Oscar Javier Forero Coronel

viernes, 12 de agosto de 2016

¿PERDIMOS LA ÉTICA SIN DARNOS CUENTA? Corrupción, ineficiencia y falta de claridad ideológica tienen en jaque a la revolución.

Por: Oscar Javier Forero (*).

La Revolución Bolivariana es el significado de muchos años de luchas, de batallas perdidas, de torturas, asesinatos y desapariciones, de injusticias y de principalmente la descomposición de un sistema bipartidista, digo principalmente porque es la exclusión, el populismo, la desidia, el abandono y la corrupción descarada de un sector minoritario de la sociedad por sobre la gran mayoría empobrecida y relegada, la dinamita que derrumbó la denominada y otrora todopoderosa IV república, haciendo posible la llegada al poder de un movimiento nacionalista, plagado de nuevos y experimentados liderazgos alejados en su gran mayoría de los partidos tradicionales Acción Democrática y COPEI. De no ser por este sistemático proceso de descomposición social, difícilmente habría llegado al poder una opción alterna a estos dos partidos.
Para tener una idea de los niveles de exclusión, corrupción y desidia de los últimos años de la IV república basta con revisar que tan sólo el 1,07% de la población, es decir cuatro mil familias vivían en la opulencia, el 7,09% cerca de quince mil familias vivían en relativo confort, la clase media apenas superaba el 13% de los venezolanos, el 37,6% lo representaban familias obreras que a duras penas ganaban el sueldo mínimo y el 40,34% de los venezolanos se encontraban marginados en situación de pobreza crítica (Diario El Globo 26/02/1993); Este repugnante modelo de distribución unipolarizada de la riqueza venezolana, donde banqueros, empresarios y demás ladrones de cuello blanco veían como sus ingresos crecían con la misma velocidad que se empobrecían las clases menos pudientes, a la sombra de un Estado manejado por factores corrompidos, incapaces y defensores del capital que se encontraban inmersos en la burbuja del confort, ignorando la realidad latente de las calles y de los campos venezolanos, fue, como ya se dijo, el detonante que trajo a la izquierda venezolana al poder, algo inimaginable unos años atrás, cuando los partidos opuestos a la cúpula adeco copeyana no superaban el 10% del total de votación en el mejor de los casos.
Una vez en el poder, la Revolución Bolivariana lleva a cabo una serie de políticas sociales que buscaron como primera medida garantizar la inclusión de los sectores excluidos; recurrentemente el Comandante Chávez hablaba de visibilizar al invisibilizado, es así como comienzan a florecer experiencias exitosas a lo largo y ancho del territorio venezolano: Las personas con diversidad funcional dejaron de ser “inválidos”, los otrora iletrados dejaron de ser “analfabetas”, los pobres dejaron de ser “indocumentados”, las mujeres dejaron de ser “amas de casa” para irse a estudiar y a organizar sus comunidades, y los estudiantes de bajos recursos dejaron de tener como única opción el “INCE”, nació la UBV y la UNEFA, creció la UNELLEZ y la Simón Rodríguez y las demás universidades queriendo o no ampliaron su matrícula universitaria. En general, el proceso de inclusión de los primeros diez años de Revolución fue un hecho pocas veces visto en el mundo.
