollo es generalmente interpretado como la reproducción del capital, que se traduce en el crecimiento de la construcción, la industria y todo el aparataje capitalista. No obstante, esta afirmación es meramente “desarrollista”, bastante reproducción de capital ha generado esta tierra y este pueblo: Desde la llegada del europeo invasor, nuestro continente, ha sido primeramente, objeto del proceso de acumulación de capital que dio origen tres siglos después a la Revolución Industrial y al definitivo nacimiento del sistema capitalista, y más adelante (hasta nuestros días), fuente de procesos de reproducción del capital mediante el aprovechamiento de tierras ricas para la agricultura y la minería principalmente y por medio de abundante mano de obra barata.

Al contrario, de lo que el común generalizado podría pensar, los procesos de “desarrollo” del país sólo nos han llevado a la miseria, pérdida irreversible de recursos naturales y mayor explotación social y económica. Por su parte el desarrollo socialista, debe trascender el ámbito meramente consumista, partiendo de la socialización de los medios de producción, el control y planificación de estos, el crecimiento (no sólo económico) de la sociedad y el mantenimiento del ambiente, “respetando los procesos y ciclos de la naturaleza”, tal como lo plantea el Plan de la Patria 2013-2019 en su Quinto Gran Objetivo (3). Por lo tanto es digno preguntarnos ¿De qué desarrollo nos habla la L.O.P.J.?.

Evidentemente también debemos preguntarnos ¿Qué define el costo de un producto?. En la primera sección del artículo (Parte I) vimos como el precio de un producto está determinado por la competencia entre compradores y vendedores, la cual presenta tres tipos de competencia: la de los compradores, la de los vendedores y la de compradores y vendedores, y que “El ejército cuyas tropas se pegan menos entre sí es el que triunfa sobre el otro”, argumentando que dentro de una economía capitalista como la nuestra quien menos se pega entre sí es el capital, por su característica hegemónica y por la estructura jurídica del Estado burgués que sólo “sirve para mantener un status quo opresivo. Al tratar como iguales a los miembros de clases sociales que no sólo son desiguales sino incluso antagónicos, el concepto de ciudadanía oculta ese antagonismo (la lucha de clases) que es la única base para una transición hacia una sociedad en la cual desaparezcan de la realidad las desigualdades y los antagonismos (…)(4). Es decir, no pretendamos que desde la base del Estado burgués surjan las leyes y normativas que promuevan el Socialismo y que destruyan la lógica del capital.

Esto nos lleva otra gran interrogante ¿Qué es el precio justo?, antes que nada debemos aclarar que el precio de un producto no es lo mismo que el costo de producirlo; el precio de una mercancía, como ya se dijo, se determina en el mercado, mientras el valor de una mercancía lo determinará la cantidad de trabajo que requiere la fabricación del bien, es decir cada mercancía tiene dos cualidades que la definen: el valor de uso y el valor de cambio, en palabras de Marx “El valor de un objeto lo convierte en valor de uso. Pero esta utilidad de los objetos no flota en el aire. Es algo que está condicionado por las cualidades materiales de la mercancía y que no puede existir sin ellas. Lo que constituye un valor de uso o un bien es, por tanto, la materialidad de la mercancía misma (…)(5), por tanto cuando usamos o aprovechamos una mercancía nos apropiamos de su valor de uso de su materialidad, pero cuando lo intercambiamos (ya sea mediante trueque o dinero) por otra mercancía recurrimos al valor de cambio es decir al trabajo socialmente necesario que se ejecutó para crearla o transformarla, por medio de una relación o comparación. Esta fuerza de trabajo es ejecutada por el obrero, quien vende sus conocimientos o su capacidad a un patrón que le contrata por un determinado tiempo para que se dedique exclusivamente a producir el bien en cuestión, retribuyéndole por el tiempo y no por el bien producido, logrando de esta forma que el trabajador produzca mucho más de lo que se le retribuye en paga, generando un plusvalor que recibirá en su totalidad quien pone el capital (el patrón), lógicamente a esto se le debe descontar el valor de uso de la maquinaria, la materia prima, los servicios y otro tipo de gastos extras, que estarán muy por debajo de la riqueza generada por el obrero.

Por tanto: ¿Qué son precios bajos? ¿Qué son precios altos? ¿Y cómo esto incide en “hallar” un precio justo?, para Marx, en su libro Trabajo Asalariado y Capital, “Un grano de arena es alto si se le mira al microscopio, y, comparada con una montaña una torre resulta baja(6). Para los sectores especuladores que dominan la economía venezolana, los precios bajos son altos y los precios altos son exageradamente elevados, esto hace que la determinación de un “precio justo” sea algo irreal, improbable e inexistente, puesto que no se ha trascendido el poder hegemónico del capital y la Ley en cuestión pretende desde una óptica superficial regular el mercado y determinar con argumentos poco definidos un valor “justo” de las mercancías, sin tomar en cuenta las premisas marxistas de trabajo, salario y precios, confiando, intencional o planificadamente, en la “buena fe” del empresario especulador e intermediario venezolano.

El numeral 7 del artículo 3º dice que la mencionada Ley busca “Proteger al pueblo contra las prácticas de acaparamiento, especulación, boicot, usura, desinformación y cualquier otra distorsión propia del modelo capitalista (…)”, a pesar de ello, desde la promulgación de ésta Ley la situación se ha agravado, para junio del año 2013 el nivel de escases en los hogares venezolanos fue, según el Banco Central de Venezuela (BCV), de 22,2% (7), durante todo el año 2014, (año de promulgada la Ley) el índice de escases alcanzó, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV) 28,6% (8), y para el mes de marzo de 2015, el promedio estimado por Datanálisis es de 57% (9) (a la fecha no existen cifras oficiales), con una clara tendencia al alza, puesto que las distorsiones creadas sólo han servido a avivar los antivalores, que desde los inicios de la explotación petrolera, ya traía la clase “industrial” venezolana.

