miércoles, 25 de octubre de 2017

¿Cuánto gana un bachaquero?: Exorbitantes ganancias para quienes destruyen el país


 Por: Oscar Javier Forero

La economía venezolana pasa por su peor momento: Fuerte caída en su PIB, reducción de divisas, disminución en la producción petrolera, compromisos con altísimas tasas de interés a cancelar producto de poseer el riesgo país más elevado del mundo, incremento significativo de la corrupción y de la percepción que hay hacia ésta, drástica caída en la reservas internacionales, bloqueo económico-financiero cada vez más acentuado por parte de los Estados Unidos, dramática depreciación arbitraria de la moneda, rápida y aplastante pérdida del poder adquisitivo de la población, inflación en pleno auge que amenaza con pasar de un momento a otro a la hiperinflación, excesiva liquidez en la calle que contrasta con la escasez de dinero en efectivo producto del contrabando del mismo, exceso de oferta alimentado por un alto nivel de incertidumbre que a su vez conduce a interminables colas, en fin, todo un caos que día a día se incrementa y amplía.

Ante tal panorama apocalíptico y dantesco producto de la dura crisis económica que azota en especial a la clase asalariada, discrepa otra innegable realidad, que se vive y percibe en las calles de todas las ciudades de Venezuela: El lujo, el inmenso consumo y el derroche de miles y hasta millones de venezolanos que pareciera que residen en otro país, a los cuales no les impacta ni el alto costo de la vida, ni la periódica depreciación de la moneda, ni mucho menos la abrupta caída del PIB.

Este lujo, derroche y confort no solo lo está disfrutando la histórica clase receptora del grueso de la renta petrolera o la reciente neo burguesía que emergió producto de jugosos contratos o relaciones con el poder, sino que también lo disfruta una gruesa capa de la población asalariada y no asalariada que tiene como principal fuente de ingresos las actividades que giran en torno a la economía delictiva. Una practica que cada vez es vista con mayor normalidad y que so pretexto de generar un "rebusque para sobrevivir" termina por hacerle un favor a grupos al margen de la ley, perjudicar al país y la sociedad. La afectación no es solo en materia económica sino en el ámbito cultural y moral, generando un daño que es imposible medir de manera cuantitativa pero que repercutirá de forma negativa incluso en las generaciones que están por venir.

Este heterogéneo sector de la población que promueve la economía delictiva y que ocupa cada vez más espacios dentro del engranaje económico-comercial-financiero es conocido de manera coloquial como "bachaquero", pudiéndose definir como la persona, grupos de personas o incluso empresas que acaparan y revenden algún producto tanto dentro como fuera de territorio nacional, con el objetivo de venderlo por encima de su costo legal de venta para obtener una alta tasa de especulación y rentabilidad. Dicha práctica de comercialización representa un eslabón fundamental en el darwinismo económico que actualmente se vive en Venezuela.

No está determinado el número de personas que se dedican a este "oficio" de moda, no obstante, si tomamos en cuenta que la población económicamente activa en Venezuela ronda los 14 millones de personas, que la tasa de informalidad ronda el 40%, la tasa de desempleo se ubica cercana al 10%, y que la encuestadora DATANÁLISIS estima que el 70% de las personas que hacen cola son revendedores, se podría situar de manera general el número de bachaqueros entre 3 y 6 millones de habitantes.

Para dedicarse a la reventa de productos no hace falta preparación técnica o académica, tampoco cumplir interminables horarios, ni extenuantes jornadas de trabajo, mucho menos engorrosas y burocráticas funciones, por sueldos raquíticos que se esfuman raudamente de los bolsillos; en el ámbito legal tampoco hay mayor inconveniente, puesto que si algo le da seguridad al bachaquero es que ninguna autoridad o institución lo penalizará por hacerle daño al país y a la sociedad.

