Por: Oscar Javier Forero
INCOMPRENSIBLE que un pueblo
tenga 60 años cayéndose a plomo y no haya sido capaz de aplicar las normas
básicas de convivencia.
INCOMPRENSIBLE que más de 250 mil
muertos, de ellos 177 mil civiles no sean
suficientes para comprender la necesidad de la paz.
INCOMPRENSIBLE que en los últimos
23 años, según la Unidad de Victimas: “Más de 130.000 amenazados, 75.000
perdieron algún bien, más de 90.000 desaparecidos y sus familiares, más de
21.000 secuestrados, casi 55.000 víctimas de algún tipo de acto de terrorismo,
cerca de 95.000 homicidios y más de 540.000 personas afectadas por el asesinato
de un ser querido, 10.500 víctimas de minas antipersonas, 6.500 casos de
tortura, casi 7.000 de reclutamiento forzado de niños y 4.000 casos de
violencia sexual”, no sean suficientes para buscar herramientas de dialogo que
paralicen el desangre de un país.
INCOMPRENSIBLE que Antioquia,
cuna del paramilitarismo, que lidera la tristemente lista de los departamentos
con más victimas registradas en la guerra (1,2 millones), haya presentado dos
cifras que sólo dan pena: 61% de abstención y 62% de votantes a favor del NO.
INCOMPRENSIBLE que mas de 6
millones de desplazados internos no sean suficientes para remover la fibra del odio.
INCOMPRENSIBLE que un pueblo vote
por mas fosas comunes llenas de hijos, de nietos, de amigos, de compatriotas.
INCOMPRENSIBLE que un pueblo vote
para que se multipliquen los mutilados, los huérfanos y los torturados.
INCOMPRENSIBLE que las ciudades,
enceguecidas e idiotizadas por los medios opinen de manera alegre NO para una
paz que añoran las comunidades rurales.
INCOMPRENSIBLE que pobres y ricos
celebren juntos de manera efusiva la continuidad de una guerra a la que sólo
van los jóvenes de los barrios y los campos.
INCOMPRENSIBLE que millones de
colombianos manifiesten odio hacia las FARC y permisividad ante el
paramilitarismo.
INCOMPRENSIBLE que las
motosierras, el terror y las más de 1160 masacres cometidas por Alvaro Uribe y
sus grupos paramilitares no generen rechazo sino aceptación.
INCOMPRENSIBLE que los niños
hambrientos, la miseria, la pobreza y la exclusión que genera la guerra no
basten para acabar con esta irracionalidad.
INCOMPRENSIBLE que un pueblo que
mayoritariamente se califica como cristiano le diga NO a la paz y SI a la
guerra.
INCOMPRENSIBLE que Soacha un
municipio tan empobrecido y golpeado por la guerra, que pone los soldados que
van como carne de cañón a la selva, que padeció de manera directa la
desaparición de cientos de jóvenes para hacerlos pasar como guerrilleros
muertos en combate, le diga NO a la paz.
INCOMPRENSIBLE que en Latinoamérica
tengamos un Israel.
INCOMPRENSIBLE que el
santanderismo después de 200 años siga intacto.
INCOMPRENSIBLE que un país
después de tantos tropiezos aspire seguir tropezando de manera torpe.
INCOMPRENSIBLE e INADMISIBLE que
más del 62% de los colombianos no haya ido a votar.
INCOMPRENSIBLE que miles de
colombianos "sufran" por los reality show, lloren por las derrotas en
el fútbol, critiquen la democracia venezolana, celebren los reinados de belleza
pero no se interesen por los temas trascendentales de su país.
Incomprensible, irracional,
ilógico, insensato e idiota la postura de esos 6,43 millones de ciudadanos que
negaron la oportunidad histórica al fin del conflicto armado.
Hoy retumba de nuevo el vuelo
rasante de la guerra, pero la paz será, mas temprano que tarde inexorable para
el violentado pueblo colombiano.
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