Ahora bien, la mencionada y alabada Ley tiene una serie de normas para garantizar los precios justos, mediante la identificación de las mercancías que son adquiridas vía dólares preferenciales, el artículo 6º dice que “ (…) Los bienes adquiridos o producidos con divisas otorgadas por la República, deberán ser identificados mediante etiqueta, que permita informar al consumidor sobre la procedencia de las divisas”, esto a pesar de los anuncios efectuados y de la obligatoriedad de la Ley no se cumple, potenciando el desconocimiento que la sociedad en general tiene sobre: ¿Quiénes son las empresas que reciben dólares preferenciales?, generando otras interrogantes: ¿Por qué no se cumple el artículo 6º de la Ley?, ¿Qué intereses existen para no identificar los artículos adquiridos a dólar preferencial?.

Por su parte el artículo 26º menciona que “La SUNDDE, podrá establecer lineamientos para la planificación y determinación de los parámetros de referencia utilizados para fijar precios justos. Dichos lineamientos pueden tener carácter general, sectorial, particular o ser categorizados según las condiciones vinculantes o similares entre grupos de sujetos”, a la fecha esto ha sido tomado en cuenta, para “adecuar” (el alza de productos ahora se les llama adecuación), los precios de los productos de primera necesidad, principalmente los producidos por los grandes oligopolios transnacionales (Procter & Gamble, Nestlé, Alimentos Polar, Unilever, Grupo Fisa, Nivea y Colgate Palmolive, entre otros), casual y coincidencialmente todos estos “ajustes”, catorce en total, según la página oficial de la SUNDDE (consultar en: http://www.superintendenciadepreciosjustos.gob.ve/?q=descargas/leyes), han modificado los precios hacia arriba, ninguno hacia abajo.

El resto de productos que se venden a “precio justo” actualmente se calculan con el margen de ganancia máximo aceptado por la Ley (30%), sin siquiera hacer un análisis de la cadena intermediaria de cada bien o servicio, lo cual genera el mantenimiento de un sistema de comercialización desconocido, inauditable y que funciona conforme a las exigencias de los dueños del capital.

Para estipular el “precio justo” la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (SUNDDE), establece en su artículo 28º “la determinación del precio justo de bienes y servicios, así como la determinación de los márgenes de ganancia, el ente rector podrá fundamentarse en: 1. Información suministrada por los administrados, bien a requerimiento del ente actuante o recabada y resguardada en los archivos de otros órganos de la Administración Pública. Dicha información debe reflejar las estructuras de costos y su utilidad, durante el período que corresponda. 2. Elementos que por su vinculación con el caso sometido a consideración, para la determinación del precio justo de los bienes o servicios objeto de regulación, hagan mérito para presumirse válidos según los criterios comúnmente aplicados por la SUNDDE, para la fijación de precios justos y el costo que lo compone (…)”, por su parte el artículo 29º reza “Los costos y gastos informados a la SUNDDE, no podrán exceder de los costos razonables registrados contablemente”. Resulta verdaderamente preocupante que el Estado venezolano le confié al empresariado la información que éste le aporte para la determinación de los márgenes de ganancia, más cuando no hace falta ser experto en contabilidad para conocer las innumerables tramoyas de evasión de impuestos, lavado de dinero y sobrefacturación que realizan las empresas no sólo en Venezuela sino a nivel mundial. ¿Será que los altos funcionarios de la Vice Presidencia, para el Área Económica, son tan ingenuos, que desconocen de ésta situación?, peor aún, según la tesis del alto gobierno nos encontramos en un proceso de Guerra Económica y ¿Le dejamos a quien nos hace la “guerra” que nos aporte la información para “ver” si ellos mismos especulan? (de ser cierto esta tesis habría que ver ¿cuándo la burguesía y los dueños del capital han estado en “paz” con el obrero?, además de ello, estaríamos no sólo desconociendo el permanente carácter explotador del sistema capitalista, sino peor aún estaríamos negando el proceso histórico de la lucha de clases. Por lo tanto, no estamos en una coyuntura de Guerra Económica !LA GUERRA SIEMPRE HA EXISTIDO!).

Por su parte el artículo 32º, define, legaliza e incluso promueve la situación que nos ha llevado a la hiperinflación, veamos: “El margen máximo de ganancia será establecido anualmente, atendiendo criterios científicos, por la SUNDDE, tomando en consideración las recomendaciones emanadas de los Ministerios del Poder Popular con competencia en las materias de Comercio, Industrias y Finanzas. En ningún caso, el margen de ganancia de cada actor de la cadena de comercialización excederá de treinta (30) puntos porcentuales de la estructura de costos del bien o servicio (…)”. Debo detenerme aquí a realizar un análisis más exhaustivo sobre este artículo, ¿Bajo qué parámetros y “criterios científicos” se determinó el 30% como margen máximo de ganancia?, y de existir estos criterios científicos que afectan directamente el bolsillo de los venezolanos ¿Dónde están?, y ¿Por qué no tenemos acceso a ellos?, (recientemente se ha anunciado una modificación, no se sabe si hacia arriba o hacia abajo, del margen de ganancias, de la cual se desconocen nuevamente si posee criterios científicos) (10).

