Es tanto el contrabando de carne de res de
Venezuela a Colombia, que de tres frigoríficos que existían hace 10 años en
el área metropolitana de Cúcuta, solo quedaría
uno para el año entrante, y apenas sobrevive económicamente.
Autoridades
departamentales calculan que alrededor de 90 por ciento de la carne que se consume en la capital de Norte de
Santander proviene de Venezuela. Y las cuentas son claras: una
ciudad como Cúcuta, con cerca de 800.000 habitantes, debe
consumir unas 400 reses diarias, y las dos plantas de sacrificio
apenas sacan un promedio de 45 reses en estos momentos.
Luz Marina Criado, gerente de Frigofrontera, el que más sacrifica ganado en
la región, asegura que ha tenido que reducir su planta de personal de 65 a
17 empleados en la actualidad para seguir operando a costos y no han
cerrado por consideración con los empleados y la esperanza que la situación
del contrabando de carne algún día
se solucione.
Mientras que Friogan, la planta de procesamiento del Fondo Nacional del
Ganado, se encuentra en proceso de liquidación judicial, con unas pérdidas
que ascienden a 624 millones de pesos solo en el primer semestre de este
año.
Las cuentas de
Frigofrontera no dejan lugar a dudas del fenómeno y la cantidad de carne de
contrabando que llega desde Venezuela. En septiembre de 2015, cuando la
frontera entre los dos países estaba recién cerrada y con fuertes controles
por parte de los dos países, esa planta de procesamiento sacrificó 2.018
reses.
Y los niveles se mantuvieron durante los últimos cuatro meses del año
pasado en un promedio de 1.784 reses mensuales, mientras que el promedio de
septiembre a noviembre de 2016, cuando la frontera volvió a ser reabierta,
apenas está en 874 reses mensuales, lo que arroja una cifra de 31 reses
diarias.
Mientras que en Friogan, para el mismo periodo, el promedio es de unas 12
reses diarias, afirmó un conocedor del asunto.
El contrabando de carne es tan
rentable, que por monopolizarlo se pelean las bandas criminales de la
región y la guerrilla del ELN. Incluso en el último mes han muerto nueve
personas por lo que las autoridades consideran retaliaciones o luchas de
poder entre los diferentes grupos criminales.
La rentabilidad del negocio
radica en el costo del alimento en Venezuela, el cual es subsidiado por ser
de primera necesidad, en el diferencial cambiario y en el costo del ganado
en ese país.
Y la situación se agravó con la reapertura de la frontera, pues debido a la
difícil situación económica y social de Venezuela, ya no son solo los
grupos criminales sino las personas normales que contrabandean el alimento
al menudeo por necesidad.
Las autoridades civiles, policiales y ganaderos de la región afirman que
muchas de las personas que pasan diariamente a Colombia para comprar
artículos de primera necesidad, traen carne escondida
en bolsas, maletas o morrales para venderla o cambiarla por otros productos
de primera necesidad que tanto escasean en ese país.
“El negocio es muy
fácil, compran la carne allá en 4.000 pesos el kilo, traen cinco, seis kilos, y lo
venden aquí en Colombia en 10.000 o 12.000 pesos y con eso
sobreviven diariamente. Además que es carne de muy
buena calidad”, relata el dueño de un supermercado en el barrio La Parada,
del lado colombiano del puente internacional Simón Bolívar.
Todo esto ayudado por un diferencial cambiario, en el que el bolívar se ha
depreciado poco más de 250 por ciento en los últimos tres meses y que
obligó al gobierno venezolano a expedir nuevos billetes de hasta 20.000
bolívares a partir de la semana entrante.
“Por todo esto, actualmente las mafias del contrabando consiguen un kilo
de carne a 1.000 pesos de ganado en
pie en Venezuela, mientras que en Colombia vale 4.000 pesos”, revela un
ganadero de la región.
La Federación
Colombiana de Ganaderos (Fedegán) estima que este negocio mueve unos
300.000 millones de pesos al año, y que solo a Norte de Santander entran
unas 10.000 reses de manera ilegal mensualmente.
“Y al ser la carne un
producto con precio controlado en Venezuela y con el cual algunas veces
pierden plata, los ganaderos de ese país prefieren vendérsela a los
‘clientes’ colombianos”, explica un funcionario de la Dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) en Cúcuta.
El coronel William Valero, comandante de la Policía Fiscal y Aduanera
(Polfa), manifiesta que el contrabando al menudeo “es un control que es
mucho más difícil de hacer, casi que imposible. Habría que tener una
cantidad indeterminada de escáneres y personas para controlar a 40.000
personas que pasan diariamente de allá para acá”.
Por esto, y a petición de las autoridades civiles y gremios de la región,
la Polfa decidió a partir de la próxima semana blindar las plazas de
mercado de Cúcuta con
controles sobre las entradas a Cenabastos, la principal plaza de mercado de
la ciudad, “nos la vamos a tomar y vamos a controlar todas las entradas,
camiones, taxis, y controles internos para detectar la carne de
contrabando y decomisarla”.
Valero da a conocer que debido a la virulencia de los grupos ilegales, en
la zona les tocó cambiar su forma de operar, pues ahora sus hombres van con
fusiles y algunas veces tienen que ir acompañados del Ejército, Goes,
Esmad, ya que muchas veces se presentaban enfrentamientos armados y no
tenían el armamento necesario para combatir a los grupos delincuenciales.
El contrabando de carne fortalece
los grupos criminales, afecta al fisco del departamento y consolida la
cultura de la informalidad, en una región que se ha visto perjudicada por
esta conducta desde siempre.
Preocupaciones sanitarias
Andrés Hoyos, presidente del Comité Departamental de Ganaderos (Coganor),
asegura que el principal problema con la situación tiene que ver con la
parte sanitaria, pues podría ingresar la fiebre aftosa al departamento, el
cual nunca ha tenido la condición de estar libre de esta enfermedad.
Además, al comercializarse la carne de origen
ilegal, las plantas de sacrifico no son utilizadas en la medida que se
debe. “Es el caso de Friogan, que está en serio riesgo de cerrarse, de
acuerdo a los anuncios del liquidador judicial, lo que también contribuye
al sacrificio de ganado de manera informal”, concluye Hoyos.
Tomado de: http://blogs.eltiempo.com/al-punto/2017/01/05/mafias-del-contrabando-consiguen-el-kilo-de-carne-en-venezuela-a-mil-pesos/
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