Por: Oscar
Javier Forero (*)
Recientemente el
ciudadano Presidente de la República Nicolás Maduro Moros anunció,
durante el cierre de la Expo Venezuela, la modificación del sistema
de asignación de divisas por una nueva modalidad de DICOM que, por
lo poco que se dijo, se regirá mediante mecanismos de funcionamiento
semejantes a éste, es decir por medio de una tasa de cambio flotante
de acuerdo a la oferta y la demanda. El primer mandatario nacional
manifestó que ha decidido activar a
partir de la próxima semana un nuevo modelo de DICOM
“que permita perfeccionar y construir a mediano plazo, con éxito
temprano de corto plazo, un sistema de acceso a las divisas de todos
los sectores productivos y de todos los venezolanos”[1],como
una forma para fortalecer nuestro signo monetario, ofrecer una mayor
oferta de divisas y derrotar al denominado dólar paralelo, para
ello, pidió el apoyo “en
todas las formas posibles del empresariado nacional (…) Vamos a
derrotar al dólar criminal de Miami, tenemos que vencerlo”
fueron las palabras del Jefe de Estado[2].
Sin embargo, es
conveniente analizar, aún cuando no se han dado mayores detalles
sobre este nuevo modelo, algunos puntos en especifico que sin duda
alguna garantizarían el éxito de la medida, más cuando la
impresión es que el sistema de administración de divisas que ha
venido funcionando no cumple su papel y se encuentra rodeado de
procesos administrativos y financieros oscuros que solo han
contribuido a fortalecer la divisa paralela, por tal razón, era
perentorio incluir en la agenda presidencial el tema cambiario,
tomando en cuenta las implicaciones negativas que éste ha venido
trayendo a la economía venezolana, aún cuando el dólar paralelo se
ha reducido con respecto a semanas anteriores[3].
Algunos analistas
incluso afectos al gobierno esperaban el anuncio de la eliminación
del control de cambio vigente desde el año 2003, consideran que a la
fecha no ha habido ningún tipo de control que frene la fuga de
capitales, mientras el tipo de cambio en el mercado está
prácticamente dominado por el dólar paralelo[4] (con muy
contadas excepciones, cada vez menos). Pero, más allá de posturas
de orden ideológico, proponer esta medida no es del todo valedera:
Una liberación del mercado lo único que podría hacer es terminar
de vaciar las pocas divisas con las que cuenta la República,
trayendo un sin fin de problemas a nivel de pagos internos y externos
que seria aprovechado por quienes atentan contra la estabilidad del
país.
Dando como descartada
esta opción y tomando en cuenta el anuncio del Ejecutivo nacional,
de tan solo “modificar” el funcionamiento del DICOM, se
pierde una oportunidad de oro para ofrecerle soluciones concretas al
país, en especial a aquellos que con razón o no se encuentran
descontentos o anonadados ante semejante crisis que pareciera no
tener fin. Esto obliga a decir, que más que modificar el sistema de
asignación de divisas lo que nos urge es tomar diversas acciones que
realmente, más allá del discurso, neutralicen el efecto funesto del
dólar paralelo, que bien vale la pena mencionar es más que la
polémica página dolartoday.com.
Una de estas acciones
es UNIFICAR el sistema de otorgamiento de dólares para frenar el
inmenso y desconocido pero palpable desangre que día a día sufren
las arcas y los bolsillos de los venezolanos. Sin ánimos de ser
simplista o de minimizar otros factores que juegan un papel
importante dentro del engranaje de afectación a nuestro bolívar
(como el papel que juegan las casas de cambio colombianas o la
extraña medición de nuestro riesgo país), es imperioso argumentar
que la unificación en la tasa de cambio es el primer paso que debe
dar el gobierno nacional para sacar al país de la crisis. Mientras
que exista un sistema múltiple de cambio de divisas, mientras
estemos viviendo la crisis contemporánea más compleja de nuestro
país, mientras sea un absoluto misterio la asignación de divisas,
mientras empresas ligadas al Estado y privadas (como la Polar)
efectúen descarados fraudes cambiarios y mientras funcionarios
públicos de dudosa procedencia moral sigan al frente del manejo de
las divisas que ingresan al país, esta crisis no se solucionará, ni
aún teniendo el barril de petroleo por encima de los 100 dólares.