Ya hemos mencionado suficientemente, la abundante presencia de intermediarios y empresas de maletín que integran nuestra economía, las cuales sólo se dedican al “engorde” y remarcaje de precios, lo cual me hace ir a un simple análisis de una cadena intermediaria de un bien “X”, en este caso un bien demandado por casi toda la sociedad venezolana como el común pantalón tipo vaquero o “blue jean”, en un supuesto mercado que posea, siendo conservadores, tan sólo cinco intermediarios, además del importador (en el caso que el producto se importe) y el vendedor final observemos:

Actor de la economía
Precio de compra (Bs.)
% de ganancia según la L.O.P.J
Precio de venta (Bs.)
1
Importador
500,00
30%
650,00
2
Intermediario A
650,00
30%
845,00
3
Intermediario B
845,00
30%
1.098,50
4
Intermediario C
1.098,50
30%
1.428,05
5
Intermediario D
1.428,05
30%
1.856,46
6
Intermediario E
1.856.46
30%
2.413,40
7
Vendedor final
2.413,40
30%
3.137,42
8
Comprador final
3.137,42
MARGEN ESPECULATIVO FINAL
627,48%
Fuente: Elaboración propia 2015.

De lo anterior podemos inferir lo siguiente:
a.  Es importante aclarar que el margen de utilidad aprobado por la SUNDDE (30%) es neto, es decir con las deducciones de los gastos (Salarios de administración, tecnología, depreciación, consumo de servicios públicos, alquiler, representación, publicidad, material de oficina, entre otros) y los costos (Materia prima directa, insumos, materiales, envases, mano de obra directa, costos por local, maquinaria, residuos, entre otros) (11).
b.  El comprador final, es sobre quien recae la cancelación del margen máximo de ganancia del producto (mientras más larga sea la cadena intermediaria más alto será el costo final de la mercancía), en este caso, el comprador final cancela Bs. 2.637,42 por este concepto, sumado a los Bs. 500,00 del precio real de compra del producto cancela un total de Bs. 3.137,42 por un sólo pantalón.
c.   Con este dinero el comprador final podría adquirir 6,27 pantalones en vez de uno, como ocurre en la actualidad. No pretendo con ello decir que un producto debe tener margen de ganancia de 0%, esta afirmación sería absolutamente ilógica y mal interpretada, lo que pretendo denotar e insistir es en el alto nivel especulativo que posee la economía venezolana con sus intermediarios, y que ha fortalecido la L.O.P.J.
d.  A esos Bs. 3.137,42 habría que incluirle el 12% por concepto de Impuesto al Valor Agregado (el cual es generalmente cobrado pero evadido por el vendedor final), lo cual colocaría el precio del jean en Bs. 3.513,91.
e.  Bajo este parámetro “científico”, legalizado por la actual Ley Orgánica de Precios Justos, y tomando tan sólo como referencia cinco intermediarios, un comprador inicial y un vendedor final, se puede deducir fácilmente que el Estado venezolano aspira mantener su economía en la hiperinflación, 627,48% anual. ¿Sabrá esto la Vice Presidencia para el Área Económica?, ¿De qué forma aspira el alto gobierno lograr “proteger los ingresos de todas las ciudadanas y ciudadanos, y muy especialmente el salario de las trabajadoras y los trabajadores (…)“ tal como lo expresa la mencionada Ley?.
f.    ¿Qué pasa con los productos, bienes y mercancías que poseen más de cinco intermediarios?, Cosa que ocurre en la mayoría de cadenas de distribución, no exagero al decir esto: conozco casos de empresas de maletín que facturan y re-facturan entre ellos mismos hasta quince veces, con márgenes de utilidad exorbitantes.
g.  El precio final de venta sin IVA (en este supuesto Bs. 3.137,42) llega al consumidor final bajo la etiqueta “PRECIO DE VENTA JUSTO”, lo cual sin duda alguna genera molestia, decepción y rechazo hacia el concepto de Revolución y de Socialismo que se usa en la Ley y de la cual se hace tanto alarde.
h.  En el cuadro anterior coloco el margen de ganancia de 30%, no obstante, los empresarios, bajo la anuencia de la SUNDDE, según la providencia Administrativa Nº 003, publicada en Gaceta Oficial Nº 40.351, incluyen un margen de “hasta” 12,5% por concepto de gastos ajenos a la producción, (Lujos, gastos por seguridad privada ejecutiva “guardaespaldas”, alquiler de avionetas, gastos por traductores para altos ejecutivos, viáticos nacionales e internacionales, etc.), los cuales siempre se adicionan, sin importar si la empresa posee este tipo de gastos o si es grande, mediana, pequeña o muy pequeña, pasando de 30% a 42,5% (según la Ley), pero más grave aún, ese 42,5% se “redondea” para efectos matemáticos a 45% por “directrices nacionales internas” de la SUNDDE, disparando aun más la hiperinflación.
i.    Por último, pretendemos ser socialistas y construir el socialismo bajo parámetros capitalistas, que garantizan el enriquecimiento de los dueños del capital a costa del detrimento del poder adquisitivo del trabajador asalariado.

Es evidente el fracaso rotundo de todo el gabinete del Área económica, así como sus hijas: la Ley Orgánica de Precios Justos y la SUNDDE. Los procesos de fiscalización no son la solución, los procesos de fiscalización sólo promueven la corrupción, la extorsión y la compra de conciencias. Mientras no se tenga verdadera voluntad política, mientras los controles de precios no evalúen eficientemente toda la cadena productiva e intermediaria y mientras sigamos defendiendo el capital por encima del ser humano, no cambiará nada. A la fecha nos encontramos en una situación alarmante, dramática y oscura, seguro estoy que los niveles de pobreza, pobreza extrema e indigencia se dispararán nuevamente. La hiperinflación hace estragos y continuará por muchos años haciendo estragos, y a pesar de lo que cualquiera podría pensar, éste no es un fenómeno propio del capitalismo mundial donde la tendencia, en los últimos años, es a la baja, y a mantenerse en un digito. En pocas palabras: quienes dirigen nuestra economía han fracasado hasta para construir capitalismo, esperamos salgan responsables y florezca una nueva forma de economía realmente socialista, que no sea “calco ni copia sino creación heroica del pueblo”.