A pesar de que no haya requisitos para ingresar a esta actividad, las ganancias están muy por encima de las que ofrece la economía no delictiva. Éstos varían de acuerdo a la actividad, la ubicación geográfica, el acceso y disponibilidad del producto. Las mejores tasas de rentabilidad la perciben quienes practican el denominado contrabando de extracción, es decir, la salida ilegal de productos del territorio venezolano sin la permisología y el control correspondiente, siendo la ruta más simple y fácil la que comunica al estado Táchira con el departamento Norte de Santander en Colombia.

Diariamente por los tres principales puentes que comunican a esta región fronteriza se movilizan entre 55 y 65 mil personas, sin contar las miles de personas que transitan por las decenas de trochas improvisadas que hay a lo largo de la zona. El grueso de esta población acude desde territorio venezolano al territorio colombiano con el único interés de movilizar escondidos en bolsos o pegados a la piel infinidad de productos nacionales para ser vendidos en pesos y obtener, gracias a la depreciación arbitraria de la moneda, jugosas ganancias.

Las actividades bachaqueras que mayor popularidad, rentabilidad y facilidad tienen para la población son las relacionadas con el contrabando de combustibles (gasolina y gasoil) y el contrabando de billetes. En el primer caso no es necesario pasar el líquido a territorio colombiano puesto que en San Cristóbal a la puerta de la casa le pueden llegar a comprar el combustible.  Las utilidades mensuales pueden estar por el orden de los 4 a 6 millones de bolívares dependiendo del tipo de vehículo que se posea y al cupo con que se cuente. Para el segundo caso el grueso de los ofertantes provienen del centro del país, traen consigo maletas llenas de billetes de las nueva denominaciones y obtienen utilidades que rondan el 33%: Si una persona logra pasar a Cúcuta 10 millones en billetes de 20mil (tan solo 500 billetes) tendrá una ganancia de por lo menos 3,3 millones de bolívares.

En el caso de los medicamentos los márgenes de ganancia no poseen techo como tal, por solo hacer mención a un caso, un frasco de 50 mg de albúmina humana al 20% se expende de manera gratuita en territorio venezolano, mientras que en Colombia esta proteína de la sangre posee un valor de 155 mil pesos, es decir unos 2 millones de bolívares. Tomando en cuenta que la albúmina generalmente se receta entre tres y cinco frascos (por lo menos), una persona podría obtener una ganancia de unos 6 a 10 millones de bolívares movilizando un par de frascos que caben, con total comodidad, en un bolsillo del pantalón.

El robo de cables ha venido teniendo un crecimiento exponencial, esto se debe al alto valor que pagan por un kilo de cobre en las chatarreras colombianas, pudiéndose pagar hasta en 800 mil bolívares el kilo de este metal si proviene de cables de fibra óptica. Una persona a pie puede pasar hasta tres kilos de cobre durante un cruce de frontera, su ingreso sería de unos 2,4 millones de bolívares en un par de minutos.

El cemento muy demandado en Venezuela, es también llevado de contrabando: Caballos, burros, camiones y hasta gandolas pasan a diario por las trochas, el margen de ganancia ronda los 200 mil bolívares por saco, es decir que un caballo que pase por el río Táchira 3 bultos de cemento le otorga un beneficio al dueño de 600 mil bolívares; un camión cargado con 600 pacas de este producto obtiene la módica suma de 120 millones de bolívares, algo así como los aguinaldos, correspondientes a todo un año, para 200 trabajadores.

Con respecto a los alimentos de primera necesidad que se encuentran subsidiados por el Estado venezolano los márgenes de ganancia son también muy elevados: Un beneficiario de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) puede obtener, por una caja que compra en 10 mil bolívares, una utilidad de un millón de bolívares, es decir el 10.000% de rendimiento. Si ese mismo ejercicio lo hacemos con un camión cava repleto de cajas los números resultan más que asombrosos.