Sin embargo, y a pesar de ser éste el principal logro de la Revolución, también ha sido, por la falta de coherencia ideológica, su principal enemigo. Pensar y hacer pensar que se había logrado o se estaba viviendo en Socialismo por mejorar las condiciones económicas y sociales del grueso de la población creó en el imaginario del venezolano la falsa imagen de que el sistema socialista consistía en que cada familia tuviera dos y tres neveras, cinco televisores de última tecnología, dos lavadoras, calentadores, aires acondicionados, carros, becas, viajes subsidiados al exterior, tablets, tarjetas de crédito, teléfonos casi regalados y otros muchos beneficios alcanzados “sólo en socialismo”, convirtiendo la compleja tarea de construir la sociedad socialista en una simple y vacía frase con una praxis política keynesiana, rentista y subsidiaria que exacerbó, en la cotidianidad familiar y colectiva, los más profundos antivalores capitalistas.
Era necesario, (urgente para este momento histórico), aclarar que el socialismo no se hace creando un estado pasivo de falso confort, mientras los medios de producción continúan en manos de grupos oligárquicos, o en el mejor de los casos, en manos de un Estado burocrático, altamente corrompido y que lo acepte o no, juega a favor de los factores hegemónicos de poder, generando en muchos casos niveles de explotación y alienación laboral superiores a los de la empresa privada. Era necesario aclarar que el socialismo no entra por los bolsillos sino por la conciencia del ser humano, era por ende, indispensable aclarar que el “buen vivir” o el “vivir viviendo”, no era una tarjeta de crédito, sino un estadio de desarrollo y paz tanto a lo interno del ser humano como con la pacha mama.
Este importante e ignorado detalle, comprendido por el Comandante Chávez en los últimos momentos de su vida cuando se identificó como marxista (después que años atrás lo había rechazado de plano), anunciado en un apocalíptico mensaje llamando a efectuar un “golpe de timón”, nos está pasando factura en estos momentos cuando la crisis no termina de llegar a su punto de quiebre, haciéndose cada día que pasa más dramática, compleja y nociva en el común de la sociedad venezolana.
Si bien este proceso de crisis dentro de la Revolución Bolivariana como movimiento político y dentro de la propia sociedad, presentaba síntomas ya alarmantes desde los primeros años de la V república, (recordemos el termino gramsciano usualmente mencionado por Chávez de la lucha entre lo viejo que no acaba de morir y lo nuevo que no acaba de nacer), es con la muerte del propio Presidente que estalla. La corrupción pública y privada, el amiguismo, el nepotismo, la usura, el acaparamiento, el desfalco a la nación, la ineptitud, el contrabando, la delincuencia, la desidia, el abandono, la mediocridad y el darwinismo social son fenómenos propios y coexistentes dentro de la sociedad capitalista, éstos se encontraban en la gran mayoría de los casos contenidos por la estrecha conexión existente entre el líder de la Revolución y el grueso de los venezolanos, no en vano Gino Gonzáles en una de sus más reconocidas canciones interpreta, refiriéndose a la simbiosis Pueblo-Chávez

