Por: Oscar
Javier Forero
En
los últimos dos años se han decretado 12 incrementos salariales,
esto denota un esfuerzo por parte del ejecutivo nacional para con los
asalariados, pero también denota una incesante y cruenta inflación
que arropa cualquier aumento en el ingreso de los trabajadores.
La inflación
venezolana, además de ser altamente especulativa, tiende a alterarse
por diversos factores: El incremento del dólar paralelo como si la
totalidad de la economía dependiera del dólar, un aumento en el
IVA, la caída arbitraria del bolívar con relación al peso
colombiano, el aumento de la gasolina (por muy pírrico que sea dicho
ajuste), el aumento de los servicios, el exceso de liquidez pero
también la escasez de efectivo, las compras nerviosas sobre todo si
son de productos de primera necesidad y, por supuesto, los
incrementos salariales.
Lo extraño de todo ello
es que cuando el dólar paralelo retrocede, el IVA disminuye (como
ocurrió en 2008), la relación bolívar/peso mejora, la gasolina
prácticamente se regala, los servicios no aumentan y el valor de los
alimentos en el mercado internacional caen, igual se incrementan los
precios tal como si todo estuviera al alza.
En el caso del salario
hay una falsa premisa-mito aceptada por trabajadores, políticos,
periodistas, empresarios y demás: Si el salario mínimo se
incrementa un 50%, todos los productos, bienes y servicios tienen que
aumentar “inmediatamente” 50%, para cubrir el incremento
salarial, como si los costos de producción no tuvieran costos
fijos y costos variables y como si la nómina fuera el único gasto
que tienen las empresas. Sin embargo no me detendré allí.
La brecha entre salario
real y salario nominal se incrementa de manera dramática, para
muchos resulta más rentable quedarse en sus casas que acudir a
trabajar, el sólo hecho de gastar más de ¾ partes de su salario en
transporte, cada vez más caótico, dan fe de ello. Muchos de los que
por compromiso o deber deciden acudir a sus espacios apenas medio se
alimentan, esperanzados en que dentro de poco esta situación
comenzará a mejorar, no obstante, cada vez que se anuncia un nuevo
salario, la esperanza rápidamente es absorbida con la misma
velocidad que se diluye el aumento.
La realidad, nos guste o
no, nos dice que los aumentos salariales que decreta el Ejecutivo son
insignificantes para la velocidad con que aumenta la inflación:
Mientras que ésta sube a duras penas las escaleras la inflación lo
hace en ascensor. La compleja situación económica, la dramática
indefensión de los asalariados ante la voracidad del mercado y la
muy posible semiparalización por el ausentismo laboral en masa,
obligan a idear nuevas estrategias que vayan más allá de la
tradicional y muy estropeada política de aumento de sueldos. Por
ello, y en aras de contribuir a recuperar, progresivamente, el
salario de los trabajadores y trabajadoras, me remito a proponer una
serie de ideas para el debate:
1.- Efectuar
incrementos especiales para sectores estratégicos: Para
burlar la ola especulativa que se genera una vez se anuncia un nuevo
salario, el ejecutivo debería fragmentar los incrementos por
Ministerios, comenzando por generar alzas significativas (superiores
el 250%)
en los sectores que considere estratégicos como los trabajadores de
la salud y la educación, por solo mencionar dos casos.
2.- Eliminar el
salario mínimo: Países como Dinamarca, Alemania, Italia,
Austria, Finlandia, Suecia y Noruega no cuentan con la figura de
salario mínimo, no obstante el ingreso medio de los trabajadores es
más elevado que el resto de los asalariados de la Unión Europea. La
Asamblea Nacional Constituyente (ANC) podría derogar temporal o
totalmente esta norma y liberar los sueldos. Esto generaría mayor
competencia para los empleadores al momento de contratar y mejores
sueldos.
3.- Aprobar bonos
especiales para los trabajadores públicos: A través de figuras
como el Carnet de la Patria, el Ejecutivo podría aprobar bonos
especiales para los trabajadores de la administración pública. De
igual forma podría aprobar bonos especiales de transporte o de
alimentación que dignifiquen un poco la vida de los funcionarios
públicos.