El contrabando de carne también forma parte de los objetivos de los bachacos: Autoridades del Norte de Santander estiman que por lo menos el 90% de la carne que consumen los 1,4 millones de habitantes de ese departamento proviene de Venezuela. Diariamente pasan por los puentes cientos de personas con carne de res pegada a sus pieles para burlar a las autoridades, por las trochas en las madrugadas circulan cientos de reses para ser sacrificadas en territorio colombiano.  Una persona que adquiera en cualquier establecimiento de San Cristóbal 10 kilogramos de esta proteína y los movilice hacia la vecina Cúcuta obtiene una utilidad diaria de 880.000 bolívares, lo que mensualmente se podría traducir en unos 17 millones de bolívares, el equivalente al salario mensual de 54 trabajadores. A su vez, una persona que logre cruzar una res recibirá unos 26 millones de bolívares.

En materia cambiaria la economía delictiva también ha hecho de las suyas, aprovechando las enormes distorsiones que generan páginas como dólar today y bolívar Cúcuta, junto con el pésimo control de cambio que existe en Venezuela, que vale la pena mencionar ni es control ni determina la tasa de cambio. Los bachaqueros han ideado una nueva forma de obtener lucro, para ello cambian bolívares a dólares, dólares a pesos y pesos a bolívares y de esta forma cosechan márgenes de ganancia que superan el 14%, creando grandes fortunas a través de un proceso continuo y que no tiene limitación alguna.

El inmenso mercado que abarca la economía delictiva no solo se limita a extraer de territorio venezolano los productos anteriormente mencionados. Ante las enormes asimetrías existentes entre ambas economías y ante la permanente depreciación de la moneda, todo cuanto se pueda el lector imaginar es llevado de manera clandestina o ilegal a suelo neogranadino: Baterías, ropa, zapatos, cueros, cauchos, vehículos robados, pañales, licor, insúmos de limpieza e higiene, materias primas, derivados del petroleo, harina industrial, pan y pizzas ya elaboradas, huevos, quesos y hasta hielo en bolsa forman parte de la interminable lista que incrementa los niveles de escasez e inflación, a su vez que genera flujos enormes de dinero mal habido que dinamiza la economía de ambos países y que permite a quienes lo captan olvidarse que en Venezuela estamos en plena crisis.

La economía delictiva crece a un ritmo arrollador, de un momento a otro surgen enormes fortunas a quienes la practican, pareciera que el apetecido dorado por fin ha sido encontrado. No ocurre lo mismo con quienes viven o sobreviven dentro de la economía legal, sus menguados ingresos y su poca capacidad de compra son el detonante para conducir diariamente a enormes masas de la economía legal a la economía delictiva. Asombra el hecho de que aún cuando califican a la sociedad venezolana como corrupta una parte mayoritaria de la población prefiera padecer las penurias del sistema antes que caer en el ilícito.

En nuestra economía los papeles se encuentran invertidos, si el viejo Galeano estuviera con vida ya habría redactado un nuevo capítulo de "Patas arriba: La Escuela del mundo al revés", describiendo los trastornos que aquejan a unos y dan opulencia a otros.

Mientras que las cosas sigan este incierto rumbo, donde lo ilegal es premiado y lo legal azotado, estaremos destinados al fracaso y a la más absoluta mediocridad.

Economista e Investigador
@Oscar_forero83

lunes, 23 de octubre de 2017

El discurso de Gabo al recibir el Premio Nobel que estremeció el mundo



Las palabras pronunciada por Gabriel Garcia Márquez en su discurso La Soledad de América Latina retumbaron en el gran palacio real de Estocolmo. El auditorio se paró y luego vino la gran fiesta cultural con Toto la Momposina y a la cumbia llena de calor y ritmo recordando en la gélida Suecia.

El remate del texto siempre se recordará:”Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.”

Este es el texto completo.

"Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.

Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonio más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.

La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas.

Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años.

De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.

Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.

No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.

América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental.

No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.

Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.

Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: “Me niego a admitir el fin del hombre”. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.

Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.

Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.

En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias”.