Aquí en este proceso nosotros somos la leña, también somos la candela, el agua y el condimento, pero no estaría completo si faltara el Comandante, porque es el alma, el cuerpo y aliño más importante”.

Aún con el Comandante en vida pero convaleciente, se dieron evidentes muestras de improvisación, mentira y fuga de información; una vez fallecido desde la conducción de la Revolución se comenzó por calculadamente endiosarlo, mitificarlo e incluso dogmatizarlo para así justificar la nueva etapa “post Chávez”, con “demonios desatados” enriqueciéndose a nombre del socialismo y de Chávez, entregados a las complacientes propuestas de grupos empresariales tradicionales y de reciente data, para en un abrir y cerrar de ojos desbaratar la mayoría de los logros y avances de la Revolución, conduciéndonos a la enorme crisis política, económica, social y cultural que estamos viviendo, la cual podríamos resumirla como una grave crisis de ética, que resultó de no terminar de matar al sistema que estaba sucumbiendo y de, por falta de claridad ideológica, no permitir que naciera la semilla que estaba germinando.
Ante semejante error que difícilmente la historia y los pueblos de América Latina nos perdonarán, pues estamos desechando una oportunidad que, como se dijo al inicio de este artículo, ocasionó miles de muertos, desaparecidos, torturados y excluidos a lo largo de las distintas luchas de los pueblos por conquistar el poder y por demostrar que otro mundo mejor, alejado de la podredumbre del sistema capitalista, es posible, cabe la siguiente pregunta que si bien derivará indiscutiblemente en otras interrogantes, es la base para tratar de entender lo que actualmente nos ocurre como movimiento político y como sociedad ¿En qué momento perdimos la ética sin darnos cuenta?.
Si la Revolución Bolivariana como movimiento que germinó de las luchas populares, del calor del pueblo y de la verdad histórica de que la razón está del lado de quienes creemos en un mundo de iguales; si los revolucionarios estamos plenamente convencidos de nuestro papel ante la historia; si sabemos que la principal lucha es la ideológica; si creemos e incluso promovemos la batalla de ideas; si el corroído sistema capitalista con su variante neoliberal es un sistema absolutamente indefendible tanto en lo ideológico como en lo cuantitativo; si entendemos y comprendemos que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”:
¿cómo explicar entonces en qué momento pasamos de la acción a la reacción sin siquiera darnos cuenta?
¿En qué momento dejamos de mostrar nuestros aciertos para estar pendientes de los desaciertos de la derecha?
¿Porqué permitimos que nuestro discurso se base en argumentar que nosotros somos malos pero que la derecha es peor?
¿Porqué darle tan mal tratamiento a noticias como la ocurrida en Tumeremo?
¿Porqué esperar que sea la derecha quien ponga la agenda mediática sobre la mesa para luego replicar?.
Si los procesos revolucionarios deben permanentemente evaluarse; si éstos deben estar colmados de objetividad y raciocinio; si ser revolucionario es ser, como permanentemente lo decía el propio Chávez, Radical, yendo y analizando la raíz del problema; si la crítica y auto crítica son procesos esenciales; si sabíamos que no todos los que dicen ser “Hijos” de Chávez lo son; si “decir la verdad es un acto revolucionario”:
¿Cómo explicar que por arrogancia satanizamos a quienes no le dicen “amén” a todas las desviaciones que desde los distintos niveles de gobierno se hacen?
¿Porqué atacar y vilipendiar al crítico revolucionario pero recibir con los brazos abiertos al “salta talanquera” de derecha?.
Si Chávez murió amado por su pueblo, con colas interminables de gente; si su voz y su ejemplo recorrieron el mundo entero; si entre tantas acusaciones falsas que le hicieron (dictador, loco, santero, violador de derechos humanos, financiador de terrorismo, entre otras) jamás pudieron acusarlo de corrupto; si Chávez es y representa las luchas de Miranda, Bolívar, José Tomas Boves, Ezequiel Zamora y Alí Primera; si Chávez es y representa las luchas de los descalzos, los negros, los indios, los pata en el suelo, los “ninguneados”:
¿Porqué permitimos que ser chavista dejará de ser, ante el común de la gente, símbolo de humildad, para convertirse en un abrir y cerrar de ojos en símbolo de amiguismo, corrupción, nepotismo y charlatanería?
¿Porqué dejamos que eso pasara si seguro estoy que la gran mayoría de los revolucionarios somos honestos de corazón y militantes por convicción?.
Si gracias a Chávez nació la unión pueblo-fuerza armada; si los de a pie dejamos de verlos como un cuerpo represivo al servicio de las élites que gobernaban Venezuela; si con el despertar del pueblo despertó buena parte de los mandos medios y bajos de la FANB; si interminables veces trabajaron de la mano y como una sola fuerza comunidades enteras con Soldados, Tenientes, Coroneles y hasta Generales; si los cuarteles están plagados de jóvenes de barrio honestos y trabajadores:
 ¿En qué momento la Fuerza Armada Nacional Bolivariana perdió el reconocimiento que tenia ante el pueblo?.