4.- Garantizar que a
cada trabajador le llegue una caja con alimentos CLAP mensual:
El Gobierno Nacional podría garantizar la dotación mensual gratuita
de una caja especial CLAP para los trabajadores de la administración
pública. Lo mismo podría hacer con los pensionados, en las escuelas
y liceos podría garantizar planes concretos de alimentación
escolar, así como en hospitales. Quienes juegan a la intervención
militar se escudan en el “corredor humanitario”, nosotros
soberanamente podemos hacer un verdadero corredor humanitario que
lleve alimentos y no balas como se quiere. Dejar de otorgar dólares
preferenciales y jugosos créditos a empresas de maletín, pillos y
maleantes, es elemental para ello.
5.- Pagar utilidades,
prestaciones sociales y cajas de ahorro de
los trabajadores en Petros: El Gobierno Nacional podría cancelar
una parte de las utilidades de fin de año 2018 en Petros, a su vez
pagar la totalidad de las prestaciones sociales en ésta moneda
virtual y así como el aporte del Estado como patrono,
correspondiente a las cajas de ahorro de los trabajadores. Esto
representaría un importante alivio y ahorro para la clase asalariada
venezolana.
6.- Crear granjas de
minado que le aporten dividendos a los trabajadores: Generando
recursos extras, por medio del incremento a la gasolina o través de
impuestos a las transacciones altas, por solo mencionar dos ejemplos,
el Ejecutivo Nacional obtendría el capital para crear granjas de
minado de Bitcoin, Ethereum o Litecoin, que aporten dividendos
mensuales distribuidos entre los cerca de 3,5 millones de
trabajadores con que cuenta la administración pública nacional. Una
sola granja de minado puede aportar hasta 1000 bitcoins al mes, lo
que seria igual a una utilidad cercana a los 3,2 dólares por
trabajador (874.000 Bs a tasa paralela).
7.- Decretar
incrementos salariales en Petros: El Ejecutivo
podría decretar incrementos salariales que engloben una parte de
éste en bolívares y la otra en Petros que sean transables de manera
inmediata en supermercados, farmacias y demás locales comerciales.
Que cada trabajador público venezolano reciba un octavo (1/8) de
Petro por incremento salarial equivaldría a 2 millones de bolívares
(Más de 200% del salario mínimo integral actual).
8.- Incluir
dentro de los cálculos para las incidencias
laborales al valor del cesta ticket: Otra forma de mejorar
el ingreso de los trabajadores, y hasta de hacer justicia, es incluir
el valor del cesta ticket para el calculo de las incidencias
laborales de los asalariados: Vacaciones, aguinaldos, bonificaciones
especiales, etc.
9.- Establecer la
jornada laboral de solo medio tiempo y cancelar horas extras: Tomando
en cuenta lo reducido que se encuentra el salario actual de un
trabajador promedio y la precaria situación del transporte, el
Ejecutivo Nacional podría decretar una jornada de trabajo especial
de medio tiempo para permitir que los asalariados busquen en sus
ratos libres otros medios para generar ingresos. A su vez, deberían
habilitarse los mecanismos para que se les cancele horas extras a los
funcionarios públicos que ameriten cumplir de manera estricta sus
horas formales de trabajo.
10.- Crear un fondo
especial de dividendos para los trabajadores: A través del
incremento a la gasolina, al lujo, a las altas transacciones
bancarias o creando un ahorro petrolero (aprovechando el buen precio
del barril de petróleo a la fecha), se podría crear un fondo
especial que aporte de manera anual dividendos.
De seguro hay muchas más
ideas en torno a un tema tan sensible como este, el ingenio y la
creatividad de nuestro pueblo es infinita, solo basta con ser
escuchado por quienes toman las decisiones.
@Oscar_forero83
Creo que es necesario un censo que aporte las cifras exactas de desemplead@s, trabajador@s del comercio y servicios, obrer@s, campesin@s que trabajan la tierra, y organizar un PLAN SIEMBRA EL CAMPO, con quienes estén desemplead@s, con participación de voluntariado, con quienes reciben beneficios de programas sociales, y donde a l@s trabajador@s del sector público, desde los altos cargos, hasta l@s ras@s estén OBLIGADOS a cumplir jornada por mes. Y, ese tiempo, puede, luego, generar beneficios extras para quienes asuman y cumplan. LA TIERRA, LA PRODUCCIÓN PROPIA DE MATERIA PRIMA ES CLAVE, y EL INCENTIVO DEL AMOR AL TRABAJO ES FUNDAMENTAL PARA SALIR DE ESTA CRISIS Y EVITAR OTRA CERCANA.
ResponderBorrarArticulo interesante para ser socialisado en el marco de las asambleas de los pueblos vigentes
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