Lcdo. Econ. Oscar Javier Forero
@oscar_forero83
(Artículo publicado originalmente el 25/05/2016)



NOTAS:
1.          “Nueva Ley Orgánica de Precios Justos”
3.          “Propuesta del candidato de la Patria Comandante Hugo Chávez, para la gestión Bolivariana Socialista 2013-2019”. Versión PDF.
4.          Jhon Holloway. “Fundamentos teóricos para una crítica marxista de la administración pública”. Instituto Nacional de Administración Pública. México D.F. 1982. Versión PDF.
5.          Carlos Marx. “El Capital fondo de cultura económica”. Bogotá 1977.
6.          Carlos Marx. “Trabajo asalariado y capital”. Colección Jóvenes Clásicos. Versión PDF.
7.          “BCV ubicó el índice de escasez en 22,2% en diciembre”
8.          “28,6% fue la escasez de la canasta alimentaria en 2014”.
http://globovision.com/286-fue-la-escasez-de-la-canasta-alimentaria-en-2014/
9.          Importaciones y escasez en Venezuela”.
http://revistasic.gumilla.org/2015/importaciones-y-escasez-en-venezuela/
10.       Margen de ganancia en Ley de Precios será modificado
http://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Margen-de-ganancia-en-Ley-de-Precios-sera-modificado-20150514-0077.html
11.       “¿Cómo calcular los precios justos?”.
http://www.superintendenciadepreciosjustos.gob.ve/sites/default/files/archivos/SUNDDE%20-%20Archivos%20-%202014-06-18%2019%3A35%3A21%20-%20%C2%BFC%C3%B3mo%20calcular%20los%20precios%20Justos%3F.pdf






Inflación: El modelo inducido venezolano. (Parte I)

(Actualizado y corregido el 21/07/2016) 

La inflación es el proceso mediante el cual ocurre un aumento de precios dentro de un tiempo determinado, requiriéndose pagar una mayor cantidad de dinero por un mismo producto, para Keynes es “la oferta de medios de pago (dinero y crédito) superior a la oferta de bienes” (1), y para Marx, aunque no definió directamente el termino moderno de inflación, si trato el tema del valor de un producto tomando en cuenta la oferta y demanda del mercado, conceptualizándola como “la competencia entre compradores y vendedores, la relación entre la demanda y la oferta, entre la apetencia y la oferta. La competencia que determina el precio de una mercancía tiene tres aspectos. La misma mercancía es ofrecida por diversos vendedores. Quien venda mercancías de igual calidad a precio más barato, puede estar seguro de que eliminará del campo de batalla a los demás vendedores y se asegurará mayor venta. Por tanto, los vendedores se disputan mutuamente la venta, el mercado. Todos quieren vender, vender lo más que puedan, y, si es posible, vender ellos solos, eliminando a los demás. Por eso unos venden más barato que otros. Tenemos, pues, una competencia entre vendedores, que abarata el precio de las mercancías puestas a la venta. Pero hay también una competencia entre compradores, que a su vez, hace subir el precio de las mercancías puestas a la venta. Y, finalmente, hay la competencia entre compradores y vendedores; unos quieren comprar lo más barato posible, otros vender lo más caro que puedan. El resultado de esta competencia entre compradores y vendedores dependerá de la relación existente entre los dos aspectos de la competencia mencionada más arriba; es decir, de que predomine la competencia entre las huestes de los compradores o entre las huestes de los vendedores. La industria lanza al campo de batalla a dos ejércitos contendientes, en las filas de cada uno de los cuales se libra además una batalla intestina. El ejército cuyas tropas se pegan menos entre sí es el que triunfa sobre el otro.” (2), de igual forma argumenta que, si “la oferta de una mercancía es inferior a su demanda, la competencia entre los vendedores queda anulada o muy debilitada. Y en la medida en que se atenúa esta competencia, crece la competencia entablada entre los compradores. Resultado: alza más o menos considerable de los precios de las mercancías. Con mayor frecuencia se da, como es sabido, el caso inverso, y con inversos resultados: exceso considerable de la oferta sobre la demanda; competencia desesperada entre los vendedores; falta de compradores; lanzamiento de las mercancías al malbarato” (3).

Tomando en cuenta lo desarrollado por Marx, y que dentro de la lógica del capital éste priva sobre la sociedad, y “como el ejercito que mas poder tiene dentro del mercado es el que se pega menos entre sí”, el aumento de precios se debe a diversos factores que motivan en algunos casos o inducen en otros al incremento en la cantidad de dinero que se debe pagar para adquirir este producto. Dentro de la economía capitalista la inflación adquiere un carácter mayoritariamente inducido por los dueños del capital y los medios de producción, para obtener mayores tasas de ganancia con los mismos niveles de costo o con niveles de costo menores al incremento, que maximizan los niveles de plusvalía y reducen el poder adquisitivo del pueblo. En el capitalismo se crean distorsiones o burbujas que afectan a las clases más desfavorecidas. No pretendo decir con esto que la inflación es un “invento” del capitalismo, pero sí que es una forma de apropiación de recursos.

Este fenómeno aparece desde el Imperio Romano, Calígula, Claudio y Nerón, tuvieron que sortear los embates de la pérdida del poder adquisitivo, y Dioclesiano, otro emperador, fue tal vez el primer gobernante de la historia que diseñó y aplicó un plan antiinflacionario, en el año 301 después de nuestra era (4). Más recientemente en la Alemania de finales de la primera guerra mundial, los niveles de inflación tenían incrementos diarios de manera exponencial: entre enero de 1922 y noviembre de 1923 la tasa acumulada ascendió a un billón por ciento (1.000.000.000.000%); en Argentina, durante los años 1978-1987, la tasa media anual fue de 297% (5) y en la Unión Soviética, durante la época conocida como “Comunismo de guerra” el nivel de precios llegaría a ser 16.800 veces mayor que en 1914.(6)

Desde finales del siglo pasado, las economías industrializadas o cercanas a la industrialización, han alcanzado niveles de inflación muy bajos, para el año 2013, la variación de precios en los Estados Unidos fue de (1,5%), Alemania (2,1%), Reino Unido (1,7%), Canadá (1,3%), China (1,7%), India (6,3%), Corea del Sur (0,7%), Francia (0,8%) e Italia (1,4%), llegando incluso a presentarse procesos de deflación (o inflación negativa) en países como Japón (-0,5%), Suiza (-0,2%), Grecia (-2,3%) y Australia (-0,3%) (7), esto a pesar del alza en los precios internacionales de los alimentos (principalmente trigo y maíz) (8) e hidrocarburos (petróleo y sus derivados), reafirmando el control que el capitalismo mundial ha sabido tener sobre los procesos inflacionarios mediante la aplicación de políticas restrictivas, reducción del gasto público y una alta oferta de productos.