Si afirmamos que le eficacia y la eficiencia no pueden estar reñidas con la Revolución; si sabemos que en el socialismo no entra la mediocridad; si estamos obligados a no fallar para no darle herramientas a la contrarevolución; si Chávez dio su vida por no frenar el avance de este proceso histórico; si Ernesto Guevara nos advirtió que “El socialismo es la ciencia del ejemplo”:
¿Porqué premiamos la ineptitud?
¿Porqué no hemos sido capaces de deslastrarnos de personajes que le hacen un daño inmenso e irreparable a la Revolución?
¿Porqué no hemos sido capaces de colocar tras las rejas a los bandidos que desde este lado de la acera se han hecho multimillonarios a costa del sacrificio y la necesidad de un pueblo?.
Si promovimos la democracia participativa y protagónica; si defendimos la Constitución cuando estuvo en peligro aquel nefasto 11, 12 y 13 de abril; si llegamos al poder producto de la exclusión que generó la IV república; si decimos pretender construir el socialismo; si argumentamos que el capitalismo es excluyente:
¿Cómo es que pretendemos refundar la patria con los vicios de la IV república?
¿Cómo procuramos construir socialismo con exclusión?
¿Cómo pretendemos incrementar los 5,8 millones de votos de las últimas elecciones cuando exigimos que los subsidios, alimentos, beneficios y becas que distribuye el Gobierno venezolano sean sólo para un pequeño puñado de personas?
¿Cómo decimos defender la democracia participativa y protagónica si cohibimos a los ciudadanos y ciudadanas no afectas a la Revolución al momento de integrar una comuna o un consejo comunal?
¿Porqué sí permitimos que un burócrata pintado de rojo presida una institución, una gerencia o peor aún un ministerio?.
Si esta Revolución nació en las calles de los sectores populares; si esta Revolución nació en las zonas rurales junto al campesino; si la conexión Chávez-pueblo era elemental mantenerla; si el grueso de la masa revolucionaria se encontraba en los barrios, las aldeas y los caseríos; si las calles son del pueblo y no de la burguesía:
¿Porqué perdimos la calle?
¿En qué momento perdimos la conexión con el pueblo sin siquiera darnos cuenta?
¿Porqué la dirigencia del Ministerio de Alimentación y de la SUNDDE se encerraron en una oficina a dictar decretos totalmente alejados de la realidad sobre alimentos de primera necesidad?
¿Porqué no hemos sido capaces de explicar eso que llaman “guerra económica”?
¿Porqué si es una guerra le continúan dando dólares preferenciales a los grupos oligárquicos para que hagan fiesta con el bolsillo y la necesidad del pueblo?
¿Porqué en vez de anunciar beneficios para los grupos de poder no nos la jugamos con el pueblo?.
Si Chávez nos enseñó que la patria era de todos; si de igual forma aprendimos que PDVSA nos pertenecía; si supimos que teníamos debajo de nuestro suelo miles de millones de barriles de petróleo; si supimos que contamos con trillones de pies cúbicos de gas; si Chávez nos dijo que tenemos enormes reservas de tantalio, de coltan y de oro; si nos dijeron que los militares regresarían a sus cuarteles:
¿Porqué permitimos que se forme una empresa militar para la extracción de petróleo y demás minerales?
¿En qué nivel de letargo nos encontramos para permitir que la transnacional Gold Reserve venga a saquear nuestras riquezas minerales dejando daños irreversibles a nuestro ecosistema?.
Si el socialismo se hace en las calles; si los problemas hay que vivirlos y padecerlos frente al pueblo; si en tiempos de crisis el pueblo espera respuestas mediatas e inmediatas que le aporten soluciones efectivas ante las penurias que se viven; si la mejor forma de decir es hacer:
¿Porqué encerrarnos en una burbuja llamada twitter?
¿Porqué el PSUV le da tanta importancia a “etiquetas”, mega twiteos y demás?
¿Porqué nuestra dirigencia de forma errada ve como un “logro de la Revolución” que seamos “tendencia” nacional, mundial o interplanetaria?
¿Acaso eso le importa a la gran mayoría de los venezolanos que diariamente hacen colas para adquirir alimentos y medicinas?
¿No sería mejor hacer la gestión de gobierno desde la calle?
¿No sería mejor conectarse con la realidad del pueblo que esperar que el pueblo se conecte con la “realidad” del partido?.
Por último, consciente de que faltan cientos de preguntas más por realizar, es necesario que retomemos la senda del triunfo, la crisis ética que vivimos en este momento nos lleva como revolucionarios a saberla interpretar para, a partir de ella, generar estrategias que conduzcan a realizar acciones y argumentos cónsonos con las exigencias del pueblo, el Comandante Chávez como excelente estratega sacó a relucir sus mejores decisiones en los momentos más difíciles. Es tarea del grueso de los revolucionarios, esos que sin titubear creemos en el socialismo, esos que apoyamos esta causa por convicción y no por condición, esos que no le decimos “amén” a todo lo que desde el alto gobierno se hace, asumir posturas revolucionarias, radicales y alejadas de los vicios de antes y de ahora que en definitiva son los mismos.