Tomado de: https://www.las2orillas.co/el-discurso-de-gabo-al-recibir-el-premio-nobel-que-estremecio-el-mundo/

miércoles, 18 de octubre de 2017

Las 5 gigantes petroleras que arrodillaron al gobierno colombiano para permitir el fracking

Por: Juan José Jaramillo


Sin disimular su poder entraron por la puerta del Club El Nogal en Bogotá los 400 directivos e inversionistas que pesan en el sector petrolero en Colombia. Asistían al tercer encuentro gremial de la Asociación Colombiana de Petróleo que celebran todos los años. El tema casi que resultaba obvio: el  futuro del petróleo en Colombia.

El foro tuvo la presencia de invitados especiales como el expresidente de México, Felipe Calderón, empresarios norteamericanos y canadienses y los precandidatos Iván Duque y Juan Carlos Pinzón, la expectativa estaba centrada en las discusiones de los actores involucrados. En la mañana del primer día participó Kenyon Waver, representante del Departamento de Comercio de Estados Unidos junto a Gary Guidry, gerente de la canadiense Gran Tierra Energy. Su presencia tenia un significado particular: el interés de la empresa en tramitar permisos para la extracción con el método del fracking.

En el mismo panel estuvo Orlando Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos – ANH – la autoridad, encargada de la subasta de los bloques. Sector público y sector privado trabajan como una sola fuerza en este sector; ahora con un propósito común: la regulación del fracking en Colombia. Cuentan con un aliado clave: nada menos que el Ministro de minas, Germán Arce.

Pero quizás el mayor defensor de esta práctica es Francisco Lloreda, quien salió del gobierno como Alto Consejero para la Convivencia y Seguridad Ciudadana para asumir la presidencia  de la Asociación Colombiana de Petroleo -ACP-, el poderoso gremio que agrupa a las petroleras que aportan el 10% del PIB anual del país. El actual ministro de hacienda Mauricio Cárdenas cuando se desempeñaba en la cartera de minas, apoyado por Juan Gabriel Uribe en el ministerio del medio ambiente,  le abrieron la puerta a este polémico método de explotación en el que además están interesadas cinco grandes multinacionales: Ecopetrol, ConocoPhillips, Exxon, Drummond, Parex Resources

Exxon Mobile lidera la avanzada. El cuerpo diplomático de ese país hace escuchar su voz por los rincones de los ministerios de Minas y Ambiente, así como en la ANH. En el 2013 el gobierno de Estados Unidos invitó a  funcionarios del Ministerio de Minas del ANLA para mostrarles exitosos ejemplos de fracking..

La ANLA depende del Ministerio de ambiente, pero actua como a su aire más cerca del ministerio de minas, de manera que el gran sacrificado y cuya voz poco cuenta es el ministro de ambiente. Importa tan poco esta cartera en el gobierno Santos que han pasado por la cartera XXX funcionarios, ninguno con experiencia en el sector.

Las cinco grandes empresas con títulos para explotar con fracking solo esperan la reglamentación final por parte del Ministerio de Ambiente.
¿En que están los cinco gigantes que presionan este método que su eficacia va de la mano de la destrucción del medio ambiente?


Ecopetrol de Colombia 

Su anterior Presidente Juan Carlos Echeverry, era un verdadero fan y dio la cara públicamente en su defensa. Su argumento: la urgencia en mejorar las reservas petroleras del pais que según sus cálculos no alcanzan para más de cinco años, mientras que con fracking lograríamos ser autosuficientes durante veinte años. El ojo lo tenía puesto en el Magdalena Medio, donde Ecopetrol estima que podría llegar a los 1.000 millones de barriles.

Llegó incluso a presionar diciendo que “Si no nos dejan pronto acá, nos vamos para Brasil o Venezuela o para donde nos dejen.”. Tiene ya cuatro proyecto listos: VMM 16 en Anapoima, CAT 3VMM5, VMM 29 y Cor 62 estas dos en asocio con Exxon Mobile.


