Oscar Javier Forero Coronel

lunes, 25 de junio de 2018

¿Cómo serían los equipos del mundial sin los inmigrantes? Fútbol e inmigración

Por: Oscar Javier Forero
Economista

La inmigración es, casi la totalidad del año, motivo de titulares de prensa, de leyes y decisiones por parte de políticos y de opiniones por parte de personalidades. Es conocida la, cada vez mayor, inmensa ola de refugiados que a menudo trata de cruzar el espacio Schengen, o línea limítrofe que separa a 26 países de la Unión Europea de sus vecinos, entre ellos África, las naciones balcánicas y el Oriente Próximo; también, es motivo de indignación el trato denigrante y cada vez más nazista del gobierno norteamericano en contra de los migrantes latinos.

Para septiembre de 2016, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado denunciaba, en un emotivo video, el cual contó con la participación del famoso cantautor español Joan Manuel Serrat que “en los últimos 6 años han muerto más de 15mil personas tratando de llegar a Europa”, a su vez alertaba que aquel Mediterráneo que inspiró al propio Serrat a dedicarle una canción, hoy se ha convertido en “una gigantesca fosa común” en el cual las “gentes se dejan la vida, tratando de ponerse a salvo de la guerra”.

A la fecha la penosa fosa común que se encuentra al frente de publicitados lugares como Cannes, Saint Tropez, Cerdeña o Mallorca ha crecido, de acuerdo a la Oficina Internacional del Migrante (OIM) para 2017 fallecieron ahogados más de tres mil migrantes, mientras que en lo que va de 2018 la cifra supera el millar. Dicho número ha aumentado en los últimos años producto de las propias guerras e invasiones que, de manera indiscriminada, llevan a cabo los Estados Unidos y la propia OTAN.

Si bien es la propia Europa responsable de buena parte de la crisis que conlleva a la movilización de millones de africanos, asiáticos y balcánicos que huyen del terror de tropas y mercenarios de la guerra, su política migratoria, además de xenófoba, plantea el cierre de sus fronteras a través de la construcción de muros o vallas como la existente entre Hungría y Serbia, las de Melilla y Ceuta entre España y Marruecos o la de Calais en Francia.

No obstante Europa, al igual que los Estados Unidos, reniega de los inmigrantes pero saca el máximo provecho de ellos. Por lo menos 43 jugadores nacidos en África o de padres africanos integran 8 de las 14 selecciones de la UEFA clasificadas al mundial, en el caso de jugadores nacidos en Asia hay 1, de los Balcanes cuentan con 10 y entre Sudamérica y el Caribe hay 16. En total el Continente que tanto denigra de los migrantes, que los humilla, expulsa y explota cuenta con 70 jugadores, que a la fecha han marcado 12 goles, haciendo celebrar a una entusiasta hinchada, que por unos días, solo por unos días, se olvidará de muros, color de piel y xenofobias. Veamos:

FRANCIA. 17 jugadores:
14 Africanos: Steve Mandanda (Congo), Presnel Kimpembe (Congo), Samuel Umtiti (Camerún), Adil Rami (Marruecos), Djibril Sidibe (Senegal), Benjamín Mendy (Senegal), Paul Pogba (Guinea), Corentin Tolisso (Togo), N´Golo Kanté (Malí), Blaise Matuidi (Angola), Steven Nzonzi (Congo), Nabil Fekir (Argelia), Kylian Mbappé (Camerún), Ousmané Dembelé (Malí-Mauritania).

01 Asiático: Alphonse Areola (Filipinas).

02 Caribeños: Raphael Varane (Martinica), Thomas Lemar (Guadalupe).

SUIZA. 14 jugadores:
07 Africanos: Yvon Mvogo (Camerún), Francois Moubandje (Camerún), Joan Djourou (Costa de Marfil), Gelson Fernandes (Cabo Verde), Breel Embolo (Camerún), Denis Zakaria (Congo-Sudan del Sur), Manuel Akangi (Nigeria).

06 Balcánicos: Granit Xhaka (Kosovo), Valon Behrami (Kosovo), Blerim Dzemaili (Albania), Xherdan Shaqiri (Kosovo), Haris Seferovic (Bosnia), Mario Gavranovic (Bosnia).

01 Sudamericano: Ricardo Rodríguez (Chile).

BELGICA. 8 jugadores:
07 Africanos: Dedrick Boyatá (Congo), Marouane Fellaini (Marruecos), Mousa Dembelé (Malí), Nacer Chadli (Marruecos), Romelu Lukaku (Congo), Michy Batshuayi (Congo), Youri Tielemans (Congo).

01 Balcánico: Adnan Januzaj (Albania-Kosovo).

INGLATERRA. 8 jugadores:
02 Africanos: Danny Welbeck (Ghana), Dele Alli (Nigeria).

05 Caribeños: Ashley Young (Jamaica), Ruben Loftus (Jamaica), Raheem Sterling (Jamaica), Kyle Walker (Jamaica), Danny Rose.

01 Sudamericano: Fabian Delph (Guyana).

PORTUGAL. 6 jugadores:
05 Africanos: William Carvalho (Angola), Joao Mario (Angola), Gelson Martins (Cabo Verde), Ricardo Pereira (Cabo Verde), Manuel Fernandez (Cabo Verde).

01 Sudamericano: Pepe (Brasil).

ALEMANIA. 5 jugadores:
03 Africanos: Antonio Rudiger (Sierra Leona), Jerome Boateng (Ghana), Sami Khedira (Tunez).

02 Balcánicos: Mesut Ozil (Turquía), Ilkay Gundogan (Turquía).

DINAMARCA. 5 jugadores:
03 Africanos: Mathias Jorgensen (Gambia), Yussuf Poulsen (Tanzania), Pione Sisto (Uganda).

01 Caribeño: Viktor Fisher (Haití)

01 Sudamericano: Martin Braithwaite (Guyana)

SUECIA. 3 jugadores:
02 Africanos: Martín Olsson (Kenia), Isaac Thelin (Congo)

01 Balcánico: Jimmy Durmaz (Turquia)

ESPAÑA. 3 jugadores:
03 Sudamericanos: Thiago Alcantara (Brasil), Rodrigo Moreno (Brasil), Diego Costa (Brasil).

POLONIA. 1 jugador:
01 Sudamericano: Thiago Rangel (Brasil).

Paradójicamente el territorio que más aporta jugadores mundialistas para fortalecer las nóminas de los países europeos es la República Democrática del Congo con 9 futbolistas, no obstante dicho país nunca ha clasificado a una Copa del Mundo y se encuentra en el puesto Nº 83 del ranking de la FIFA compuesto de 211 naciones.

El modelo de “desarrollo” que nos venden e imponen, a sangre y fuego o, en el mejor de los casos: dólares, está diseñado para que las potencias occidentales ganen aún sin contar con los recursos minerales, las materias primas  y, cómo se demuestra en el fútbol, hasta el talento

El dinero de los países ricos viaja hacia los países pobres atraído por los jornales de un dólar y las jornadas sin horarios, y los trabajadores de los países pobres viajan, o quisieran viajar, hacia los países ricos, atraídos por las imágenes de felicidad que la publicidad ofrece o la esperanza inventa. El dinero viaja sin aduanas ni problemas; lo reciben besos y flores y sones de trompetas. Los trabajadores que emigran, en cambio, emprenden una odisea que a veces termina en las profundidades del mar Mediterráneo o del mar Caribe, o en los pedregales del río Bravo”.
"Patas arriba: La escuela del mundo al revés" (2008), Eduardo Galeano



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