Por: Oscar Javier Forero (*)
La reciente medida de sacar de circulación
los billetes de 100 bolívares, tomó por sorpresa a la población en general y a
las mafias que operan en la frontera colombo-venezolana, especialmente entre el
departamento Norte de Santander en Colombia y el estado Táchira en Venezuela.
El anuncio se puede analizar como
extraordinario y hasta apresurado, sin embargo, además de ser más que
necesaria, representa un hito en la política económica de los últimos tres
años, al punto que podría ser considerada como la primera medida de carácter
contundente que se aplica a las mafias que tanto daño le hacen al país. Es de
apreciar el cambio de “estilo” del Gobierno Bolivariano, que por primera vez en
muchos años, ha dejado a un lado la pésima política de “anunciar anuncios”,
generar políticas públicas de poca o nula trascendencia, o en el peor de los
casos jugar al “laissez faire laissez
passer” al más absoluto estilo neoliberal.
La situación se hace aún más positiva cuando
se evalúa el cambio en el estado de acción del gobierno; en tan sólo un par de
horas pasó de una agenda totalmente reaccionaria, respondiendo (a medias) a los
intensos ataques de la derecha venezolana, a crear su propia agenda y no sólo
ello, sino imponerla a la dinámica de los medios nacionales, internacionales y
la propia oposición venezolana. En pocas palabras se puede asegurar que la
Revolución Bolivariana, con una pequeña medida, ha pasado de la defensa al
ataque, lo cual resulta no sólo esperanzador sino altamente motivante para el
pueblo en general.
Si bien la medida es de carácter finito en el
tiempo y coyuntural, la efectividad de ésta destaca en que en la ciudad
colombiana de Cúcuta el panorama luce bastante incierto y complejo, quienes
hasta hace poco pagaban hasta 140 bolívares (vía transferencia electrónica) por
un billete de 100 bolívares, ahora están tratando de salir “a como dé lugar”
del mismo billete, vendiéndolo a 60 bolívares. Las montañas de billetes
venezolanos acaparados en Cúcuta por grupos muy ligados a poderes
transnacionales pasaron de ser una alegría a ser todo una pesadilla; la
situación es simple: Las mafias se encuentran a horas de perder miles de
millones de bolívares producto de actividades delictivas como el contrabando y
el narcotráfico.
A nivel interno las noticias también resultan
positivas: El viernes anterior al anuncio presidencial el dólar paralelo se
ubicaba por el orden de los 4.265,62 bolívares, a la fecha, el mismo dólar
paralelo ha caído a 3.570,74 bolívares, representando un descenso de 16,29% de
dos días, algo no visto en los últimos 2 años. Esto repercutirá en el valor
dado al bolívar por los operadores cambiarios fronterizos ubicados en Cúcuta,
quienes, ante la caída de la divisa norteamericana en Venezuela (mercado
paralelo), la devaluación del peso y la ausencia de bolívares en el mercado
interno del departamento Norte de Santander, tendrán que incrementar el valor
dado a la moneda venezolana.
Sin embargo y como lo he venido diciendo,
esta medida es finita en el tiempo, y por si sola no solucionará el problema de
raíz, para ello se hace necesario que se tomen medidas de carácter integral que
sirvan de contención ante el accionar delictivo de los grupos de poder que
continuaran jugando a la crisis económica y la caída del Gobierno
Revolucionario.
La eliminación de la catastrófica y dañina
dualidad cambiaria; la puesta en funcionamiento de casas de cambio del lado
venezolano, que retengan los bolívares para que no pasen al mercado colombiano;
la venta de combustibles en pesos a través de PDVSA dentro del territorio
neogranadino; la activa presencia de la institucionalidad del Estado venezolano
en la frontera; y las presiones económicas y diplomáticas por parte de nuestra
Cancillería para obligar al dialogo binacional, son fundamentales. De no
efectuarse tales acciones, de volver a la pasividad y a la agenda defensiva, se
continuará profundizando la crisis, el caos y el desgobierno. El momento
histórico amerita continuar por la senda del ataque, de lo contrario estaremos
dentro de un año anunciando un “nuevo cono monetario”, con billetes de 100 mil,
200 mil, 500 mil y un millón de bolívares “fuertes”.
(*) Economista social e investigador.
Twitter: @oscar_forero83
el precio cae por simple logica, nadie quiere quedarse con un papel moneda que no sirve, es un efecto corto plazista, no un medida "inteligente" del masburro. Se hace posible la idea del corralito financiero por parte del gobierno. Pobres venezolanos eso pasa por escoger gente corrupta e incapaz como autoridades.
ResponderBorrarseria genial que crearan casas de cambio del lado venezolano con los valores reales de la moneda de esa manera se podría cotizar nuestra moneda de mejor manera, definitivamente bajarle a 45% el gasto publico y re invertir en verdadera producción nacional no en la ficticia dando créditos a quien no tiene ni idea de que hacer con ese dinero que le da el estado..... estas propuestas entre otras que se que nadie en el alto gobierno le va a parar pelotas ya que no tienen la menor intención de que se les acabe el nuevo monopolio.....
ResponderBorrarmuy buen articulo hermano,no conocia tu blog, saludos.
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