Resulta inconcebible
dentro de toda racionalidad que en un momento en el cual los ingresos
petroleros han mermado[5], las reservas internacionales se
vienen a pique[6], las finanzas dentro de PDVSA, principal
proveedor de dólares, no se encuentran en su mejor momento[7],
y existe una crisis que amenaza tangiblemente con desbancar a la
izquierda del poder[8], sigamos subsidiando a esa pequeña
pero poderosa élite que no solo disfruta recurrentemente del acceso
a la divisa norteamericana, no solo se encargan de alimentar el
mercado paralelo[9] con ganancias que rondan el 30.000 %,
sino que prácticamente se la regalan por medio de un subsidio que
representa una puñalada al corazón de la patria.
La otra acción
obligante a tomar, si se quiere ser realmente eficaz en el proceso de
administración de divisas, es castigar a quien haya que castigar.
Pretender crear nuevos mecanismos de compra y venta de divisas con
los mismos oscuros procedimientos y los mismos enviciados
funcionarios, de ministros para abajo, es una ingenuidad del tamaño
del desfalco que se le hizo a la nación. Tomar acciones al respecto
es más que necesario, entro otras muchas razones mejoraría la
percepción del venezolano de a píe y sentaría un precedente
histórico semejante a la destitución de la corrompida y “autónoma”
nómina mayor de Petróleos de Venezuela en el año 2002 y haría
pagar la crisis a quienes realmente debieron pagarla desde el primer
momento que está implosionó y no como ha venido ocurriendo a la
fecha que las atrocidades cometidas en contra del tesoro nacional[10]
las está padeciendo inaceptablemente el pueblo.
A diferencia de lo que
generalmente se dice, el principal problema de nuestra economía no
es lo financiero, ni la tan mencionada poca recepción de divisas.
La baja en los precios del petroleo ha afectado no solo a Venezuela,
sino a los más de 20 países que a diario exportan este
commodity[11],
algunos cartelizados dentro de la OPEP y otros de manera individual.
Naciones como Arabia Saudita, Catar, Kuwait y Emiratos Árabes
Unidos, poseen economías mucho más dependientes del petroleo, con
desiertos enteros donde es prácticamente imposible producir[12];
por su parte otras repúblicas como Iraq, Libia, Nigeria, Iran y
Argelia, están siendo víctimas de cruentas guerras civiles,
bloqueos económicos y financieros por parte de las potencias
hegemónicas[13].
En Venezuela se
presentan variables que obviamente influyen en el desenvolvimiento de
la crisis: el poseer un sector industrial estéril, dependiente y
peor aún, consumidor de la renta petrolera[14], junto a
ataques sumamente perjudiciales contra la moneda como los que se
realizan en las ciudades de Cúcuta y Miami[15] hacen de
la situación venezolana algo especial, pese a ello se debe entender
que el ataque a la moneda venezolana en las condiciones actuales, con
la irracionalidad actual (específicamente desde 2013 en adelante) es
más que una causa una consecuencia de errores, debilidades y
complacencias que a lo interno han ocurrido y paulatinamente siguen
misteriosamente ocurriendo[16].
Como ya se ha dicho, es
innegable que la disminución en el precio del barril de petroleo
afecta en mayor o menor medida a los países exportadores, pero más
allá de estas afectaciones que podrían considerarse como normales,
hay un fenómeno que no se ha visto (por lo menos con estas
características) en otras latitudes. Ningún país de los
mencionados anteriormente presentan caídas tan abruptas en su
PIB[17], tampoco niveles de inflación que alcanzan la
estratosfera[18], o procesos que mezclan desabastecimiento
por un lado con sobreoferta de productos que llenan anaqueles en
supermercados a precios incomprables, en una verdadera mezcolanza que
viola hasta las leyes más básicas de la economía.