En el caso venezolano, el comportamiento a lo largo de los años ha sido más fluctuante con una tendencia al alza desde las últimas décadas, y con algunas características propias del poder oligárquico venezolano, instalado desde principios del siglo XX a raíz del inicio de la explotación petrolera, para tener una idea de ello, en el libro “La Guerra Contra el Pueblo” de Tony Boza, se ofrece un pequeño análisis del informe presentado el 15 de febrero de 1940, por la Misión Técnico-Económica Fox, integrada por un grupo de expertos estadounidenses y presidida por Manuel Fox, a pedido del gobierno de la época, para dar a conocer una serie de características sociales, políticas y económicas propias de nuestro ya instalado petro Estado, entre otras cosas “se determino que si bien los precios eran realmente `estables´, es decir, no sufrían grandes fluctuaciones en el tiempo, sin embargo (he aquí el secreto bien guardado por los palabreros de la burguesía, cuestión que ocultan los libros de historia económica), esa estabilidad se daba `por arriba´, los precios `eran excesivamente altos´ en comparación con otros mercados internos, inclusive con el propio mercado interno estadounidense. Esta misión demostró (sin proponérselo) que la clase burguesa comercial-importadora, imponía precios especulativos para acelerar el proceso de acumulación de capital metiendo la mano en el bolsillo de los venezolanos y vía apropiación de la renta petrolera (no han cambiado `ni un tantito así´)”. (9)

Esto a pesar de que la economía venezolana presentó deflación durante los años 1953 (-1,7), 1955 (-0,8%) y 1962 (-0,8%) (10), lo cual no necesariamente significa que los precios fueran bajos sino que debido a la expansión del comercio internacional y a la instalación de transnacionales en el país los precios tendieron a “adecuarse” a los niveles internacionales, cosa que se mantuvo por poco tiempo, continuando la tendencia a lo largo de los años de comercializar de manera especulativa y parasitaria. Según Luis Salas Rodríguez “…para el caso de la economía venezolana el problema de los precios altos y de su aumento constante y generalizado es un fenómeno ya intrínseco a lo que tiene que ver con las condiciones particulares del tipo de desarrollo histórico capitalista nacional. Incluso en tiempos cuando los índices de precios al consumidor indicaban que no habían problemas de inflación la realidad del intercambio mercantil señalaba que había notorios problemas de `precios altos´ fuera del alcance de las mayorías” (11), corroborando el carácter inducido del alza generalizada de precios.

Para mediados de la década de los 70, el fenómeno de la inflación comienza a destacar dentro de los problemas que más aquejan a la sociedad, en estos años, se alcanzará el punto de quiebre donde comienza su ascenso casi de manera constante, motivado, como se ha planteado, al carácter especulativo de la economía, sumado a la creación, desde finales de la década del 40 de dinero inorgánico por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) (12). A pesar de que tal aseveración pudiese resultar monetarista o keynesiana, la emisión de dinero sin ningún tipo de respaldo influye positivamente en quienes poseen el capital pero perjudica a las clases asalariadas, para Marx, la emisión de papel moneda debe limitarse a la cantidad en que tendría realmente que circular el oro simbólicamente representado por él (13), esto quiere decir que la cantidad de circulante en el mercado debe ser igual a la cantidad de oro que respalda ese dinero, de lo contrario tendríamos un exceso de demanda (liquidez) que sin duda alguna influye aún más en el alza de los precios (velocidad de circulación).

Para 1978, la inflación comienza por primera vez a presentar dos dígitos, probablemente como consecuencia del alza de los precios del petróleo experimentado desde 1973, lo cual generó una expansión descontrolada del gasto público y un endeudamiento posterior a raíz de la caída nuevamente de los precios del crudo. Ya para 1989 presentaba 81% anual, para 1996 la inflación llegó a su segundo máximo histórico de 103,2% (14), por debajo de los 189% anunciados a finales del año 2015. Con la llegada del Comandante Chávez la inflación incremento, en sus primeros años de gobierno, su carácter fluctuante debido en gran medida al sabotaje petrolero del año 2002 y 2003, sin embargo después de 2005 comenzó a presentar signos de  estabilización (14,4%), 2006 (17%), 2007 (22,3%) y para 2012 la inflación llegó a 20,1% (15), no obstante es desde el año pasado, que las cifras se disparan de forma cada vez más alarmante, al punto que el Banco Central de Venezuela ha dejado de publicar periódicamente sus informes, en clara violación a la Ley, para 2015 el presupuesto de la nación estimaba una inflación de 25 a 30%, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó 96,8% y Ecoanalítica entre 80 y 190% (16) y una vez finalizado el año, el BCV coincidiendo con Ecoanalítica pública la cifra de 189% como ya se dijo, (esta y las demás cifras o estimaciones las considero personalmente muy conservadoras y alejadas de la realidad que se vive en las calles de todo el país).