(*) Economista social e investigador.
@oscar_forero83
Publicado originalmente el 13/03/2016.
Revisado el 12/08/2016

jueves, 4 de agosto de 2016

VEA EL MÁS RECIENTE ESTUDIO SOBRE LA COMPARACIÓN DE PRECIOS ENTRE COLOMBIA Y VENEZUELA.



Conforme a la muy posible apertura de los pasos fronterizos, el Observatorio de Precios del estado Táchira ha publicado el más reciente estudio sobre los precios de los productos de la canasta alimentaria en comparación con el mercado interno colombiano, para determinar los rubros que específicamente resultan más costosos y más económicos en el vecino país, dicho estudio ha sido realizado consultando las páginas web www.corabastos.com de la Corporación de Abastecimiento de Bogotá (CORABASTOS), la mayor central de abastecimiento del país y www.exito.com una de la más grandes cadenas de supermercados con presencia en las principales ciudades colombianas; por su parte la información referente al mercado venezolano fue obtenida por medio de encuestas propias del Observatorio de Precios, realizada en la fronteriza ciudad de San Cristóbal, estado Táchira, mientras la tasa de cambio calculada fue de 2,5 bolívares por peso, conforme a lo estipulado por las casas de cambio instaladas en la ciudad de Cúcuta.
El estudio arrojó que el 50% de los productos analizados, es decir 25 rubros, son más económicos del lado venezolano que del lado colombiano, destaca que dentro de la investigación, el 66% de estos alimentos corresponden a la sub clase de carnes, pescados, leche, huevos y derivados, lo cual denota que la población venezolana tiene mayor amplitud de compra de proteína animal del lado venezolano que del lado colombiano. Esto repercutirá, una vez aperturados los pasos fronterizos, en el ingreso de ciudadanos desde territorio colombiano para adquirir buena parte de esta sub clase, lo cual podría generar un incremento de precios por el aumento de la demanda.



Por su parte, 18 productos resultan más costosos del lado venezolano, lo cual representa un 36% del total de alimentos estudiados, denotándose que la mayoría se encuentra compuesta por la sub clase de frutas, verduras, hortalizas, leguminosas y tubérculos, con mayor incidencia en la proteína vegetal (leguminosas), que presenta desde 177% de incremento en la arveja, 212% frijol y 214% caraota, lo cual motivará a la movilización de venezolanos hacia territorio neogranadino en busca de estos alimentos.



De igual forma, existen 6 rubros que poseen un costo muy semejante en ambos mercados, estos son: Arroz, pimentón, harina de maíz, cambur y piña, los cuales presentan diferencias que en ningún caso superan el 10% hacia arriba o hacia abajo, lo cual se considera un valor muy pequeño para que sea atractivo a los potenciales compradores.



Por último, al comparar el consumo de una familia de 3,79 personas (promedio de personas por familia de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística para el estado Táchira), el costo total de la canasta alimentaria en territorio venezolano superaría los 248mil bolívares, por su parte la misma canasta alimentaria adquirida en el mercado colombiano, equivaldría a 267mil bolívares, lo cual representa un incremento de 19mil bolívares o 7,60%.



Es evidente que aún con una economía altamente especulativa, con una tasa de cambio arbitraria, que indiscutiblemente favorece a la moneda colombiana, y con un proceso hiperinflacionario en pleno apogeo, la mayoría de productos venezolanos resultan más económicos que los alimentos colombianos. Sin embargo existen variables que incentivan la movilización de venezolanos hacia la ciudad de Cúcuta a efectuar compras, entre ellos tenemos, la escases, las restricciones de compras (por número de cédula) y las inmensas campañas mediáticas de los medios de comunicación del vecino país, tan influyentes dentro del común de la población tachirense.

miércoles, 3 de agosto de 2016

248 MIL BS: VEA EL ÚLTIMO INFORME SOBRE LA CANASTA ALIMENTARIA QUE SE REALIZA EN EL MUNICIPIO SAN CRISTÓBAL


Según el último informe emitido por el Observatorio de Precios del estado Táchira, para la primera semana de agosto de 2016, la canasta alimentaria que reúne 50 productos esenciales para la dieta del venezolano, se incrementó ligeramente, llegando a los 248.980,26 bolívares, en comparación con la última semana de julio cuando se encontraba en Bs. 248.929,10, aumentando tan sólo 0,02%, lo cual representa un alivio para el ingreso de los trabajadores que semana a semana ven como su poder adquisitivo se reduce. Sin embargo al ser comparado este período con el primer estudio realizado en el mes de mayo, se observa un fuerte y pronunciado incremento que monetariamente supera los 75 mil bolívares, y que porcentualmente alcanza los 43 puntos porcentuales (43,15%).