Drummond del Canadá
Es la empresa que más ha adelantado tiene el proceso, pues ha conseguido permisos para “buscar gas metano dentro de rocas”, aunque en la práctica se traduce en fracking. En Chiriguaná y La Jagua, ambos en Cesar, tramitaron permisos ambientales que fueron concedidos por el ANLA en para sacar gas de entre las rocas.

Como tal, la canadiense Drummond tiene cuatro proyectos para hacer fracking, y solo está esperando la luz verde del Ministerio de Ambiente:     CR2, CR3 y CR4, así como La Loma. Los tres primeros están ubicados en las inmediaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y la exploración la hicieron junto a la brasilera OGX que hoy está quebrada. Estos proyectos tienen un conflicto especial: hay una superposición con los terrenos de los indígenas wiwa, wayuú y yupka.


ConocoPhillips de Estados Unidos 

Ya tiene adjudicadas  33,714 hectáreas en San Martín y Aguachica, Cesar, y Río Negro Santander para hacer fracking. . El primer proyecto se llama VMM-2 y tiene varios pozos, pero uno de ellos es en el que han ido trabajando: PicoPlata1 en San Martín, que ha tenido que parar sus trabajos porque integrantes de Cortadec – Corporación Defensora del Agua, Territorio y Ecosistemas – con su protesta han logrado frenar el proceso.


Fernando Ávila es el Director Legal de ConocoPhillips para Latinoamérica, los ha enfrentado duramente. La ventaja con que cuenta esta petrolera es que el contrato es una  adición a  una contrato de explotación ordinaria que ya tenían perfeccionado, con lo cual han conseguido que el pozo PicoPlata se considere como proyecto piloto del fracking en Colombia.

Además de esta ventaja legal cuenta con otra circunstancia favorable. Uno de sus contratistas es Héctor García, esposo de la directora del ANLA, Clara Victoria González, y según la organización  Alianza Colombia Libre de Fracking, esta es la razón por la cual el ANLA no ha suspendido un proyecto que no tiene los permisos necesarios.

Hector García, esposo de la directora de la Anla, Clara Victoria González, es contratista de Conoco Phillips lo cual explicaría el comportamiento complaciente frente a esta petrolera


La Contraloría encontró incidentes de negligencia por parte del ANLA en noviembre del 2016, y remitió sus conclusiones a la Procuraduría, que no ha fallado al respecto. http://ccalcp.org/wp-content/uploads/2012/10/TRASLADO-HALLAZGO-PROCURADURIA.pdf


Parex Resources del Canadá

Esta empresa canadiense tiene sede en Calgary, Alberta´, pero en realidad está constituida en Barbados.  El presidente de la sucursal colombiana es Lee Di Estefano. Es una empresa muy joven, que nació de las cenizas de la argentina  Petro Andina.

En el 2015 Ecopetrol anunció que firmaba una alianza con esta empresa, en la que la colombiana participaba con el 40 por ciento y la canadiense tenía el 60% restante. En junio de 2016 los trabajadores de Parex llegaron a Simacota, Santander, y advirtieron que las perforaciones estarían listas en agosto de ese año. El proyecto es conocido como el campo VMM 9.

Para poder agilizar los trabajos Parex aprovechó la alianza con Ecopetrol para operar bajo la Resolución 1200 de la ANLA, con lo cual logró permisos para realizar las exploraciones en Santander. Tuvieron como antecedente, el tratamiento ventajoso que recibió la Oxy con el campo La Cira, en Barrancabermeja por su alianza previa con  Ecopetrol.

Parex tiene pozos convencionales en otros lugares, el más conocido es Capachos, en Tame, Arauca, que se  reactivó en el 2016.


Exxon Mobile de Estados Unidos 

Esta es la empresa petrolera más grande del mundo. Al año factura más dinero que países como Irlanda o Puerto Rico, y en Colombia está asociada con Ecopetrol en la exploración de los pozos Cor 62 en el Huila y VMM 37, en el Magdalena Medio. Para este proyecto ya presentaron un plan de manejo ambiental, pero no les han autorizado pues todavía la explotación sigue sin tener delimitado el camino.