Para el año 2016 las estimaciones no son nada alentadoras, partiendo de la continuidad en la política de ocultar información por parte del BCV, se induce que los análisis econométricos que viene aplicando el banco no son positivos, al contrario, la espiral que en su momento era inflacionaria pasó a ser hiperinflacionaria y ahora recientemente hipestanflacionaria. Organismos como el Fondo Monetario Internacional estiman un 700% de inflación, sin embargo en estudios propios que he venido periódicamente publicando sobre el comportamiento de la canasta alimentaria en el Municipio San Cristóbal del estado Táchira, los resultados arrojan una tasa de inflación cercana a los 2000% anual, con la posibilidad que esta se incremente aún más.

Éste histórico y complejo panorama inflacionario se debe a diversos factores dentro de la economía venezolana, veamos:
A.  El surgimiento de una oligarquía parasitaria, subsidiaria de créditos por parte del petro Estado, importadora y anti patriótica (a diferencia de las oligarquías brasileras, mexicanas o argentinas). Tal como lo plantea Domingo Alberto Rangel en el libro La Oligarquía del Dinero “La aparición de los grupos familiares que hoy señorean la economía venezolana es consecuencia del entronizamiento petrolero en nuestro país. Los grupos económicos más importantes aparecen y se encumbran sobre una economía dependiente y condicionada desde el exterior. El hecho de que haya sido el petróleo la causa última de su enriquecimiento los hace jugar un papel subordinado a los intereses del capital imperialista” (17). Las grandes y acaudaladas familias venezolanas han amasado enormes fortunas a costa de los gobiernos de turno, sin excepción alguna, todos han recibido grandes concesiones, financiamiento y diversos tipos de “favores políticos”: Diego Cisneros fue beneficiado por los gobiernos de Isaías Medina Angarita, Marcos Pérez Jiménez y Rómulo Betancourt (entre otros), Eugenio Mendoza otro “modelo” de oligarca venezolano, fue asesor de Rómulo Betancourt, semejante situación ocurrió con los Zuloaga, Boulton, Capriles, Vollmer, entre otros, más recientemente Juan Carlos Escottet (quien pasó de ser un modesto corredor de bolsa a dueño de Banesco y nuevo mil millonario según la revista Forbes) acumuló su ingesta fortuna gracias al crecimiento exponencial de la banca privada producto del altísimo gasto público en los años de Revolución y una que otra prebenda otorgada por más de un burócrata (18).
B.    La formación de una sociedad altamente consumista. Frases como el “ta´ barato dame dos” se hicieron populares dentro del común  de la población, así como la cultura “miamera” promovida por todos los medios publicitarios, novelas y demás programas de “entretenimiento”, generó una clase media altamente consumista, americanizada y especuladora en la misma medida que su jefe oligarca.
C.   El aumento periódico (sin justificación alguna) de precios, muy ligado a las bases del capitalismo nacional y a la formación de la clase oligarca del Estado petrolero, para ello sólo basta observar un almanaque:
a)  Abril-Mayo: Se presenta un aumento generalizado de precios por el incremento del salario mínimo, recientemente con los complejos problemas de hiperinflación, ha sido necesario incrementar los sueldos y salarios, pero esta acción a generado un incremento de los niveles especulativos contra los trabajadores, pues la gran mayoría de las veces se desconoce el aumento y se hace en base a “cálculos o estimaciones” sin ningún carácter científico o lógico, dentro del común de la población se ha hecho “costumbre”, e incluso con un limitado razonamiento matemático se justifica (si el salario aumenta 30% los precios de los productos deben por ende aumentar 30% para “compensar” los gastos de personal que debe realizar el patrono) algo totalmente erróneo y matemáticamente falso, veamos un simple ejemplo de costo de producción, tomando como referencia los costos fijos que requiere la empresa para funcionar y el trabajo que se requiere para fabricar un producto “X” en este caso zapatos:

Trabajo (trabajadores por día)
Producción (zapatos fabricados por día)
Costo fijo total (CFT)
Costo fijo variable (CFV)
Costo total (CT)
Costo de producción por día (Bs)
A
0
0
4000
0
4000
B
1
3
4000
300
4300
C
2
6
4000
600
4600
D
3
9
4000
900
4900
E
4
12
4000
1200
5200
Fuente: Elaboración propia (2015)
Analicemos la fila identificada con la letra “E”, al tener cuatro (4) trabajadores contratados, la empresa produciría un máximo de doce (12) pares de zapatos por día, si se efectúa un incremento en el salario de los trabajadores de un 30%, realmente ocurre lo siguiente:
·     La columna costos fijos (CFT), que podría implicar alquileres, mantenimientos, internet, materias primas ya canceladas, las contrataciones hechas y el pago de seguros, se mantendría constante.
·     La columna de costos variables (CVT) tendría una alteración, pues al haber un aumento de sueldos se requerirá mayor dinero para cancelar nómina. Supongamos que la materia prima por adquirir, la electricidad y el uso intensivo de la maquinaria representa la mitad de los CVT, es decir Bs. 600,00 diarios, por ende el gasto correspondiente a salarios seria también de Bs. 600,00. Un incremento de 30% en el pago a los trabajadores, supondría Bs. 780,00 destinados a pagar nómina y esto sumado a los Bs. 600,00 de CVT (Materia prima, electricidad, uso de maquinaria) representaría un nuevo Costo Variable Total de Bs. 1380,00 diarios, sumado a los Bs. 4000,00 del Costo Fijo Total arrojaría una inversión diaria de Bs. 5380,00 Bs, lo cual implica que el Costo Total (CT) se incrementó tan sólo 3,46% y no 30% (o hasta más) como lo intentan hacer ver el sector patronal y como lo acepta la gran mayoría de la población venezolana, claro está que a este CT habría que sumarle un aumento de los aguinaldos, vacaciones y prestaciones sociales, pero en todo caso no debería superar el 5% de aumento en el valor del producto. ¿Quién controla esto? En realidad sabemos que nadie, esto no es nuevo, las elites patronales se apoderan cada vez más del ingreso del trabajador, aprovechan las coyunturas económicas para elevar los niveles de plusvalía y mientras no se controle la inducida espiral inflacionaria, será el burgués especulador quien se continúe apropiando del esfuerzo del trabajador.
b)    Julio-Agosto: Aumento de precios (especialmente sector turismo, transporte, recreación y alimentos preparados) por la llegada de la temporada vacacional, lo cual “obliga” a los operadores turísticos a incrementar los precios aprovechando la alta demanda. Es decir, aprovechan la alta demanda de vacacionistas para incrementar de manera exorbitante sus precios (esto se traduce a un incremento del pequeño o informal prestador de servicio), las líneas extraurbanas hacen de las suyas y esto indirectamente se recae en un nuevo costo generalizado de precios que una vez terminada la temporada vacacional no se revertirá, es decir se mantendrá.
c)    Octubre-Noviembre-Diciembre: Incremento de precios por la llegada de la temporada navideña. Este aumento es a diferencia del anterior generalizado desde su inicio, y ocurre por simple costumbre, no existe algún motivo científico que demuestre que todo, absolutamente todo, debe subir de precio, sólo se hace como un hábito del comerciante, del industrial, del intermediario venezolano y de todos los comercios formales e informales. Generalmente se acepta como “valido” por la cancelación de los aguinaldos a los trabajadores y trabajadoras, sin embargo ¿es cierto ésto? Veamos: Las prestaciones sociales, los aguinaldos y otros beneficios laborales como vacaciones, bonos y demás, se reúnen desde el mismo momento en que inicia el ejercicio económico, es decir desde el primero de enero del año en cuestión, contable y administrativamente es así, por lo tanto es un absurdo suponer que se deben incrementar los precios para “reunir” los recursos que se deben cancelar por concepto de aguinaldos. La situación real es que al incrementarse la liquidez monetaria, aumenta el número de demandantes, y al no existir un control serio de ingresos, ventas y ganancias de las empresas por parte del Estado venezolano, los comerciantes incrementan los precios y obtienen desproporcionados ingresos que hace tan lucrativo el negocio que árabes, chinos, portugueses, italianos, españoles y demás arriban a nuestro país a alcanzar, en un año, la utilidad que en sus países jamás conseguirían.
D.   Alta presencia de un sector intermediario y por ende parasito en la cadena productiva o importadora de la economía venezolana. Arturo Uslar Pietri ya lo definía de esta forma “Todos miran los signos exteriores de una riqueza fácil y creciente. Automóviles, hermosas casas, fiestas, diversiones, comidas y trajes de lujo, (...) todos saben que ayer se compró por diez hoy se vendió por veinte (...) Que el que ayer puso el tenducho de mercancías hoy es un poderoso comerciante que habla de millones con indiferencia. Pululan los ejemplos de gente enriquecida rápidamente (...) en el azar de la especulación (...) todos están deseando y esperando la azarienta riqueza (...) Detrás de nuestra imposibilidad de exportar (...) de nuestros puertos abarrotados de mercancías” (19). Una de las ramas económicas más amplias dentro del aparataje capitalista venezolano es el sector intermediario, un sinnúmero de empresas, grandes, medianas, pequeñas, muy pequeñas y de maletín, se dedican a comerciar, esto se traduce en intermediar entre el productor y el comprador final, es decir el pueblo. El remarcaje de precios, el acaparamiento, el “engorde” y la evasión de impuestos constituyen su “fuerte”, haciéndole un grave daño al país, algunos, se dedican a comprar la producción de hortalizas, verduras y frutas que se producen en los campos, al carecer el campesino de planes, logística y capital para colocar directamente los productos del campo en el hogar del venezolano, los intermediarios dominan los mercados agrícolas y por ende deciden los precios (los cuales son muy bajos), al llegar estos productos al consumidor final los precios se han duplicado, triplicado e incluso mas, empobreciendo al primer y al ultimo eslabón de la cadena de comercialización (quienes producen y quienes finalmente consumen). Otros, se dedican a importar productos, el control cambiario les beneficia, prefieren la importación a la producción, en una posición absolutamente antinacionalista, al no existir por parte del Estado planificación en el uso de divisas y al carecer de exigencias para restringir la importación masiva, se trae del exterior todo, desde una computadora hasta un pitillo, desde un vehículo hasta un alfiler, se adquieren los bienes y artículos bajo los mismos parámetros de sus primos los revendedores de productos nacionales: comprar barato y vender excesivamente caro. En el peor de los casos ni siquiera importan productos, tan sólo se apropian de ingestas cantidades de dólares que más adelante revenderán en el mercado paralelo, obteniendo tasas de ganancia de hasta tres mil por ciento (3000%). Ni siquiera el narcotráfico aporta tasas de utilidad tan elevadas.
E.    Ausencia de efectivos controles que enfrenten la inflación especulativa, sin bien la inflación como fenómeno no va a desaparecer, si puede controlarse mediante políticas económicas serias que vayan en pro de atacar, en el caso especifico de nuestra economía, el aumento injustificado de precios, veamos un claro ejemplo de ello: para inicios del año 2007, el impuesto al valor agregado (IVA) se encontraba establecido en 14%, efectuándose una reducción de este gravamen, tal como lo señala el Banco Central de Venezuela en su Informe Económico 2007, “El Ejecutivo Nacional aprobó la Reforma Parcial de la Ley de Impuesto al Valor Agregado, en la cual se estableció la reducción de 5 puntos porcentuales en la alícuota, que bajó de 14% a 9% de manera progresiva en dos tramos, en una primera fase hasta 11% a partir del 1° de marzo y luego a 9% a partir del 1° de julio. Además, para aminorar el impacto regresivo de este tributo, se amplió tanto la lista de bienes y servicios exentos del impuesto como la de las importaciones y ventas de alimentos y productos para consumo humano (...) Con esta medida Venezuela pasa a ser el país con la tasa más baja de este tributo en Latinoamérica” (20). Dicha reducción debía traducirse en una disminución de los índices inflacionarios, motivado a que el costo de casi todos los bienes y servicios (a excepción de los productos regulados que por su carácter “regulado” no deberían interferir en los niveles de inflación) sufren incrementos por concepto de IVA. Sin embargo tal situación no fue así, si bien para marzo de 2007 se presentó un proceso de deflación, este fue tan sólo del -0,7% (21), resultando poco al comparar la reducción de 22 puntos porcentuales (22%) del impuesto, para julio del mismo año la inflación llegó incluso a aumentar con un pequeño pero significativo 0,5% (22), tomando en cuenta la segunda reducción del IVA, esta vez de 18 puntos porcentuales (18%) de impuesto. El caso contrario y lo que demuestra la ausencia de efectivos controles hacia la voracidad especulativa se presentó en mayo de 2009, fecha en que se aumenta el IVA de 9 a 12% (33% de incremento), a diferencia del poco impacto que tuvo la inflación cuando redujo el IVA de 14 a 11% y de 11 a 9%, esta vez la cifra se disparó a 6,1% tan sólo en el mes de mayo (fecha en que se efectúa el aumento del impuesto), siendo la cifra más alta registrada desde la creación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) (23).