Según cifras de la
OPEP, durante diciembre de 2016, Venezuela produjo un promedio de
2,021 millones de barriles de petroleo por día[19], a un
precio de venta de 45 dólares por barril[20], este valor
garantiza un ingreso diario, tan solo por la venta de petroleo, de
90,9 millones de US$, si tomamos en cuenta el costo de producción
estimado por el Deutsche Bank en 20 dólares para el petroleo
extraído en Venezuela[21], arroja una ganancia neta
diaria de 50,5 millones de US$, superior a los promedios de ganancia
diaria de los primeros tres años de la Revolución, donde el precio
del barril de crudo tuvo una media cercana a los 17 dólares[22]
y su costo de extracción se mantuvo en 3 dólares por barril[23].
Con estos niveles de
valorización del barril de petroleo y con el margen de ganancia que
duplica el costo de producción nuestro país no debería, bajo
niveles óptimos de administración de recursos, sufrir las penurias
que se vienen padeciendo desde hace cerca de tres años con sectores
tan estratégicos como el alimenticio y el farmacéutico. Es también
menester reconocer el inmenso y múltiple esfuerzo que a través de
planes y proyectos han venido desarrollando algunos sectores del
Ejecutivo Nacional con debilidades y vulnerabilidad pero que ofrecen
una respuesta que apacigua la presión social y el accionar que
podrían aprovechar quienes juegan a la catástrofe[24].
No obstante así como se reconoce este esfuerzo también se repudia
el desfalco descarado que poderes económicos y políticos vienen
haciendo en contra de la necesidad del pueblo y de la propia
Revolución, aún cuando buena parte de estos grupos manifiestan su
“lealtad” al proyecto político Socialista.
Aunado a ello, es
importante hacer mención y memoria que entre diciembre de 2002 y
febrero de 2003 Venezuela padeció uno de los paros generales más
largos de la historia del planeta[25], más de 60 días de
inmovilidad absoluta de las actividades petroleras y con posteriores
meses que resultaron muy costosos para reactivar la producción,
disminución en absoluto de las divisas que ingresaron al país,
salida intempestiva de cerca de 19 mil millones de dólares,
paralización al 100% en empresas de alimentos, medicinas y demás
bienes y servicios[26]. Sin embargo durante esta compleja
etapa que atentó de manera clara y directa con la necesidad del
pueblo poniendo en jaque a la Revolución Bolivariana, cuando esta
aún se encontraba bastante incipiente en experiencia y en poder
político, no generó las falencias que en este momento 15 años
después se han generado, por el correcto manejo de la crisis y por
el correcto uso de las divisas destinadas a importar productos
prioritarios como alimentos y medicinas, cosa que no ocurre en la
actualidad, más por la permisividad y complacencia del Estado
venezolano que por “virtudes” contrarevolucionarias del sector
privado. De no ser así empresas amañadas en procesos de fraudes
cambiarios no seguirían obteniendo ingestas divisas preferenciales
aún cuando el propio Presidente de la República a ordenado
infinidad de veces, de manera pública, cerrar el chorro de
dólares[27].
En conclusión,
mientras que no se elimine la dualidad cambiaria, mientras se siga
subsidiando la corrupción y mientras se continúe entregando
torpemente divisas a quienes no solo generaron la crisis, sino que la
alimentan y mantienen con sus precios exorbitantes, el panorama
económico no mejorará, el mercado paralelo continuará al alza, el
desabastecimiento se mantendrá y el óxido que corroe y desgasta el
proyecto político bolivariano seguirá avanzando sin anuncio, medida
o acción que definitivamente como tantas veces se ha prometido, le
detenga.
(*) Economista e
Investigador.
Twitter:
@Oscar_forero83
Sugerencias y
comentarios: Oscarjforero83@hotmail.com
Referencias:
2.- Ibidem.
11.http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151208_economia_caida_precio_petroleo_ganadores_perdedores_egn
12.- Para ello basta solo
con tomar un mapa y observar los extensos desiertos que componen la
geografía de estos países.
17.-
http://www.el-nacional.com/noticias/economia/fmi-economia-venezolana-cerrara-2016-con-una-caida_1441
24.- Una de estas medidas
son los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP)
27.-
http://www.eluniversal.com/noticias/economia/maduro-fedecamaras-hay-mas-dolares-para-ustedes_67408