Andrés Acosta es el presidente en Colombia, y antes era el Vicepresidente Comercial de Gas, uno de los puestos más importantes de la compañía. Vivía en Doha, y desembarcó en febrero del 2016 en Colombia. La empresa en Colombia está dentro de las 10 más grandes: factura más de $6 billones al año, tiene 700 estaciones de servicio, 12 plantas de combustibles y hasta una planta de lubriantes en Cartagena.


martes, 17 de octubre de 2017

Volverá el oscurantismo a la Gobernación del Táchira

Por: Oscar Javier Forero

Volverá el oscurantismo a la Gobernación del Táchira
Volverá el revanchismo
Volverá el odio y el desprecio
Volverá la soberbia
Volverá la irracionalidad
Volverá la saña y el resentimiento
Volverá la amenaza laboral
También volverá la persecución
Volverán a echar a miles de trabajadores
Volverán a prohibir el color rojo
Volverán las nóminas paralelas y con ellos los Directores saliendo esposados de sus oficinas
Volverán los astronómicos bonos a los cargos de confianza
Volverá a paralizarse la construcción de viviendas
Volverán a usar a la Lotería del Táchira para operar, en nombre de la beneficencia, nalgas y tetas
Volverán los onerosos viajes a Washington, Miami y Bogotá denunciando la "dictadura"
Volverán las becas a vagos y guarimberos
Volverá, auspiciada por EEUU, la amenaza de la media luna
Volverá el saqueo descarado
Volverá la eterna fabula de "Caracas no manda recursos" para justificar la mediocridad, el pillaje y la ineptitud
Volverá el discurso antipatriota y miserable
Volverá la guarimba y con ella la muerte y la anarquía
Volverán los viejos políticos a comer de los recursos del estado
Volverá el presupuesto reconducido
Volverá el regionalismo pendejo y chauvinista
Volverán los partidos de la MUD a dominar "parcelas" de poder que ni la propia Gobernadora podrá, aún queriéndolo, controlar
Volverán a estar los pasillos de la gobernación vacíos de pueblo
Volverán a acumularse los pasivos laborales
Los aguinaldos atrasados
Los bonos vacacionales a destiempo
Los aumentos de sueldo no pagados
Volverán los vehículos misteriosamente "robados"
Las obras paralizadas en los barrios y aldeas chavistas "por falta de recursos"
Volverán las escuelas abandonadas y los profesores malpagados
Volverá el populismo adeco entregando bolsos escolares con la cara de Laidy Gómez o el logo de AD
Volverán los ingresos de personal amañados
Volverá la conspiración permanente
Volverá el "mazamorrismo" renovado
Sin embargo, después de un par de años con Laidy Gómez como deslustrada Gobernadora
Después de tanto absurdo y sin razón
Volverá depurada a la Gobernación del Táchira la Revolución

martes, 3 de octubre de 2017

El nuevo orden mundial de Estados Unidos está oficialmente muerto




Por: Hal Brands
(Politólogo norteamericano y especialista en Seguridad Nacional)


Traducción: Economía y Rebelión.


China y Rusia han descarrilado completamente el movimiento posterior a la Guerra Fría hacia la integración global dirigida por Estados Unidos