Mediante estos factores se ha desarrollado el carácter parasitario de la economía venezolana, sin que a la fecha haya alguna medida eficaz y seria que detenga este fenómeno. En próxima entrega argumentaré como la Ley de Costos y Precios Justos no sólo legalizó el carácter especulativo sino que desató la actual espiral inflacionaria, llevándonos a la hiperinflación.


Lcdo. Econ. Oscar Javier Forero
@Oscar_forero83



NOTAS:
1.    Keynes, J. M. (1923) “Breve Tratado sobre la Reforma Monetaria”. Fondo de Cultura Económica. México, 1992. Traducción de la 2ª edición inglesa 1971.
2.    Carlos Marx. “Trabajo asalariado y capital”. Colección jóvenes clásicos. Versión Pdf. http://archivo.juventudes.org/textos/Jovenes%20Clasicos/Trabajo%20asalariado%20y%20Capital.pdf
3.    Ibídem.
4.    “Breve historia de la inflación en el mundo”. http://www.bancentral.gov.do/aula/serie_educativa3/Inflacion/Breve%20historia%20de%20la%20inflacion%20en%20el%20mundo.pdf
5.    “Inflación: los casos más importantes de la historia”. http://www.erroreshistoricos.com/curiosidades-historicas/814-inflacion-los-casos-mas-importantes-de-la-historia.html
6.    “La guerra civil y el comunismo de guerra”. http://www.historiasiglo20.org/HM/2-4.htm
7.    “Inflación, índice de deflación del PIB (% anual)”. http://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.DEFL.KD.ZG
8.    “El aumento de los precios internacionales de los alimentos puede producir mayor pobreza”.
http://www.prb.org/SpanishContent/2011/rising-global-food-prices-sp.aspx
9.    Tony boza. “La guerra contra el pueblo, reflexiones para el contra ataque popular”. Ediciones de la Escuela de la calle.
10. “Breve análisis comparativo de la devaluación del bolívar y la inflación en Venezuela”.
http://www.aporrea.org/contraloria/a183211.html
11. “¿Es la inflación el principal problema de la economía venezolana?”. http://www.aporrea.org/actualidad/a165275.html
12. “Historia del dinero y la inflación en Venezuela”. http://www.tach.ula.ve/administracion/programa/capitulo_i_el_dinero/histdin.htm
13. Carlos Marx. “El Capital fondo de cultura económica”. Bogotá 1977.
14. “¿Qué tan alto es 56,1%? la inflación en Venezuela versus el mundo?”. http://prodavinci.com/2014/01/04/economia-y-negocios/que-tan-alto-es-561-la-inflacion-en-venezuela-versus-el-mundo-por-barbara-lira/
15. Con el chavismo la inflación es más baja. http://www.quepasa.com.ve/index.php/economia/96-seccion4/37674-con-el-chavismo-la-inflacion-es-mas-baja-
16. “¿Cuáles son las proyecciones económicas para Venezuela en 2015?”. http://www.elmundo.com.ve/noticias/economia/politicas-publicas/-cuales-son-las-proyecciones-economicas-para-venez.aspx#ixzz3ajdo6c8a
17. “La oligarquía del dinero en Venezuela”. http://www.aporrea.org/actualidad/a102297.html

18. “Carteles Bancarios: impunidad y redes de testaferros (Parte V)”. http://www.aporrea.org/ddhh/a193166.html

19. “Historia Socio-cultural de la Economía Venezolana: 14.500 años anp-2010.” 
http://hoyvenezuela.info/wp-content/uploads/2015/02/Leer-Historia-sociocultural-de-la-econom%C3%ADa-venezolana.pdf
20. “Informe económico 2007. Banco Central de Venezuela”. http://hoyvenezuela.info/wp-content/uploads/2015/02/Leer-Historia-sociocultural-de-la-econom%C3%ADa-venezolana.pdf
21. “Chávez: deflación en marzo responde a políticas antiinflacionarias”. http://www.eluniversal.com/2007/04/02/eco_ava_chavez:-deflacion-en_02A851233
22. “Reporte mensual dirección de análisis e información. Venamcham julio 2007”. http://www.venamcham.org/demo/analisis/reporte_econ_agosto2007.pdf

23. Cinco datos numéricos sobre el índice de inflación de mayo”. http://www.consumid.org/detalle/25621/5-datos-numericos-sobre-el-indice-de-inflacion-de-