Luego de veinte semanas de estudio permanente en el comportamiento de la Canasta Alimentaria del municipio San Cristóbal, ésta ha venido manteniendo, a pesar de algunas reducciones, su tendencia al alza, lo cual resulta preocupante pues impacta de manera directa en la población, con especial incidencia en las clases asalariadas.
El más reciente estudio efectuado sobre los 51 productos que integran la canasta alimentaria de una familia en un mes aumentó más de 16 mil bolívares con respecto a la semana inmediatamente anterior y 70 mil bolívares desde el mes de mayo, lo cual representa un incremento total de 40,52% en poco más de cuatro meses, un porcentaje bastante alto si tomamos en cuenta el corto tiempo analizado.
Al analizar el comportamiento de la canasta por subclase, observamos como la que mayor incremento de precios presenta, desde el mes de mayo, es la subclase de verduras y frutas
con + 59,47%, seguido por
cereales, grasas, azúcar,
café, té y similares con + 55,88%, y carnes y derivados con tan + 14,19%.
De manera más detallada, se puede apreciar que los alimentos que mayor aumento tuvieron en la última semana fueron la auyama (+ 100%), la avena en hojuelas (+ 90,91%) y la leche pasteurizada (+ 87,50%), mientras que la carne de pollo (- 13,04%), el cebollín (-12,50%) y el callo (-12,50%) presentaron disminución con respecto a su valor. En este aspecto es importante mencionar que 25 productos en total aumentaron de precio, mientras tan sólo 4 redujeron su valor y 22 no presentaron variación.
Comparando desde el mes de mayo, los alimentos que mayor registro de precios presentan son la pasta (+ 350%), la leche pasteurizada (+ 200%) , la avena en hojuelas (+ 167,50%) y la caraota (+ 150%), denotándose que la gran mayoría de esta lista, 16 productos en total, corresponden a los alimentos caracterizados como "bachaqueables". Por su parte, los rubros que mayor disminución presentan desde el inicio del estudio pertenecen a la subclase frutas, hortalizas y verduras: zanahoria (- 40%), sal (- 33,33%), cebolla (- 33,33%) y guayaba (- 30%), observándose que la variación total entre los que más aumentan es 4 veces mayor que la variación de los que más reducen.
En cuanto al impacto en el bolsillo del trabajador, la medición sobre la cantidad de salarios mínimos que se requieren para cubrir la canasta alimentaria ha presentado múltiples fluctuaciones, llegando a un techo máximo de 7,40 salarios a un piso mínimo de 3,34 salarios, y reiniciando una etapa de ascenso que lo ubica en la actualidad en 3,76 salarios necesarios para cubrir la totalidad de la canasta alimentaria para una familia promedio tachirense (0,26 puntos más que la semana anterior).
LOS RESULTADOS POSITIVOS DE LA REAPERTURA FRONTERIZA COMIENZAN A DESAPARECER:
Desde la reapertura de los pasos fronterizos ocurrida el 13 de agosto de 2016, hasta el 20 de septiembre, los precios registrados de la canasta alimentaria presentaron un importante descenso, que impactó de manera positiva en el común de la población, a eso debemos sumarle el incremento salarial del cesta ticket (desde el 1° de agosto) y del salario base (desde el 1° de septiembre). Estas dos variables positivas (el descenso de los precios y el aumento de salarios) dio como resultado que las necesidades alimenticias de la población mejoraran, no de manera ideal, pero si representando un importante avance pues por primera vez se percibía un respiro en el poder adquisitivo del venezolano, lo cual no ocurría desde hace mucho tiempo.
Es así como la canasta alimentaria retrocede por cinco (5) semanas consecutivas, pasando de 261.136,95 bs a 217.325,61 bs, (reducción de 43.811,34 bs), significando un verdadero avance y creando una perspectiva de disminución en los indices de inflación no sólo a corto sino a mediano y largo plazo.
Ante la ausencia de buena parte de estas premisas, los precios revirtieron su tendencia a la baja y comenzaron una nueva escalada de más 27 mil bolívares, en tan sólo tres semanas, algo muy preocupante y que debería de alertar a los organismos competentes: Banco Central de Venezuela, Ministerio de Finanzas, Ministerio de Alimentación y SUNDDE, de lo contrario los indices hiperinflacionarios se despertaran a niveles mayores a los ya conocidos por quienes observamos con estupor la galopada de precios.
Desde la reapertura de frontera, destaca el incremento presentado por la guayaba (+ 133,33%), la leche liquida (+ 100%) y el melón (+ 100%), mientras el azúcar (- 50%), la zanahoria (- 45%) y el apio (-35,71%) son los rubros que presentan descensos, es así como la subclase que más ha influido en la reducción presentada desde esta etapa fue la de cereales, grasas, azúcar, café, té y similares con -16,79%, seguido por la subclase de carnes, pescados, mariscos, leche y huevos con -6,55%, mientras la subclase de frutas, verduras, hortalizas y leguminosas presenta un incremento de + 3,30%.
En general, se puede influir, que la canasta alimentaria desde la reapertura de frontera ha disminuido un - 6,40%, pero presenta desde el 20 de septiembre pasado una fuerte tendencia al alza, que se ve alimentada por la depreciación arbitraria que el bolívar ha venido sufriendo en territorio colombiano y para lo cual no se han logrado tomar las medidas correctivas que neutralicen el accionar de las denominadas casas de cambio.
Si bien el dólar DICOM ha contribuido a disminuir la presión que ejercía el dólar paralelo sobre la economía venezolana, aún falta mucho por hacer; resulta alarmante el incremento presentado en los últimos 15 días por el dólar today, que incrementó su valor en más de 80 bolívares, más preocupante se torna el panorama cuando en los anteriores 6 meses su valor se redujo en 199 bs.
Esta situación repercute también en el valor del peso colombiano sobre la moneda venezolana, la cual se ve influenciada por la ley de oferta y demanda: La intensa movilización de venezolanos en búsqueda de alimentos, medicinas y repuestos ha generado que la liquidez de bolívares en Cúcuta se incremente motivando la depreciación de nuestra moneda. Este argumento no significa que el valor determinado de la relación peso/bolívar no tenga un carácter altamente arbitrario e ilegal, pues es efectuado por factores externos a nuestra economía y sin ningún tipo de reconocimiento oficial por parte de ambos Estados.
Es importante mencionar que de no tomarse
acciones de política monetaria y cambiaria en la zona fronteriza colombo
venezolana, con especial énfasis en los departamentos Norte de Santander y el
estado Táchira, el valor de la moneda venezolana seguirá retrocediendo, lo cual incidirá significativamente en el costo de los productos; el fenómeno de
depreciación inducida de la moneda venezolana se verá acelerado conforme
lleguen los meses de noviembre y diciembre, fechas en las cuales se comenzará a
cancelar las utilidades laborales del año (aguinaldos) y por ende se incremente el número de venezolanos que acudirán a adquirir productos en territorio colombiano.
Urge la toma de acciones, urge la unificación cambiaria y urge la neutralización en el accionar de las casas de cambio.
Es un clamor que hacemos los pueblos de la frontera.
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