La política exterior estadounidense ha alcanzado un punto de inflexión histórico, y aquí está la sorpresa: Tiene muy poco que ver con la presidencia y controversias de Donald Trump. Durante unos 25 años después de la Guerra Fría, uno de los temas dominantes de la política estadounidense fue el esfuerzo por globalizar el orden internacional liberal que inicialmente se había apoderado de Occidente después de la Segunda Guerra Mundial. Washington esperaba lograr esto integrando tan profundamente a los potenciales desafíos del sistema -a saber, Rusia y China- que ya no tendrían ningún deseo de interrumpirla. El objetivo era, por medio de la inducción económica y diplomática, traer a todas las grandes potencias del mundo a un sistema en el cual ellas serían satisfechas - y sin embargo los Estados Unidos y sus valores todavía reinarían supremos. Esta era una embriagadora ambición, basada en la idea de que Rusia y China se dirigían irreversiblemente por el camino de la liberalización política y económica, y que eventualmente podrían ser inducidos a definir sus intereses de una manera compatible con los propios Estados Unidos. Sin embargo, ese proyecto ha llegado a un callejón sin salida. El nuevo objetivo de la estrategia estadounidense no será integrar a las grandes potencias rivales en un orden mundial verdaderamente global, sino defender el sistema internacional existente -con éxito pero incompleto como es- contra sus depredaciones.



Esta conclusión puede ser difícil de aceptar, porque se opone al enorme optimismo que caracterizó la era posterior a la guerra fría. Cuando terminó el concurso de superpotencias, la democracia y los mercados libres se estaban propagando como un incendio forestal, las paredes estaban cayendo y las divisiones geopolíticas estaban desapareciendo. Incluso Rusia y China -el antiguo rival geopolítico de Estados Unidos y la próxima gran potencia que se avecina en el horizonte- mostraban interés en una mayor cooperación e integración con la comunidad internacional dirigida por los Estados Unidos. Parecía posible que el mundo se moviera hacia un modelo único de organización política y económica, y un único sistema global bajo el liderazgo estadounidense. El fomento de este resultado se convirtió en una preocupación principal de la política estadounidense.


Los Estados Unidos buscaron profundizar los lazos diplomáticos con la Rusia de Boris Yeltsin y alentar las reformas democráticas y de libre mercado allí, incluso mientras protegían contra el potencial revanchismo ruso y la inestabilidad europea expandiendo la OTAN para incluir a los países del antiguo Pacto de Varsovia. Del mismo modo, Washington persiguió un "compromiso integral" hacia China, centrado en integrar a Beijing en la economía global y alentándola a asumir un papel más activo en la diplomacia regional e internacional. La teoría del caso era que una China más rica llegaría eventual a una China más democrática, pues el crecimiento de la clase media produjo presiones para la reforma política. La política de integración de Estados Unidos daría simultáneamente a Beijing una participación en el actual orden liberal liderado por Estados Unidos y, por lo tanto, privaría a los líderes chinos de razones para impugnarla. Como lo describió el gobierno del presidente Bill Clinton, este enfoque consistía en "aprovechar el deseo de ambos países de participar en la economía global y en las instituciones globales, insistiendo en que tanto acepten las obligaciones como los beneficios de la integración".


Esta estrategia, que fue resumida por el Subsecretario de Estado Robert Zoellick en 2005 como el modelo de "actor responsable", reflejó una admirable aspiración de dejar permanentemente atrás la intensa competencia geopolítica e ideológica del siglo XX. Sin embargo, como se ha hecho cada vez más claro en la última década -primero en Rusia y ahora en China- ese enfoque se basó en dos suposiciones que no han resistido la prueba de la realidad. La primera era que China y Rusia se movían inexorablemente hacia el liberalismo económico y político de estilo occidental. La reforma de Rusia se detuvo a finales de los años noventa, en medio de la crisis económica y el caos político.