Al ser comparado este sostenido incremento con el salario de los trabajadores (sueldo mínimo + cesta ticket), observamos de manera más detallada la forma como la calidad de vida de la población asalariada se ha ido pauperizando, pues es evidente que mientras el salario debe ser aumentado vía decreto presidencial, los precios de los productos que reúnen la canasta alimentaria no respetan gacetas o providencias administrativas.



Es así como para cubrir la canasta alimentaria una familia requiere de 7,4 salarios mínimos, algo que, a duras penas alcanzan altos funcionarios del Estado venezolano y que sin duda alguna repercute en la dieta alimenticia de la población y en su salud.



Si analizamos el comportamiento de la canasta por sub clase, nos damos cuenta que todas presentan un crecimiento muy semejante, no obstante quien más impacta en el bolsillo del venezolano es el rubro industrial-empacado, es decir cereales, grasas, azúcar, café, té y similares, el cual representa un 35,2% del total, pues es allí donde se concentra con mayor facilidad el fenómeno del bachaqueo y el acaparamiento, seguido de la sub clase carnes, pescados, leche y derivados que alcanza un 34,6% y la sub clase frutas, verduras, hortalizas, tubérculos y leguminosas con 30,1%.


Al analizar los alimentos que presentan mayor incremento de precios durante la última semana vemos como la margarina (122,22%), el atún enlatado (100%) y la sardina enlatada (66,67%), encabezan este listado, seguido por el apio, la piña, el aceite vegetal, el mango, la lechosa, el pimentón y el arroz que se encuentran entre el 20 y el 30% de incremento.



Por su parte los productos que presentaron mayor reducción de precios comparado con la última semana de julio fueron avena (-55%), naranja (-40%) y pastas alimenticias (-22,22%), mientras la cebolla, la auyama, la leche pasteurizada, el melón, la zanahoria y la sal, redujeron entre -20 y -10%, lo cual contribuyó de manera significativa para que el incremento entre la penúltima y la última semana fuera tan pequeño.


De manera general, analizando desde el mes de mayo del presente año, los productos que más han incrementado su valor son la pasta alimenticia (250%), el azúcar (150%) y la caraota (150%), seguidos por la arveja, lentejas, ocumo, café y frijol que han duplicado su valor en poco más de dos meses, lo cual demuestra la volatilidad del mercado alimenticio venezolano.


Por último, los alimentos que en el mismo período de tiempo, y en consonancia con la volatilidad del mercado especulativo, han reducido significativamente su valor son la naranja (-57,14%) y la sal (-41,67%), mientras el tómate, la papa, la piña,  la cebolla, zanahoria y auyama han reducido entre -40 y -20% desde el mes de mayo hasta la primera semana de agosto de 2016.


En general, se puede apreciar un mercado altamente volátil, característica propia de los procesos hiperinflacionarios como el que actualmente vivimos, que se traduce en temor y zozobra tanto por parte de los vendedores como por parte de los compradores. Es palpable que la espiral inflacionaria continua siendo impulsada por la reventa de productos, el acaparamiento y la escasez que se conjugan para subyugar el salario de los trabajadores venezolanos.

Recientemente se ha anunciado un posible nuevo incremento salarial, el cual si bien es justo y necesario (un salario mínimo debe estar por el orden de los 100 a 130mil bs), servirá para incrementar la volatilidad del mercado, en caso de, como históricamente ha sido, dejar el ingreso del trabajador en las garras del mercado especulativo.

lunes, 1 de agosto de 2016

El país de los muchos.



