Oscar Javier Forero Coronel

jueves, 1 de septiembre de 2016

LOS PRECIOS RETROCEDEN 10% LUEGO DE LA REAPERTURA DE FRONTERA


El más reciente estudio efectuado sobre los 50 productos que integran la canasta alimentaria de una familia en un mes descendió en más de 24 mil bolívares, lo cual representa una reducción de 9,3% con respecto a la primera quincena de agosto fecha en la cual se reaperturaron los pasos fronterizos y la tendencia que se presentaba era al alza de los precios, situación que ha sido no sólo neutralizada sino revertida por los acuerdos bilaterales a los que llegaron la República Bolivariana de Venezuela y la República de Colombia.

Es la cuarta vez que se presenta una reducción de precios desde mayo de 2016 y la primera vez en catorce estudios realizados, que la canasta alimentaria se reduce de forma consecutiva por dos semanas, a su vez, es importante mencionar que tres de los cuatro descensos de precios se dieron en el mes de agosto de 2016, fecha en que las conversaciones entre ambos gobiernos se intensificaron. Pudiéndose por lo tanto asegurar que éste es el principal logro para la población tachirense que presenta la reapertura fronteriza, pues el mercado especulativo ha tenido que reducir de manera considerable sus costos para poder competir con el mercado colombiano; sumado a este importante logro, se debe también mencionar la recuperación en el poder adquisitivo de los trabajadores, pues el incremento salarial, como algunos preveían, no ha incrementado los precios de los productos y el fenómeno de la escasez está prácticamente desapareciendo de la ciudad de San Cristóbal, productos como el aceite, la mayonesa, la mantequilla y el azúcar se comienzan a expender con total normalidad en los principales supermercados y automercados de la ciudad, igual situación se está comenzando a presentar con los artículos de higiene y cuidado personal, lo cual ha sido percibido por la población de manera muy positiva.

Recordemos que ha partir del primero de septiembre de 2016, el salario mínimo será de 65.056,60 bolívares, siendo esta la primera vez, desde hace cerca de tres años, que el salario crece a una mayor velocidad que la inflación, algo que sin duda alguna podría representar un punto de quiebre ante la vorágine especulativa que impedía el acceso a los trabajadores a una buena parte de los bienes y servicios que éstos demandan.


Al analizar el comportamiento de la canasta por subclase, observamos como la que mayor incremento de precios presentó en las últimas dos semanas fue la subclase de cereales, grasas, azúcar, café, té y similares con - 13,49%, seguido por la subclase de frutas, verduras, hortalizas y leguminosas con -9,81%, mientras la subclase de carnes, pescados, mariscos, leche y huevos se redujo en -3,94%. Por su parte, al evaluar el comportamiento desde el inicio de este estudio, podemos apreciar como la subclase que más influye en el salario del venezolano es la de cereales, grasas, azúcar, café, té y similares con + 56,43%, seguido por verduras y frutas con + 39,22% y carnes y derivados con + 17,81%.



A nivel más especifico podemos apreciar como los productos que mayor incremento presentaron en la última semana fueron el atún (+ 100%), el melón (+ 40%), las sardinas (+ 25%) y la patilla (+ 25%), algo que se presenta alentador pues, con la excepción del atún, estos son alimentos que varían mucho dependiendo de las respectivas cosechas, a diferencia de las semanas anteriores cuando los alimentos que mayor incremento presentaban era los de primera necesidad.



En contraparte los alimentos que mayor reducción de precios presentaron fueron la auyama (- 37,50%), el zanahoria (- 33,33%), el tómate ( -33,33%) y la guayaba (- 33,33%), resaltando el caso del arroz que redujo su valor en más de 30%, cuestión esta que confirma el impacto en los precios que ha generado la reapertura de los pasos fronterizos. 


Comparando desde el mes de mayo, los alimentos que mayor registro de precios presentan son la caraota (+ 160%), el ocumo, la avena, la pasta y la arveja (+ 150%), denotándose que la gran mayoría de esta lista corresponde a los productos caracterizados como "bachaqueables", los cuales como ya se dijo han venido progresivamente reduciendo su precio.


Mientras los productos que han presentado reducción de precios con respecto al mes de mayo destacan la  guayaba (- 80%), la naranja (- 57,14%), la zanahoria, la auyama y el tómate (- 50%), productos todos que regularmente presentan alzas o disminuciones de precios dependiendo de las respectivas cosechas. Destacando también la aparición nuevamente del platano maduro (- 33,33%), rubro que ha tenido una importante campaña de boicot por parte del Poder Popular para no consumirlo hasta tanto no reduzca su precio.


Por último, conforme al anuncio de incremento en el sueldo mínimo de los trabajadores y las trabajadoras, la cantidad de salarios que se requieren para cubrir la canasta alimentaria bajó considerablemente de 7,40 en el mes de julio a 4,1 en el mes de agosto, y pudiendo disminuir la barrera de los 4 salarios a partir del primero de septiembre fecha en que se incrementará el salario base.


Una vez arrojados los resultados del estudio, se hace evidente que el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras comienza a mejorar, la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de la población asalariada se comienza a convertir en una tendencia que se espera se mantenga en el tiempo. Sin embargo y a pesar de tan buenas noticias, algunos factores comienzan a ser preocupantes:

1.- La negativa por parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), a desbloquear el sistema "MUISCA" que permitiría la importación de alimentos desde Colombia de manera más directa y formal.

2.- El alza que se está comenzando a presentar en el dólar paralelo (dólar today), el cual, y tal como lo ha dicho la CEPAL en su más reciente informe no corresponde con la realidad fronteriza y altera arbitrariamente la realidad económica. En los últimos días el dólar paralelo se ha incrementado en más de 20 bolívares, lo mismo ocurre con el peso colombiano que se encuentra a 2,25 pesos por bolívar; de no controlarse el accionar de las mafias que operan en torno a estas depreciaciones arbitrarias, el poder adquisitivo del venezolano se puede afectar nuevamente.

3.-  La expansión en la masa monetaria (dinero circulante en las calles) que producto de los incrementos salariales y de el cercano pago de utilidades sirvan de mecha para despetar la espiral hiperinflacionaria.

4.- El desespero de grupos privilegiados y de poder, que viendo como el poder adquisitivo de los trabajadores comienza a mejorar y la percepción de éstos sobre el gobierno, se aventuren a tomar acciones de calle o desestabilizadoras (paros patronales, intentos de golpes, guarimbas, revueltas, etc.) que vuelvan a deprimir nuestra ya alicaída economía.

5.- Los constantes ataques e intentos de bloqueos financieros que solapadamente vienen haciendo las redes hegemónicas del capital financiero internacional y el derrocamiento "suave" de gobiernos progresistas en América Latina, como el recién ocurrido en Brasil, podrían desencadenar un ataque económico y político contra la República Bolivariana de Venezuela.

Resulta por lo tanto vital para el gobierno, entender que su factor de permanencia en el poder es el pueblo, situación ésta que debe ser entendida, digerida e interpretada por quienes dirigen la Revolución. Las circunstancias tienen a este proceso político en un punto álgido, critico y difícil, pero que con el apoyo popular, y con la mejora en las condiciones sociales como ha venido ocurriendo, por lo menos en el mes de agosto, es y será invencible.

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