Durante los siguientes 15 años, Vladimir Putin gradualmente restableció un modelo de gobierno de autoritarismo político cada vez más indiscutible y una connivencia cada vez más estrecha entre el Estado y los principales intereses empresariales. En China, el crecimiento económico y la integración en la economía mundial no condujeron inevitablemente a la liberalización política. El Partido Comunista en su lugar usó las tasas vertiginosas de crecimiento económico como una forma de comprar legitimidad y comprar disidencia. En los últimos años, el sistema político chino ha llegado a ser más autoritario, ya que el gobierno ha reprimido asiduamente la defensa de los derechos humanos y el activismo político independiente, y centralizó el poder en un grado no visto en décadas. La segunda hipótesis era que estos poderes podían ser inducidos a definir sus propios intereses de la forma en que los Estados Unidos los querían. El problema aquí era que Rusia y China nunca estaban completamente dispuestos a abrazar el orden liberal dirigido por Estados Unidos, que enfatizaba las ideas liberales que parecían amenazar a los regímenes dictatoriales, sin mencionar la expansión de la OTAN en la antigua esfera de influencia de Moscú y la persistencia de las alianzas estadounidenses y las fuerzas militares a lo largo de la periferia de Asia oriental. Y así, como Beijing y Moscú obtuvieron, o recuperaron, el poder de impugnar esa orden, lo hicieron cada vez más. Durante la última década, Rusia ha intentado revisar los asentamientos de la Guerra Fría en Europa por la fuerza y ​​la intimidación, sobre todo a través de las invasiones de Georgia en 2008 y Ucrania en 2014. El gobierno de Putin también ha trabajado para socavar las instituciones clave de la liberal como la OTAN y la Unión Europea, y se ha inmiscuido en las elecciones y en los asuntos políticos internos de los estados occidentales.


China, por su parte, se ha alegrado de aprovechar los beneficios de la inclusión en la economía mundial, aun cuando ha buscado cada vez más dominar su periferia marítima, coaccionar e intimidar a los vecinos de Vietnam a Japón y debilitar las alianzas de los Estados Unidos en Asia y el Pacífico . Los funcionarios estadounidenses esperaban que Moscú y Pekín pudieran llegar a ser satisfechos, los poderes del status quo. En cambio, como ha escrito Thomas Wright de la Brookings Institution, se están comportando de manera clásica revisionista. La era de la integración ha terminado, en el sentido de que no existe una perspectiva realista a corto plazo de introducir a Rusia o China en un sistema dirigido por Estados Unidos. Esto no significa, sin embargo, que Estados Unidos está destinado a la guerra con Rusia y China, o incluso que debería buscar completamente aislar a cualquiera de los dos poderes.


Para bien o para mal, el comercio entre Estados Unidos y China sigue siendo vital para la prosperidad estadounidense y la salud de la economía mundial; la cooperación entre Washington y Beijing -e incluso Washington y Moscú- es importante para abordar los desafíos diplomáticos internacionales, como la proliferación nuclear y el cambio climático. Lo que esto significa, sin embargo, es que los Estados Unidos necesitan ser más duros y menos ambiciosos en su enfoque de las relaciones de gran poder y el sistema internacional. Menos ambicioso en el sentido de que tiene que dejar de lado la idea de que el orden liberal se volverá verdaderamente global o abarcará a todas las grandes potencias en el corto plazo. Y más duro en el sentido de entender que se necesitarán esfuerzos más vigorosos para defender el orden existente contra los desafíos que las potencias revisionistas representan. Esto requerirá tomar medidas difíciles pero necesarias, como hacer las inversiones militares necesarias para reforzar el poder y la disuasión de Estados Unidos en Europa Oriental y el Pacífico Occidental y desarrollar las capacidades necesarias para oponerse a la coerción china ya la subversión política rusa de sus vecinos. Se requerirá reunir a los antiguos y nuevos socios contra la amenaza que plantea el expansionismo ruso y chino. Sobre todo significará aceptar que las relaciones de gran poder están entrando en un período de mayor peligro y tensión, y que la voluntad de aceptar mayores costos y riesgos será el precio de enfrentar el reto revisionista y preservar los intereses americanos.

En resumen, el objetivo de lograr un mundo plenamente integrado ya no es alcanzable hoy en día. La defensa exitosa del orden internacional existente que los Estados Unidos ha construido y dirigido con éxito a lo largo de los años será un desafío - y un logro - suficiente.

Tomado de: ttps://www.bloomberg.com/view/articles/2017-09-27/america-s-new-world-order-is-officially-dead