Por: Oscar Javier Forero (*)

Existen muchos gobiernos y "gobiernitos", mientras uno anuncia medidas el otro niega y rechaza esas posibles medidas; mientras uno combate la corrupción, el otro se llena los bolsillos; mientras uno da la vida por construir la Revolución el otro se le abre de piernas al capitalismo.

Existen muchos PSUV, uno que quiere ser un verdadero partido revolucionario, otro que quiere ser adeco; hay otro que quiere incluir a las voces críticas, mientras otro pretende ser tribunal de inquisición; existe uno que quiere estar al lado del pueblo, y hay otro que no tiene ni rumbo.

También existen muchas MUD, una que busca la violencia y el golpe de Estado, otras van a la violencia pero con más temeridad y cautela; otros simplemente se van para donde el río los lleve y otro cree en el diálogo como salida a este conflicto.

También hay muchas Iglesias, la que esta con los pobres, la que está con los ricos; la que conspira junto a la oligarquía y la que trata de no interferir en los asuntos del país.

Hay muchas FANB, la que tiene “jefesitos” y “jefesotes”; la que ve su uniforme como un privilegio para matraquear y enriquecerse; la que cree en la Revolución, la que odia a la Revolución y la que sólo cumple órdenes.

Hay muchos militantes, los militontos; los que a todo le dicen "amén"; los que juran que con el anunciado y cacareado “nuevo modelo” llegaremos al socialismo; los que nunca fueron y ahora dicen estar arrepentidos; los que dicen ser de izquierda con praxis de derecha; los que tratan de pescar en río revuelto; los que no saben ni para donde vamos y los que saben que para ser revolucionarios hay que hacer la revolución.

Hay muchos Ministros, que aunque concuerdan en calificarse como “hijos de Chávez” difieren en sus acciones, unos que responden a los intereses del pueblo, otros que gobiernan para la oligarquía; unos que no descansan tratando de sacar el barco a flote, otros que juegan a que el barco se hunda; unos que ven en Nicolás Maduro un líder político, otros que solapadamente lo irrespetan; unos que reconocen los errores del Gobierno, otros que viven en un país paralelo donde todo es perfecto, donde el 100% de la población come tres veces al día y donde el salario de los venezolanos es de los “mejores” de Latinoamérica (sólo si se compara con el dólar DIPRO).

A su vez, en este archipiélago ideológico, existen muchos Presidentes, uno que dice cumplir al pié de la letra el legado de Chávez; otro que acusa al empresariado de "pelucon", pero luego los llama a trabajar de la mano; existe otro que cree en los obreros, mientras por otro lado resalta la incapacidad de los trabajadores; hay uno que quiere hacer la Revolución, pero otro socialdemócrata, lo frena.

Por último, existe mucho pueblo, uno que odia a la Revolución, otro que ama a la Revolución; uno que cree en la "Guerra Económica", otro que acusa de inepto al Gobierno; uno que se indigna por la corrupción y otro que se aprovecha del desorden; uno que resiste a la vorágine y otro que está resignado a caer en la pobreza.

En fin, hay toda una lucha intestina entre cada uno de estos sujetos, una lucha a muerte, una lucha intensa y continua que deparará o en la Revolución o en el fascismo, en el Socialismo o en el más radical Neoliberalismo, en la independencia absoluta o en el coloniaje imperial…

¿Quién vencerá?.
(*) Economista social e investigador.
Twitter: @oscar_forero83
Sugerencias y comentarios a: Oscarjforero83@hotmail.com

CONOZCA LOS PRO Y LOS CONTRA DEL DECRETO DE RÉGIMEN LABORAL TRANSITORIO Y OBLIGATORIO PARA EL REIMPULSO DEL SECTOR AGROALIMENTARIO

Recientemente en Gaceta Oficial N° 4950 de fecha 22 de julio de 2016, se decretó un transitorio y polémico régimen laboral, el cual ha tenido múltiples interpretaciones por parte de quienes aducen estar a favor o en contra de esta medida que se efectúa en el marco de la denominada "Guerra Económica".

Aquí sus principales características, junto a sus aspectos positivos y negativos, juzgue usted mismo: